Capítulo 7

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Séptimo Drabble

(7) Pelear -Dagur/Book!Fishlegs

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Pelear

Debió haberlo esperado. Confiar en que, de verdad, estaba de su parte fue un error. Caer enamorado fue un doble error. Debió saberlo, debió intuirlo. Dagur The Deranged no era de fiar. Nunca lo fue. Pero aun así duele.

Corre en medio de la lucha, las lágrimas caen por sus sonrojadas mejillas, la espada se balancea, quita de en medio los obstáculos para llegar a él. Hiriendo al enemigo y empujando a los aliados.

No sabe que atenaza más su pecho, que lo aprieta con más fuerza. No sabe si pesa más el dolor de la traición a su alianza o a su amor. No sabe si le duele más la furia o la tristeza.

Y lo ve. El cabello rojo, salvaje, suelto de su sempiterna trenza, su cuerpo manchado de sangre, dos espadas sostenidas con fuerza, un grito de guerra en la garganta, la locura en sus ojos.

Sin pensarlo se lanza contra él y blande su espada. La sorpresa en los pálidos ojos verdes no dura, y al moreno le parece ver la preocupación en el fondo del mar de locura verde.

—¿Por qué lo hiciste? —grita, su voz rota por el llanto, el rostro compungido, un brillo desolado en sus ojos.

El pelirrojo no responde y la espada del moreno vuela lejos.

—No debiste estar aquí, Fishlegs—dice con un gruñido y su espada da un golpe mortal en su dirección.

Fishlegs solo atina a cerrar los ojos por la impresión, pero prefiere morir en sus manos a vivir con el dolor y el remordimiento. Pero el golpe no llega.

Abre los ojos y se queda sin aire al ver los ojos verdes demasiado cercas, brillantes en su locura y el calor que le abrazo durante esas pasadas noches. Escucha un quejido a su espalda y en el ardiente espejo de los orbes de Dagur ve la expresión vacía de un berserker antes de que este caiga, muerto por la hoja de su líder.

El fuerte brazo de Dagur lo envuelve y su boca es reclamada con hambre, a la que responde con la misma intensidad. El mundo desaparece y su cuerpo se vuelve nada contra el del otro.

—Estúpido—dice el berserker y lo pega más a su cuerpo—. Ahora tengo que sacarte de aquí.

Fishlegs sonríe un poco y se deja arrastrar. Le debía una enorme disculpa a Hiccup. Luego se la haría llegar. Lo importante ahora era estar con su loco y demente berserker.

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