Corazones inmarcesibles [Wolfstar]

Primer beso [James&Sirius]

Tiene una sonrisa dulce y amable, los ojos de color cafe, detras de los lentes de pasta negros, se habían robado unos dulces de la cocina, y ahora estaban allí, en el suelo de la habitacion, con la boca manchada y risas saliendo de sus gargantas.
James jamás se enojaba, solo gritaba de alegría, le pasaba los apuntes de las clases en las que se dormía y le abrazaba cuando tenía pesadillas.
Tiene una sonrisilla petulante y altanera, los ojos color gris luna que brillan con algo que es entre tristeza y rebeldía
Sirius se mostraba dulce, animoso y sonriente, pero si explotaba lo hacía con fuerza, con rabia incontrolable; desconfiaba de todo, de la amistad, de las buenas intenciones, pero no de James, tardó solo dos días en entender que era más puro de lo que podía esperar.
Tiene la boca manchada de pastel de vainilla y crema batida, una risa se escapaba de su garganta con una naturalidad le que asustaba; baja la mirada, guardando silencio.
James se deja caer de lado, poniendo la cabeza en sus piernas, cerrando los ojos, dispuesto a descansar. El corazón no se le acelera, pero algo pasa dentro de ambos chicos, estaban nerviosos, sin entender muy bien porque.
- ¿Que pasa, chico guapo?- le sonrie acomodando sus lentes, como si pudiera ver a traves de él- ¿Esta todo bien?
- Si, yo...no es nada- suspira, como si- Limpiate la boca...
- No quiero- sus dientes manchados con salsa de chocolate se dejaron entre ver por sus delgados labios rosados
- Tienes crema en el labio- señala riendose
- ¿Donde?- inquiere sonriente
- Ahí- le toca la parte inferior de la boca- Justo ahí
- ¿Puedes quitarmelo?
- No, no puedo- se burla- Vas a tener que pasar el resto de tu vida con eso
- No es justo
No, en realidad no, pero era gracioso, de eso estaban más que seguros, ambos, concordaban en que era chistoso verse tan honestamente. James, por lo general, creía que Sirius era incapaz de ser sincero en ninguna situacion, al menos no del todo, era la persona más evasiva y orgullosa que había conocido; le temía un poco, no sabía cuando podía estar derrumbandose por dentro, quería ayudarlo de alguna forma, para eso necesitaba que fuese honesto.
Por su parte, el hijo mayor de los Black sabía perfectamente que su amigo era la persona más transparente del mundo, desinteresada y agradable, tenía un miedo terrible a decirle sus miedos porque creía que lo espantaría, que se iria lejos al escuchar aunque fuese una pequeña parte de la realidad.
No se amaban, no de esa forma, ni tampoco se gustaban, no así, pero había algo, curiosidad, nerviosismo. Ese fue, muy probablemente, la demostracion de confianza más sincera que Sirius Orion Black hubiera sido capaz de dar a esa edad, y el más honesta muestra de cariño que a James Charlus Potter se le era posible dar.
Se acercó a él, muy despacio, inseguro, casi tiritando, lo que resultaba gracioso porque el único hijo de los Potter jamás se sentía inseguro en ningun sentido. Puso su mano en la mejilla de Sirius, rozandole primero con la punta de sus dedos y, luego, con toda la palma, era suave, delicada, era más afectuosa que todo lo que había sentido en su vida. Su amigo respiraba nervioso, el corazón le latía tan deprisa que creía que iba a tener un ataque cardiaco en cualquier momento, cosa que, cabe señalar, no ocurrió.
Rozaron sus narices durante unos segundos, mientras cerraban los ojos muy lentamente, sus alientos con olor a pastel y crema estaban muy cerca, chocando contra sus bocas.
- No tengo que hacerlo si no quieres- le murmuró sin abrir los ojos
- Esta bien, estoy bien...solo...
- Estas temblando- se rio con cuidado, en voz baja y dulce, tocando el brazo de su amigo con la mano que tenía libre- ¿Estas nervioso?
- No...si...tal vez...
Sonrieron, los dos, aunque no lo supieran, no habían podido verlo. Así que le besó, le besó muy lento, muy inocentemente, algo que era tan infantil e inexperto como tambien seguro y expresivo. Era todo lo que podían darse, lo que tenían para ofrecer.
- ¿Que estan haciendo?- escucharon a Remus murmuran medio dormido- Si van a estar besuqueandose y cuchicheando toda la noche, procuren no hacerlo justo al lado de mi cama...-volvió a dormirse justo despues de eso
Sirius y James de miraron nerviosos, para luego reirse en voz baja, dispuestos a levantarse e irse a otro lado.