Popurrí

Capítulo 9

Noveno Drabble

(9) Nieve-Furius/Hiccup II (Ambos personajes del libro)

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Nieve

La primera vez que vieron la maravilla helada su cachorro tenía pocos soles de vida. El rubio cabello caía como oro por las sonrojadas mejillas, botones de rosa en la crema de su piel, los ojitos brillantes, azules, profundos. Ora mar, ora cielo, ora estrellas en el rostro redondeado y decorado por la sonrisa inocente de los aún puros labios.

Su pequeño hermano le hizo jugar con la nieve, hacer figuras que él no entendía y pasar todo un día, que dio como resultado fiebre y mucho frío en el pequeño humano. Pero él lo cuido sin refutar, y no admitió en voz alta que le encanto ese día.

La segunda vez, ya era más mayor. Él no era un dragón de gran tamaño, pero era capaz de proteger a su hermano. Pero también había caído en la trampa de lo que los humanos llamaban amor y tomo la oportunidad y le dijo lo que sentía a su hermano. La sonrisa de sol que le regalo y el dulce sonrojo que lo cubrió por completo derritió su corazón.

Y tomo a su hermano en la nieve. No por el influjo de la temporada de celo. Ambos se entregaron a su pasión, uniéndose en cuerpo, haciendo un juramento por sus almas. Prometiéndose amor eterno.

La tercera y última vez el lienzo helado está pintado con rojo. Gotas gruesas y espesas, congeladas en la nieve, el cuerpo delicado en el centro, los ojos cerrados, la expresión pacifica desmiente el escabroso rojo que mancha su pecho.

El dragón ruge. No pudo protegerlo. No pudo cumplir la promesa. Alza el vuelo y desaparece en el cielo de tormenta, la nieve aun teñida de rojo. El cuerpo aún tendido. Las esperanzas y el amor rotos dejados, allí a morir, echados junto al delicado y etéreo cuerpo en medio de la nieve, allí donde el dorado cabello se torna blanco por los copos helados y los ojos de mar, los ojos de cielo, los ojos puros, los ojos brillantes, donde los hermosos ojos de su hermano no se volverán a abrir.