Era realmente hermosa, sus ojos marrones, su cabello castaño, su mirada trasmitía todo lo que sentía tan claramente.
- Realmente estas fortote. *Comentó apretando uno de mis brazos, comentario que me sonrojó*
- Los pinchazos te hacen decir tonterias ¿Verdad? *Le dije bromeando*
- Me caes algo mal, pero admito que estas fuerte, y que pinchas bien, pero aun así no quiero que me pinches.
- Aun así, pidiendomelo de ese modo, no puedo hacer nada. Hay que pinchar pero será sólo un poco, evitaré todos los pinchazos que se puedan. ¿Vale?
- Vale. *Respondió pesadamente*
- Te vendrán a recoger ahora para lo otro, yo voy a atender a otros pacientes. ¿Puedo verdad?
- Sí, claro. ¿No habrá pinchazos?
- No, no habrá nada de eso. Voy a ver al paciente, que es como tú de cabezón y no quiere tomar la medicina.
- ¿Es un hombre mayor?
- Es un niño de 14 años, que esta mosqueado por que lo han operado de la rodilla y no puede jugar al fútbol, y no quiere los calmantes, luego se quejará de que le duele.
- ¿Que haces para que se la tomé?
- Pues habló con él, me pregunta cuando podra volver y le dijo que eso depende de como él se cuidé. Si hace lo que le digo pronto.
- ¿Le mientes? Eso no esta bien.
- No le miento, es la verdad. Ya le he dicho que puede volver a jugar, pero nada de esforzarse, al mínimo dolor al banquillo o no podrá jugar más.
- Pues ve a verlo y que se tome todo. Hasta luego.
- ¿Ya no soy capullo?
- Sí lo eres, pero te lo había omitido por una vez.
- Muy generosa.
Dicho esto salí a ver al pequeño futbolista.
Sahyka:
- Al fin te dignas en aparecer. *Le dije nada más asomó la cabeza por el umbral*
- Eres la paciente mas insoportable del mundo.
- Y tu el doctor más imbécil, capullo, tonto laba del universo. *Cruce mis brazos en seña de enojo*
Me cabreaba el maldito, pero fuertote, doctor de 25 años, de ojos color miel, cabello castaño claro, y por que negarlo, era bien guapo. Pero algo de él, me cabreaba a mas no poder.
- Esté doctor, te va a dejar sola de nuevo por ser una borde. Ya me tienes hasta la punta..... *Se calló de repente sin terminar la frase* Me voy. *Soltó de pronto y salió de la habitación*
Me levanté y eché a correr tras él, con el horrible pijama de hospital.
- ¿Donde vas? *Le dije agarrándolo del brazo*
- A mí casa, ya llamé a tus padres para decirle que te quedas ingresada. Eso si, deberías llamarlos para decirles que me has echado y que esta noche duermes sola.
- ¿Ibas a quedarte conmigo toda la noche? ¿Por que?
- Por que creó que tus padres estan ocupados, y yo no tengo gran cosa que hacer. A parte quizás y solo quizás podría haber sido una noche entretenida. Pero ya paso, quedate sola, o llama a tus padres.
ESTÁS LEYENDO
Pon Un Doctor En Tu Vida.
ChickLitSahyka Mendoza, es una joven estudiante de arte la cual enferma de cáncer, los médicos la dan por perdida pero un joven doctor, Sergio Becquer, recién salido de su carrera con unas notas envidiables, ve el caso de Sahyka y le dice a los padres de la...