Capítulo 29

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Narra Rubén

Un día antes de la boda estaba comprando el traje formal, ya que no tenía, así que fui al centro comercial, aunque sin muchos ánimos.

Había llegado el día, hoy era la ceremonia, estaba en la casa de los familiares de Beatríz, era un tanto incómodo.

De ahí nos fuimos a un bonito jardín donde se celebraría todo.

En el momento en el que el señor dijo esa cosa de que si alguien se oponía, quería saltar de mi asiento, decir que yo me oponía e imaginaba como Mangel me correspondía fielmente, no fue así, sólo me quedé callado, suspiré, y preferí, no arruinar la felicidad del amor de mi vida, de mi mejor amigo.

Beatríz firmó sin pensarlo dos veces, pero Mangel, Mangel lo pensó, volteó hacia atrás, se encontró con mi mirada, me miró unos segundos, parecía que se le estaban a punto de salir algunas lágrimas, se volteó y firmó.

Ya no supe que decirle, sólo lo felicité y le abracé con lágrimas en los ojos, el las tomó como si fueran de felicidad, mientras me desgarraba por dentro.

Me fui de allí en cuanto sucedió eso, no lo soportaría más. No lo soporte más.









Si él es feliz, yo también- Rubelangel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora