Dulce Amor Del Bueno [PAUSADA]

1.- ¿Qué Me Paso?

Narra Marceline

Escuchaba una voz familiar, no podía moverme,ni siquiera habrir los ojos, estaba en una camilla inmóvil , sólo podía escuchar aquella voz...

- Esta terminado - Grita de emoción- La operación salió perfecta - Una persona con toga blanca gritaba de orgullo.

- Mi señor - Decía otra persona entrando al cuarto.

- Te he dicho que me llames por mi nombre Günter -Reprochaba.

- Lo siento -Se disculpo con algo de miedo - Pero me temo que tenemos intrusos - Una televisión mostraba imágenes de policias y ejércitos, queriendo entrar al laboratorio de Simón.

- Mierda - Murmuro Simón -¿Y ahora que haremos? - Observaba fijamente a Günter.

- Salgamos de aquí - Decía Günter con emoción- Si salimos de esta...podemos estar juntos para siempre -Se dibujo una sonrisa en su rostro.

-  Günter - Simón tomó un gran suspiro - ya lo hemos hablado -Fija su mirada en Marceline- Además no pretendo dejar a Marceline.

- Sus palabras son órdenes - Günter podía aceptar ir a la cárcel, si Simón así lo deseaba.

Simón y Günter intentaban correr junto con la camilla donde estaba Marceline.

- Tenemos a Simón en la mira... Permiso para disparar - Varios oficiales habían derrumbado la entrada - Permiso concedido - Decía el radio del policía.

El policía no dudo en disparar pero fallo, Günter se había puesto enfrente de Simón...

- ¡¡Papá huye!! - Günter le sonrió por una última vez.

Lágrimas caían de los ojos de Simón, al ver que perdió a su hijo, a su compañero de toda la vida, antes de que la policía disparaba por segunda vez, este agarró a Marceline y agarró unas tijeras que se encontraban en su bolsillo...

- Atrás o la mato -Las tijeras apuntaban el cuello de Marceline.

Los policías y el ejército no hicieron caso y rodearon a Simón, unos de los policías bajo el arma y trato de convencer a Simón...

- No le haremos daño si deja a la joven -Se acercaba a Simón- Podemos negociar, solo no le haga daño - El policía hablaba con un tono de voz suave y acercándose a paso lento.

Simón no lo pensó dos veces y lanzó a Marceline al policía, con suerte el oficial la agarró, pero Simón...

- Marceline morirá si le quitan a su nuevo amigo - Se encaja las tijeras al pecho y lagrimas caían de sus ojos- S-Sólo yo era e-el único qu-que podía res-rescatarla - Cayo al suelo alado de Günter- Günter... Hijo espérame... -Dijo antes de morir.

Los policías se encargaron de la Joven Marceline, mientras que el ejército se encargaba de los cuerpos muertos. Marceline fue llevada a un hospital inmediatamente, la policía trataba de buscar algún familiar, pero no había nadie, hasta que encontraron a su hermano gemelo , lograron comunicarse con él  y le contaron lo  ocurrido, Marshall al saber lo que estaba pasando con su hermana, fue directamente al hospital.

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- ¿ Donde está mi hermana? -Su respiración parecía agitada. Marshall tenía miedo de ver a su gemela en un mal estado.

- La están atendiendo - Un enfermero se acerca para darle un vaso de agua- Tu debes de ser su hermano gemelo, ¿no es así ?

- Así es -Toma un trago de agua.

- ¿Familiares de Marceline Abadeer? - El doctor gritaba alado del enfermero.

- Soy su hermano -Se puso enfrente de él doctor- ¿Cómo esta mi hermana?

- ¿Y tus padres? Solo puedo informarles esto a ellos -El doctor paso su mirada al ver que sólo se encontraba el y la policía.

- Están muertos... ¿Cómo está mi hermana? - Marshall ya quería saber algo.

- Oh Lo siento...Tu hermana está bien, ya se está recuperando, en un momento le daremos de alta -Dice por fin el doctor- sin embargo hay un problema...

-¿ Cuál es Doctor? - Marshall comenzaba imaginar cosas peores.

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Narra Marceline
Después de varias horas,por fin pude abrir mis ojos y moverme, tenía una bata, había muchos aparatos alado de donde me encontraba, la habitación es de color blanco, al parecer estoy en un hospital, pero... ¿por qué? , alguien entra a la habitación haciendo que me saliera de mis pensamientos...

- Hola hermanita - Era mi gemelo Marshall.

- ¿Qué fue lo que me pasó? - Ah decir verdad me dolía mucho mi parte íntima.

- Una larga historia -Decía mientras me miraba- ¿Cómo está tu parte íntima?

- ¿Disculpa? - Acaso me leyó la mente o es que se volvió un degenerado de la nada.

- Cómo está tu pe... -Fue interrumpido por el doctor.

- Marceline ya te puedes ir a casa, pero si tiene algún problema con su miembro por favor llámame -El doctor me da una hoja con su número.

- Pero doctor, soy mujer -Le mire fijamente- No tengo miembro - Ríe desconcertada, quizás era una broma planeada para hacerme sentir bien.

- Claro - El doctor se río de lo más alegre. Ahora los tres nos estábamos riendo - Revisa debajo de la sabana - El doctor cambió de humor a uno serio.

Yo solo me quedé mirando al doctor y luego a mi hermano, después de mirarlos por un rato, decidí ver debajo de la sabana , tapé mis ojos y me quite la sabana, a la cuenta de 3 miró...1....2...3...

Me tomo varios segundos procesar esta información ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? Fueron las preguntas que sonaban fuertemente en mi cabeza.

- Tardarás en acostumbrarse pero al final se que lo manejarlas bien- El doctor me regalo una sonrisa.

- Doctor debe de ayudarme, debe de hacer algo, yo no quiero esto - Caían lagrimas de mis ojos, esto no me podía estar pasando, no a mí.

- No se preocupe, cuando usted sea mayor de edad podemos hacerle una cirugía, por el momento no podemos realizarla por que queremos evitar que pierdas demasiada sangre - El doctor tomo un gran suspiro - Hay un 80% de que pierdas la vida si realizamos la operación en estas condiciones.

- Mírale el lado positivo - Marshall me tomo de la mano.

- Así y cuál es - Intente detener mis lágrimas.

- No se, debería de haber una -Le lanze una almohada por la cabeza- Ey al menos estamos juntos - Me sonrió.

Lejos de pelear con mi hermano, tenía razón, estábamos juntos.

- Antes de irse, Marceline deberás de pasar de ven en cuando por el Hospital para hacerte análisis, queremos asegurarnos de que tu salud no correrá peligro - El doctor me informó y sin más se fue de la habitación.

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- ¿Quieres algo de comer? - Marshall revisaba el refrigerador.

- ¿ Sabes que es lo que quiero ? - Lo mire fijamente.

- ¿Qué cosa? - Marshall no terminaba de husgear dentro de la nevera.

- Quiero que me quiten este miembro -Señalo su parte mientras que unas cuantas lágrimas se asomaban.

- Estaremos juntos en esto -Se cento a su lado- No dejes que algo así arruine tu vida -Da un mordisco a su sandwich- Si quieres te puedo dar o quizás comprar unos nuevos boxer - Algunas risas salían de Marshall

- Supongo que no tengo opción - Marceline reposo su cabeza en el hombro de su gemelo.

- No - Suspiro para después dar un último mordida a su sandwich- Verás que con el paso del tiempo las cosas cambiarán.

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3 Años Después

En algún lugar de la ciudad

-  Disculpe ¿Sabe donde queda la Universidad Educativa? - Preguntaba Marceline a un señor parado con su perrito.

CONTINUARÁ...