15/01/2016 (Por la tarde I)

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Se hicieron las dos de la tarde. Recuerdo que estaba lloviendo cuando salí del instituto. Me dirigía a mi casa cuando me detuve solo medio minuto a mirar el cielo, algo me decía que hoy me iba a ocurrir algo que me haría llorar.
Cada vez que llovía, siempre me pasaba algo que me hiciera llorar.

Comí rápido, era hamburguesa y estaba deliciosa, aunque no me hacia gracia comer carne porque yo era vegetariano en proceso, y como no me gustaba tirar la comida pues decidí comérmela.

Se hicieron las tres, subí rápidamente a mi habitación y cogí la ropa limpia para salir esta tarde y también cogí mi neceser para ducharme y asearme.

Entré en la ducha, cerré la puerta y empecé a desvestirme.
El agua estaba caliente y esta empezó a fluir por el cabezal de la ducha y empezaron a caer las gotas que poco a poco corrían por mis hombros hasta humedecer todo mi cuerpo.
Mientras me duchaba, me vino una imagen a la mente, bueno mas bien era un chico pero no le podía ver el rostro, solamente se apreciaba el cuerpo. Este empezó a acercarse a mi y comenzó a besarme en los labios de una manera descomunal, como si no hubiera mañana. Después, él besaba mis hombros, mi cuello, y volvía a mis labios. Al rato, yo empecé a acariciarle la cara y mis manos comenzaron a bajar poco a poco, tocando cada milímetro de su piel, intentando conocer aquel territorio inexplorado por mis dedos. Él parecía complacido con mis caricias así que bajó sus manos hasta mis caderas y comenzó a besarme nuevamente el cuello.

Salí de aquella ilusión pornográfica placentera-fantastica y salí de la ducha.
Me sequé con la toalla y al rato me puse la ropa limpia. Me termine de arreglar y espere a que mi amiga Melinda me recogiera.

Las cinco y media. Melinda y yo llegamos al centro comercial, donde Emma nos esperaba; como siempre, Emma había llegado antes, era demasiado puntual.

Una vez reunidos los tres, nos decidimos a dar una vuelta por el centro comercial. Visitamos todo tipo de tiendas; perfumerías, tiendas de ropa, tienda de electrodomésticos ... Hasta que nos decidímos ir a una tienda donde venden todo tipo de cosas útiles para gente como nosotros tres, que son Cd's, libros y películas.
Nos pasamos casi dos horas en aquella tienda.

Cuando se hicieron las ocho decidimos ir a una especie de cafetería donde venden todo tipo de comida.
El lugar estaba pelado, no había nadie, solo aquel camarero que nos miraba raro, pero supongo que era normal, porque eramos sus únicos clientes.

Cogimos sitio cerca de donde estaba la barra para pedir. Hacia frío, mucho frío pero eso no importaba. Estuvimos debatiendo que tomar. Melinda decidió tomarse una empanadilla tradicional, yo me decanté por una pizza con salsa barbacoa. Pero Emma no quería nada, y me resultó raro.

Nos acercamos a la barra y pedimos nuestra comida. De pronto el camarero señala a Emma.

-Perdona, ¿tú eres del pueblo que hay bajando la montaña, al sur de aquí? - dice aquel hombre treintañero con cara de mafioso. A mi no me daba muy buena espina, asi que me quedé junto a Emma. - Es que te he visto muchas veces cogiendo el autobús por ese pueblo. - ya esta, ya lo decia yo, aquel tipo era un tío baboso de esos que tiene obsesión por las chicas quinceañeras.

-Puede ser, no se - responde mi amiga muy confusa y asustada.

Melinda cogió su empanadilla y yo mi pizza y nos dirigimos hacia nuestra mesa. Una vez sentados me di cuenta que aparte de nosotros, habian llegado dos chicas con un chico y se habían sentado cerca de nuestra mesa, pero luego se cambiaron a otra porque en nuestra zona hacia mucho frío.

Nos sentamos y empezamos a comer. Mire a mi alrededor y mis ojos se posaron en aquel chico. Era guapísimo, sus ojps eran verdes esmeralda y su altura era de un metro setenta y cinco, llevaba un abrigo largo con pelo en el gorro, unos skinni azules muy ajustados y unas botas marrones, aquel conjunto lo hacia mas hermoso de lo que era. Y para rematar, su melena alborotada, le hacia un toque salvaje que provocaba que mi corazón se derritiera y la pasion de mis venas ardiera. Mi mayor deseo en este momento era besarlo.

¿Dónde está la persona que robó mi corazón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora