Durante una pelea, Ladybug es enviada a 25 años atrás en el pasado por lo que deberá buscar ayuda del maestro Fu para poder volver a su verdadera época.
¿Qué pasará cuando se encuentre con otros héroes que custodian la ciudad, sobre todo si se trata...
🎙No pude aguantar y tuve que publicar este capitulo. Una parte de mi decía que lo publicara mañana en la noche, pero la otra me decía: "No seas mala con tus lectores, ellos quieren respuestas". 🙈 Así que, aquí estamos... Gracias a todos por el increíble apoyo que me dieron con este fic, realmente no tengo palabras para expresarles toda mi gratitud y cariño. Los amo con todo mi ser❤️
También quiero agradecer a @AstridPlace21 por su hermoso fanart.
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No me cansaré de decir lo mucho que me gustó, en especial tomando en cuenta todos los detalles. ¡Muchas gracias @AstridPlace21 !
Sin nada más que añadir los dejo con la lectura. No olviden dejar sus hermosos comentarios 👁🗨 y estrellitas✨ Gracias por leer!📚
POV Gabriel.
Cuando sentí el dolor, la tristeza y la impotencia que emanaba aquel hombre, supe que iba a ser útil. Y más aún cuando pude entrar a su mente.
El pobre hombre había perdido la memoria completamente un día, y se encontró a sí mismo con un trabajo mediocre, sin familia, y viviendo en el peor barrio de la ciudad.
No tenía nada, ni a nadie.
Tampoco pudo seguir en su empleo, puesto que había olvidado hasta sumar. Los únicos trabajos que le eran permitidos, eran aquellos que nadie más quería. Pero él continuó ignorando y ocultando su frustración.
La gente lo miraba con desprecio, se burlaba de él y lo humillaba. C
on los años aquél dolor se intensificó y el pobre hombre terminó por explotar.
Fue entonces que intervine, y usé todo ese dolor acumulado por años, para transformarlo en el villano más poderoso que pude haber creado.
El merecía ser el mejor, y el único para poder ponerle fin a estas batallas contra Ladybug y ChatNoir.
Aunque debo admitir que no era la única razón por la que sentía un poco de simpatía hacia él; pero también por lo que había vivido.
Yo comprendía su dolor, su confusión, y frustración al perder la memoria.
Al abrir los ojos ese otoño de 1991, me encontré a mí mismo en una situación casi desconocida para mí. Yo no era el mismo, había cambiado, había dejado de lado mis prioridades, y nadie sabía la razón.
Era frustrante no recordar nada, y vivir constantemente con un vacío que no podía llenar.
Todo empeoró con la desaparición de Charlotte, mi esposa.