1000 poses. 1000 fotos. No se decidía, por ninguna, fui al baño a echarme agua y cuando venía caminando hacía ella, con als manos en el borde del pantalón apoyada, mirandola como ella revisaba aun el móvil, vi el flash de nuevo. ¿Otra foto y de imprevisto? Es un caso esta mujer.
- Esta, esta es. * Me mostró la foto*
Realmente salía bien. ¿Pero por que esta y no las otras? Si salía bien en todas.
- Ves tu mirada, no es forzada, miras con sensualidad, y tus rasgo esta igual, nada de forzado. ¿En que pensabas? Espera ¿Me mirabas a mí?
- Pensaba en lo provocativa que éstas con mi chaleco, que por cierto es la parte que ma falta del uniforme, te queda mejor a ti. ¿Responde esto a tu pregunta?
- Sí. *Le subio los colores*
- Una pregunta ¿Ya te has puesto a las gatitas?
No debí preguntar por que me tiró su sujetador, que fue lo primero que halló cerca, menos mal que no fue un zapato o la correa, di gracias por eso.
- Esto es que no, al menos una parte.
- Estúpido. * Se cruzo de brazos, con su cara de mosqueo que era hasta adorable*
Me acerque a ella y bese su cuello.
- No te enojes. Me gusta que estes cómoda conmigo. *Sonó mi móvil en el momento en el que iba a besar sus dulces labios*
Le hice una señal para que me esperase y ella asintió.
- ¿Dija? ¿Quien es?
- Mi hermoso Ken doctor. *Sono la voz de, no podia ser, Sasha*
Sasha, era mí mentora en la vida, cuando me adoptaron ella me enseñó lo que es la vida, es decir, la fiesta, y todo lo que con llevaba, es decir, beber, fumar y follar. Y todo lo hacia con ella durante un año, hasta que se echo novio. Ella era la mayor tentación, siempre es verla y desearla, hacía 6 meses que no sabia de ella, ya que ella era tan adicta a mí, como yo de ella.
- ¿Que tal la vida?
- Bien, pero necesito verte, hace mucho que no nos vemos.
Miré a Sahyka y suspire pesadamente.
- Vale, en el lugar de siempre.
- Vale, pero pensaba mejor ir a tu piso.
- Vale no hay problema, te espero.
- Después del almuerzo estoy ahí.
Dicho eso, colgó. No dejo ni que me despidiera. Volví con Sahyka y ella estaba poniéndose sus bragitas de gatita.
- Así que estaba en lo cierto.
- Calla. *Me ordenó*
- ¿Estas enojada?
- No, sólo me da corte que dijas eso.
- Perdón gatita.
- Estúpido. Menos mal que ya me voy a casa para dibujarte, te lo enseñó esta noche.
- Vale. ¿Pero tan rápido?
- Si, creó que sí. ¿Vienes a mi casa a las once de la noche?
- Vale, ¿miró tu expediente o me das la dirección?
- Te la doy gatito.
- ¡Eh! La gata eres tú, yo soy el doctor ¿No lo ves?
- Dejalo en veterinario. Por que al parecer soy una gata.
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Pon Un Doctor En Tu Vida.
ChickLitSahyka Mendoza, es una joven estudiante de arte la cual enferma de cáncer, los médicos la dan por perdida pero un joven doctor, Sergio Becquer, recién salido de su carrera con unas notas envidiables, ve el caso de Sahyka y le dice a los padres de la...