Te contaré algo (Wolfstar)

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Voy a contarte una historia, Harry, una historia de amor, y no, no es mia, se que no querrías escuchar eso, tampoco es muy larga, así que no te preocupes, ni será tan triste como parecerá, no te angusties demasido...
Es la historia de dos amantes, dos chiquillos enamorados en los peores días para amarse, que se adoraron hasta que sus corazones dieron su ultimo latido. Se amaron profundamente, si, pero no largamente, no duró mucho más que cualquiera de esas tragedias tan triste que a uno de ellos le encantaba leer.
En primer año, Sirius le vio a lo lejos, tan flaco y debil, intentando subir su maleta al tren, así que fue a ayudarle. En el fondo, se que él estaba tan confundido con su propia accion como lo estabamos todos los demás, aun así cuando el muchachillo le miró de vuelta, con esos ojos dorados tan hermosos que tenía todo le pareció tan claro como el agua.
En segundo, Remus se metió a una pelea, no, cariño, no pienses tan erroneamente que el buen profesor Lupin jamás conseguia problemas, solo era mejor que el resto para ocultar la evidencia; le iban a golpear, fue poco despues de una luna llena realmente mala, así que quizas le hubieran matado, pero, porque necesitaba hacerse el heroe siempre, Sirius saltó a su rescate y le dislocó la mandibula al iluso que creía que podía meterse con Rem sin que le dieran su merecido. Si, lo se, suena gracioso, yo me reí mucho viendo la cara de molestia de Padfoot, me hubiera gustado sacarle una foto o poder guardar el momento exacto donde, con doce años, gritaba a todo pulmon mientras dirigia puñetazos asesinos, que no tocaran a su Moony. Tambien fue el año en el que Regulus llegó a Hogwarts, lo que fue bastante doloroso, hubo muchas peleas, discusiones horribles, que bueno que jamás tuviste que ver eso, querido, creeme.
Una noche, poco antes de navidad, Sirius se encerró en el baño de la habitacion y lloró durante dos horas, hasta que Remus llegó de estudiar con tu madre y conmigo, me contó, muy entre susurros y alcohol, que tuvo que explotar la manija de la puerta para poder entrar, y que tu padrino se durmió llorando en su pecho aquella noche.
En tercero, creo yo, es cuando todo cambia, la madurez me hecho pensar que probablemente fue por sus hormomas o algo así, lo siento, a veces me pongo muy adulta para mis cosas y eso me molesta. Fue en una fiesta, se supone que eramos demasiado pequeños para entrar, pero la capa de tu padre es util para muchisimas cosas ¿Sabes? Nos colamos y Sirius bailó como un condenado, sobre las mesas, la barra, la musica marcando el ritmo, era un excelente bailarin, tengo que decirlo. Recuerdo haber estado bebiendo y riendo junto a tu padre, mientras lo veíamos, acababa de decir algo gracioso, tu padre hacía esas cosas, y nos volteamos a ver a Rem que se suponía estaba riendose tambien, pero no, como supones; simplemente le miraba, a él, como si el mundo fuera a acabarse si desvíaba la vista dos milimetros lejos del rango visual en el que estaba. Ah! Pareces sorprendido, como si creyeras que alguien podía evitar enamorarse de alguien como Padfoot. Lucia tan perdido, Harry, casi tanto como tu padre por Lily, dios, nos reimos mucho de eso, pero nos hizo prometer que no diriamos nada.
Algo así como dos meses despues, encontre a Sirius dibujando en la torre de astronomia a las tres de la madrugada, y no se te ocurra preguntarme que hacia yo ahi, la cosa es que él estaba tan concentrado que me dio mucha pena interrumpirlo, así que volví a cubrirme con la capa de tu padre y mire que hacía. ¿Adivinas? ¿No? Pero si es obvio; estaba dibujando a Remus, y era algo maravilloso, una verdadera obra de arte, te hubiera encantado. Yo pensé que había mejorado mucho, pero entonces lo vi, esa mirada...totalmente perdida y brillante. Esos dos idiotas estaban enamorados y eran demasiado cobardes, quise golpearlos tantas veces.
No fue hasta cuarto, a finales del año, cuando se besaron, yo estaba ahi, era una fiesta en la sala comun de Hufflepuff y, de nuevo, estabamos todos demasiado ebrios como para controlar el impulso de decir que eran estupidos, que se amasen, que ¿Que pasaria si mañana se acaba el mundo? Tu padre y yo, tomabamos algo fuerte del mismo vaso, sentados en el suelo, y Rem bailaba con Sirius, fue la primera señal. Nos paramos de inmediato, estabamos tan nerviosos, nos mirabamos entre nosotros y luego a ellos. Si, tienes razon, fue algo extraño, no me mires así. Estabamos fascinados, sabíamos que estaban enamorados a muerte, y apostamos, entre murmullos quien sería el valiente que cortara la tensión asesina que los rodeaba. Gané yo, porque tu padre le tenía demasiada fe a Sirius, y recuerdo que mi corazón se detuvo por unos instantes cuando vi las manos de Remus posarse en las mejillas de tu padrino mientras cerraba los ojos; Peter llegó corriendo a nuestro lado, apunto de tener un ataque de felicidad, sonreiamos tanto que las mejillas se nos entumecieron. Para cuando se separaron, James ya me daba los galeones que me debía y yo bebía orgullosa un trago del vaso casi vacio que tenía en la mano.
Tu madre no estaba feliz, no quería al idiota de Padfoot rompiendole el corazón a Moony, todos sabiamos como era, pero suplicabamos al cielo estar equivocados; a veces encontraba Prongs mirandolos, respirando lentamente, y me confesaba lo preocupado que estaba por Remus, por lo que significaría que Sirius fuera Sirius y comentiera un error fatal, eso nos detruiría, destruiria para siempre a los merodeadores.
No, Harry, jamás lo hizo, quedate tranquilo, fue mucho más listo y valoró de sobre manera a Moony, lo atesoró cada segundo que pudo, le dió todo el eterno y placentero amor que era capaz de proporcionarle.
En navidad de septimo, estabamos todos juntos en casa de los Potter, tu madre había sido rigurosa y nos había ordenado vestir formalmente, tus abuelos estaban encantados y no dejaron de mencionar cuan guapos y grandes estabamos. Sirius se acercó a Remus, con un paso inseguro poco propio de él, así que me preocupe mucho y miré la escena un tanto nerviosa; en algun momento, no se como, se arrodilló y saco de su chaqueta una pequeña cajita azul de terciopelo. Tengo ese momento gravado a fuego en mi memoria, todo de él me produce una mezcla entre felicidad extrema y tristeza, tu padre, Peter, tu madre, tus abuelos y yo estabamos en blanco, borrados de la humanidad. Sé muy bien que Remus nos sacó del cuadro apenas Padfoot pronunció aquellas dulces palabras, que el mundo dejó de existir, que de pronto todo era tan pequeño, todo el miedo y el dolor, todo el olor a guerra desapareció de sus sentidos. Saltó sobre él y le beso. Pero como siempre he dicho, la perfeccion no es más que un momento que se desvanece antes de que podamos disfrutarlo. Si, es exactamente lo que piensas, Voldemort tomó mucha fuerza apenas dejamos el colegio, así que si, tienes razón, esa boda nunca llegó a realizarse.
Comenzaron las esperanzas, los temores, las tan conocidas promesas sin fecha de expiración, los murmullos en las calles, el miedo, las batallas, varitas alzandose y manos temblorosas que rogaban que el otro volviera pronto a casa; los "tal vez, cuando la guerra acabe...", tu nacimiento fue lo mejor que nos paso esos años, Harry, eras un niño precioso y era lo primero en lo que pensabamos cuando se nos ponía un obstaculo delante, el volver era importante, pero el ganar lo era más, poder darte un futuro. Sirius era un soldado, y Remus un martir con demasiado talento como para dejar de lado a un enemigo que merecía pagar por lo que había hecho.
Cuando tus padres...fallecieron, ay, lo siento, mi voz empieza a quebrarse, es la edad, cariño, me he puesto muy fragil y se que no debo. Cuando pasó todo, Remus quedó destrozado, no entendia nada, busco todos los medios para probar que Sirius era inocente, pero no pudo. No tuve oportunidad de ponerme catatonica o de llorar a gusto porque estaba demasiado preocupada por él, porque no saltara de un puente o abriera sus muñecas con una chuchilla; sé muy bien que arranco de su piel el tatuaje que se hizo en el cuello con la forma de las pisaditas de un perro, pero eso era muy distinto a morir.
Estuvimos sin hablarnos unos años, nos veíamos rara vez, le ayude economicamente, le preparaba galletas que ocacionalmente le llevaba a casa; ambos estabamos en el abismo y no sabiamos que hacer, solo existiamos el uno para el otro, cada halloween yo iba a verlo, dejando a mi hijo con su padre, prometiendo que volvería, nos emborrachabamos y llorabamos abrazados durante toda la noche. Si, Harry, se que eramos pateticos...no, no finjas, se que lo piensas. Al amanecer teníamos que volver a la realidad, levantarnos nuevamente y darnos el animo de seguir avanzando; pero durante esa unica noche al año, escuchaba sus sollozos, sus murmullos que preguntaban el porque, porque lo hizo, porque mintió. ¿Había mentido sobre amarlo tambien? Y yo no sabía que responder, así que bebía un poco más y lloraba tambien, apretandome contra él, contra su calor, para refugiarme de la pena una vez más, como una adolescente cuyo corazón fue lastimado.
Cuando escapó, el muy inteligente bastardo, no sabíamos que hacer, él iba a ser profesor y yo no tenía muchas opciones, prometimos que ninguno moriría y que lo atrapariamos, que no permitiriamos que te dañara de ninguna manera posible.
Estabamos equivocados, eso me hace feliz, muy feliz. No era lo que creíamos, y debo admitir que lo de Peter me sorprendió pero no me lastimó tanto como debió, porque había recuperado a Padfoot. Apenas me enteré corrí a buscarles, y los encontré en la casa Black, abrazados fuertemente y apunto de besarse; la vida nos sonreía de nuevo, era perfecto, mis dos enamorados favoritos amandose nuevamente, apesar del tiempo y todo lo ocurrido.
Pero se acabó tan pronto, Harry, tan pronto. Disculpa las lagrimas de esta vieja, no soy lo que solía.
Sirius había prometido cosas nuevamente, jurado eternidad, le dijo que no le abandonaría, y Remus pensó que así sería, que lo había recuperado, que lo tenía de nuevo. Yo le dije, traté de advertirle que lo bueno no dura y él solo se limitó a decirme fatalista y demás.
Luego de su muerte, Remus estaba enfadado conmigo, aunque no me lo dijo.
Se que estaba molesto, porque sabía que yo tuve razon todo el tiempo, las mejores cosas no duran mucho y no puedes evitar que lo maravilloso acabe siendo, de una forma u otra, más que otra tragedia en la lista.
Fue duro, fue horrible...y yo...no supe como ayudar...Remus jamás volvería amar a alguien

- Disculpe, señora Malfoy...¿Que hay de Tonks? ¿No la amó?- pregunta el muchacho
- Nunca amó a nadie como a Sirius...no era capaz- exclama la mujer, limpiandose las lagrimas de la cara- Se que todo esto es muy raro...se que soy el enemigo pero...
- No, no- agita la cabeza el joven- Me comentaron algunas cosas sobre usted...la llamaban Naz
- Oh, si...-sonrie- lo cierto es que Severus y Lucius comenzaron con el apodo pero...de alguna manera llego a ellos...
- Gracias por contarme...al menos se que fueron felices, que amaron tanto como pudieron. Ojala hubiera sido por más tiempo
- Ojala, cariño- suspira ella- Ojala

Corazones inmarcesibles [Wolfstar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora