Eterno [MLB] // Gabrinette.

Capitulo 24

POV Gabriel.

Al inicio abrí los ojos lentamente, pero al descubrir una sombra a lado de la cama los abrí de golpe.
Estuve a punto de gritar cuando una mano me tapó la boca.
Entonces con la tenue luz del amanecer pude descubrir que era Fu. Me tranquilicé.
Puso un dedo en su boca en señal de silencio y miró al otro lado de la cama.

Seguí su mirada y vi que Mari dormía plácidamente. Los latidos de mi corazón reaccionaron.

Volvi a ver a Fu y el soltó su mano.

–¿Qué pasó?–susurré.

–Te espero abajo, quiero hablar contigo.–respondió del mismo modo y salió de la habitación.

Intenté no buscar explicaciones a ese extraño comportamiento y lo seguí.
No sin antes dedicarle una última mirada a Mari.

Bajamos las escaleras y me llevó a la cocina donde Buddhi y Tikki comían tranquilos.

–Buenos días, campeón.–saludaron sonrientes.

–Buenos días.

Sobre una pequeña mesa pude ver un plato lleno de galletas y una tetera junto a dos tazas.

–Toma asiento, Gabriel, y sírvete lo que desees.–pidió con educación Fu.

Obedecí.

–Gracias.–dije.

Con la taza de té calentando mis manos, Fu hizo lo mismo y me miró tranquilo.

Entonces los nervios aparecieron cuando pensé en los hechos.

Él era tío de Marinette y me encontró durmiendo junto a ella.
Eso no significaba que pasara algo anoche, pero él no lo sabía.

Ups...

–Y...–empecé bajando la cabeza a mi taza.–¿De qué quería hablar?

Fu se tomó su tiempo en responder.

–Solo quería que tomes desayuno antes de volver a convertirte.–habló tranquilo.

Lo miré curioso.

–¿Convertirme?

–Si, en LordPaon, por eso alimenté también a Buddhi.

–¿Quiere que me transforme?

Fu tomó un sorbo.

–Para que veas a Marinette.–dijo como si fuera una obviedad.

Lo entendí al instante.

–Usted no quiere que le revele mi identidad.–acusé.

–Nada de eso, Gabriel. Ella aún no está preparada para la noticia.

Fruncí el ceño.

–No comprendo, señor. ¿Porqué aún no lo estaría?

Ya nos conocemos desde hace mucho tiempo, inclusive teníamos algo lindo entre los dos.
No había razón para seguir ocultando mi identidad.

–Créeme que si conoce quién eres justo ahora se alejará.

Pestañeé sin creerle.

–¿Porqué?

–Eso es algo que entenderás con el tiempo, pero no te preocupes por ello ahora.–tomó un sorbo– Disfruta el momento.