Dulce Venganza

Capítulo 9:Recuerdo

No se cuanto tiempo a pasado desde que me desmayé,lo que sé es que me siento sucia y los recuerdos siguen viniendo uno tras otro y me sacuden de pie a cabeza,haciendo que me maree y que todo me de vueltas,no se donde demonios estoy y mi cabeza va a explotar.

-Denise:Aaaaah-No lo grito pero tampoco lo digo bajo y es por lo menos para que me oigan,siento algo apretando mi pierna y abro los ojos de inmediato,miro a mi derecha y me estrello con la ventana de un auto?-Maldición!-Exclamo.

Eso si que dolió a horrores,miro y veo que aún no amanece,miro a mi pierna y lo que está en ella es una mano tatuada,mi boca se abre levemente y comienzo a respirar con más rapidez,subo la mirada y unos ojos azules eléctricos miran los míos grises,automáticamente me sonrojo al darme cuenta de la situación,recordé lo sucedido y miré mi pecho,suspiré aliviada,lobo me había puesto su camiseta,lo miré curiosa y me dí cuenta que llevaba una camisa sin mangas negra.

-Denise:Que pasó?,donde estamos?-Lo miré esperando una respuesta pero no la conseguí.

Paró el auto y se bajó,yo por ende lo seguí ya que no quiere dirigirme palabra alguna,observé los alrededores y una hermosa casa se alzaba ante nosotros,que digo,esto es una mansión.
Seguí sus pasos en silencio,no creo que si le hablo me contestará,llegamos a la puerta y el sacó unas llaves de su bolsillo,abrió y pasó,pasé detrás de él y cerré la puerta,el prendió las luces y quedé anonada. La casa era muy bonita,algo fría pero aún así bonita.

-Lobo:Te quedarás ahí todo el tiempo o puedes caminar?-Me dijo frío y cortante a lo que yo rodé los ojos pero debo admitir que su ronca voz hace que mi cuerpo sienta escalofríos y no desagradables precisamente.

-Denise:Esperaba que llevaras cargada pero viendo tu falta de caballerosidad mejor camino.-Le dije cínicamente y comencé a caminar hacia él con una sonrisa inocente.

Sólo me ignoró y comenzó a subir las escaleras,yo sólo me limité a seguirlo,tampoco es que me conviniese ser echada de su casa a éstas altas horas de la madrugada.
Subimos en silencio y el se detiene ante una puerta de madera. La abre y pasa,yo detrás de él,es una amplia habitación,una cama en el centro,una puerta de vidrio corrediza que da a un balcón,otra puerta que pienso que debe ser el baño,un televisor pantalla plana y un armario,uno que otro mueble de color crema.

-Denise:Dormiré aquí?-Lo miro dudando en sí me contestará pero finalmente lo hace.

-Lobo:Querrás decir dormiremos-Me guiña un ojo pero aún así permanece serio.

-Denise:No dormiré contigo-Le digo. Es que acaso está loco?.

-Lobo:Entonces te invitó a largarte de mi casa porque no hay más habitaciones-Me dice frío sin mirarme.

-Denise:Es en serio?-Lo miro alzando una ceja y el sólo se encoje de hombros,se quita el pantalón quedando en bóxer y luego se quita la camisa,mi cara debe ser todo un poema ante lo que veo,éste hombre es puro músculo-Que..Que haces?-Tartamudeo.

-Lobo:Dormir,es algo que hacemos todas las personas,haces preguntas muy estúpidas,esa puerta es el baño por si te dan ganas de ir o de dormir ahí-Coloca sus manos detrás de su cabeza y cierra los ojos.

-Denise:Cretino-Susurro y comienzo a caminar al baño.

-Lobo:Te oí-Me dice antes de cerrar la puerta.

-Denise:Esa era la idea-Grito.

Abro el grifo del lavamanos y lavo mi cara,tomo una toalla húmeda y me desmaquillo,hago mis necesidades,la camisa de lobo me llega a las mitad de los muslos así que decido quitarme los tacones junto al pantalón quedando solo en bragas,sostén y la camisa de lobo.
Me asomo a ver si está dormido y bueno,eso es lo que parece,me doy la vuelta para tomar mis cosas y cuando salgo está mirándome,suelto un grito ahogado y llevo una de mis manos a la boca,él sólo se limita a escanearme de pie a cabeza,de seguro y debo estar más roja que un tomate.
Doy pequeños pasos y pongo mis cosas en uno de los muebles,mi cartera con mis cosas personales se la dejé a Chloe,a todas éstas lobo no apartaba su mirada de mí. Camino hasta la cama y me acuesto,dándole la espalda a ese hombre tan inquietante pero atrayente. Cerré los ojos y me dejé llevar por la obscuridad.