Un nuevo misterio ha llegado a las manos de nuestro detective privado y su fiel ayudante.
En Londres las desapariciones de las jovencitas ha despertado la alerta de la policía y los padres han solicitado la ayuda de Sherlock Holmes. Pero una visita...
Cuando Zibby fue llevada por los oficiales una rabia se apoderó de mí. Me sentía imponente, Moriarty me lo había advertido, que si no me alejaba le haría daño a Elizabeth, lo cumplió. Todo es mi culpa no debí involucrar a Elizabeth en la ecuación desde el principio. Watson me observaba el me conocía yo lo se, él ya estaba al tanto de mi pensamiento.
-La sacaremos de allí Holmes-
-Es mi culpa Watson, no debí meterla en la ecuación- Watson suspiró dándome una palmeadas en el hombro, me observó escudriñando mis ojos.
-Ella se hubiera involucrado se lo permitieras o no, tiene el espíritu Watson.
Vimos salir del vestidor a Irene, ese era otro tema que debía tratar. Le observe detenidamente, ella me observaba. Camino hacia nosotros tomando una taza de té para luego darle un sorbo, mientras comía una mini tarta.
-Deja de verme así Holmes, tú querías a la chica fuera de la ecuación ¿no?- dijo dándole otro sorbo a su te- Le romperías el corazón ella se iría y luego tu terminarías con esto y irías tras ella, solo no contaba con lo de la policía qué pena, pobre de ella.
-Entonces Holmes ¿tú y ella no?-
-¡por supuesto que no Watson!-
Tome los papeles que Zibby dejó caer al ser arrestada, en ellos había la carta que había extraído del cuerpo de Karla williams hermana de Deborah, esto es interesante en el papel tiene una mancha marrón en la esquina, podría ser una mancha de café o de alguna bebida más fuerte, ante la mirada de Watson y Irene pase mi lengua por la mancha, les tendí el papel y ellos lo olfatearon.
-Huele a bebida alcohólica- dijo Watson.
-Es un trago de escocés- dije levantándome volví a tomar el papel y lo gire y observe que tenía una pequeña y muy diminuta marca en otra esquina de la página, una mariposa monarca. Tome un cacahuete de un tazón y me lo lleve a la boca- solo en bares y en pubs sirven estos tragos- solo tenemos una opción.
-La mariposa azul- dijo Irene.
-Debemos estar atentos, iremos al pub, si vemos algo sospechoso actuamos.
De noche nos encontrábamos en la parte trasera del bar vigilando movimiento, solo se veía como entraban y salían cajas de licor. Habían tres entradas, la puerta trasera donde solo entraba personal autorizado, la puerta de madera del suelo que daba al sótano y una ventana en lo alto que daba al ático, Watson observaba a todos lados, Irene observaba el movimiento de la entrada principal, una sombra a la izquierda a decir verdad cinco sombras a la izquierda nos hizo ponernos alertas, eran las chicas del internado, pude observar a Deborah Williams entre ellas, abrieron la puerta del sótano y entraron en el, cuando entraron salimos del escondite para entrar al sótano. Nos acercamos a la puerta para abrirla lentamente solo se escuchaban voces una voz masculina que no pude identificar les daba instrucciones.
-Ahora que la chica Holmes no estorba el camino, nada estropeara esto.
-¿¡Qué hizo con ella!?- preguntó alterada Deborah Williams, estaba visiblemente preocupada.
Irene me empujó para hacerme entrar, pero coloque mi dedo en mis labios en señal que debía guardar silencio. Solo escuchamos los pasos del hombre.
-Querida Deborah, recuerda la muerte de tu hermana ¿no quieres vengarla?
-Si- contestó no muy segura
-La libertad de un país se gana con sacrificios, no arriesgaremos la lucha solo por una chiquilla detective, ya me he encargado de ella ¿hicieron lo que les dije?
-Si M la bomba ya fue activada- Alisson Keller lo confirmó.
Se escucho el crujido de la puerta eso alertó a todos y salieron por otra puerta, bajamos de prisa, solo encontramos a una de ellas sentada en un sillón era Nubia Kent ella levanto la vista hacia nosotros y me observó.
-Luce terrible señor Holmes-
-Dime ¿Qué planean? ¿Dónde está la bomba?
-No puedo, él tiene a mi familia, dijo que mataría a mi mama, papá y hermanas.
-Si nos ayudas los vamos a proteger-aclame
-Nubia por favor, la democracia, la libertad no se ganan con una guerra, ese hombre no les ayudará- Watson intentaba hacerla reaccionar- Holmes les han lavado el cerebro-
-Por favor protegeremos a tu familia-
-Ya he arreglado eso llegue a un acuerdo con el- Dijo tomando su arma- mi vida por la de ellos, espero que su hija este bien señor Holmes, allí hay una puerta secreta tiene diez minutos- dicho eso se colocó el arma a la cabeza y tiro del gatillo. Se empezó a escuchar pasos por las escaleras Watson los repelaba con su arma, mientras que Irene arrojaba todo de las estanterías para buscar la puerta secreta, vi todo en mi alrededor, vi una chimenea sin fuego, tiene un escape de aire, es una chimenea falsa, tome una palanca abriendo la puerta, allí había un cuarto con otra salida, vi unos boletos, títulos de obras y hoy se presentaba una.
-Al teatro- dije con mucho afán, corrimos como nuestras piernas alcanzaron, según el croquis del teatro la bomba estaba en el podio donde salían los actores a escena, corrimos hasta llegar allí, entramos por la puerta trasera, pasamos tras bastidores, la obra ya había empezado, desmantele una parte del podio para encontrar un cajón, solo con un pequeño artefacto que cubría un agujero del podio, vi hacia él auditorio y allí estaba Allyson sonriendo junto a las tres chicas restantes.
-Me equivoque-
-¿Qué?- preguntó Irene
- Un error un maldito error-
No muy lejos escuchamos un estruendo, una explosión, al salir corrimos hacia dónde se escuchaba el estruendo, en el camino nos encontramos con Clarkie.
-Clarkie infórmame-
-Señor Holmes yo...
-Habla ya-
-Había una bomba en la prision, ha explotado justo cuando los parlamentario estaban reunidos secretamente para tratar el tema de la señorita Holmes, lo siento señor los parlamentarios están muertos y creemos que la señorita Holmes está entre los fallecidos.
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Sentí mis piernas temblar, caí de rodillas, mientras Watson articulaba maldiciones al aire, Irene me tomo de los hombros mientras que yo grite.
