Un nuevo misterio ha llegado a las manos de nuestro detective privado y su fiel ayudante.
En Londres las desapariciones de las jovencitas ha despertado la alerta de la policía y los padres han solicitado la ayuda de Sherlock Holmes. Pero una visita...
Luego de verificar que Zibby se ha quedado dormida, me levanto despacio para no despertarla. Lo de esta noche ha sido intenso, ver el bello rostro de Zibby ser iluminado por la luz de la luna que se filtra por su ventana, solo me hace confirmar lo que ya sabia: La amo y no quiero que siga formando parte de esta ecuación, debo alejarla lo más que pueda. Tomo mi saco de la silla de Zibby, me acerco a la cama y depósito un beso en su cabeza, saliendo de la casa fui a donde la única persona que me tiene intrigado con su presencia. Salí y tome el primer carruaje que encontré.
-¿dónde lo llevo señor?
-Al Grand Hotel
Llegar hacia dónde era antes mi habitación en este hotel fue como un dejavú de lo que me sucedió hace unos meses, me arrodillé frente a la puerta intentando usar mis herramientas para abrir la cerradura, cuando la puerta se abrió frente a mí, dejando ver a una Irene Alder envuelta en una bata blanca sosteniendo una botella de vino.
-Quizás tengas suerte abriendo esto- Me pasó la botella de vino mientras que me dejaba pasar a la habitación- Crei que vendrías más temprano, pero supuse que estabas con la chica del baile, pobrecita casi me mata con la mirada- Dijo caminando hacia el vestidor quitándose la bata- Tienes ese don de seducir a las mujeres Sherlock esa chica está loca por ti, lastima que seas tan tu.
Ignoré lo último que me dijo y destape la botella, aspire el olor del corcho cuando Irene me dijo que lo dejara respirar y servi dos copas.
-Irene quiero que te vayas- solté- quiero que te pongas a salvo y quiero que lleves a Elizabeth contigo, las quiero a salvo.
-No puedo hacer eso, mi jefe quiere saber ¿Quién está detrás de la conspiración?- dijo mientras agarraba con su mano la copa y yo me tomé la mía, pero ella dejó la suya en la mesa, de pronto comencé a sentirme mareado- Te dije que lo dejaras respirar amor mío- dijo tomando mi rostro con sus manos- Ven conmigo huyamos juntos-
-Jamás- Ella me besó con pasión, luego todo se puso negro.
Elizabeth
Al despertar me di cuenta que Sherlock no estaba a mi lado, luego de estar lista baje a la sala hoy era domingo así que las noticias del baile de beneficencia y la muerte de las chicas estarían en todos los titulares del periódico dominical, baje a la sala y John me esperaba en la sala.
-Buen día John- le di un beso en la mejilla- Sherlock ¿aún no se levanta?
-buen día hermanita, según la señora Hudson salió y no regresó a dormir, me menciono que iría a interrogar a Irene Alder ella está en el Grand hotel ¿quieres ir?
Asentí, el manejaba el carruaje, John paro el carruaje cuando le pedí que se detuviera al ver a un chico vendiendo el periódico, compre un ejemplar y iba leyendo el titular en voz alta "Londres en pánico, muere parlamentario en baile benéfico y encuentran cuerpos de chicas desaparecidas", salieron como siempre acusando a oficiales de scotlar Yard que debido a su ineptitud a la hora de investigar sus hijas fueron muertas. Al llegar al hotel fuimos a la habitación de Irene, para nuestra sorpresa la puerta estaba abierta, al entrar mis ojos vieron la imagen más desgarradora que hubiera visto jamás. Era Sherlock y Irene ellos estaban desnudos en la cama y ella apoya su cabeza en el pecho de Sherlock un leve gemido se salió de mis labios, haciendo que ellos se despertaran.
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Sherlock fue el primero en darse cuenta, se levantó asustado cubriéndose rápidamente.
-Zibby esto no es lo que parece- intentó acercarse a mí pero me John me hizo a un lado para apuntar a Sherlock con su revolver- ¡Watson!
-Aléjate de ella Holmes, te dije que no quería que dañaras a mi hermana- toque el hombro de John y le susurre al oído "Solo quiero irme a casa" - Vamos Elizabeth.
Sherlock se acercó más intentando detenernos -Zibby escúchame amor mío, tienes que escucharme.
John y yo no avanzamos más, por qué toda, LITERALMENTE TODA al policía de scotlar Yard estaba en la puerta, Clarkie fue el primer en entrar.
-Buen día doctor, señor Holmes, señorita Holmes y señorita Alder, tenemos nuevas noticias.
-¿Qué ocurre Clarkie? - preguntó Sherlock
-Tenemos una orden de arresto contra su hija-
John y Sherlock se vieron mutuamente para luego verme a mí. Yo estaba en shock gire a ver a Clarkie.
-¿Bromea?
-Ya quisiera señorita, la han catalogado como la principal sospechosa del asesinato de las jóvenes y del parlamentario asesinado la semana anterior, el cuerpo se encontró adulterado, con una incisión sin suturar y tiene sus huellas señorita Holmes- El cuerpo al que le quite tejido no puede ser yo me puse guantes y suture la herida- y al igual se han encontrado incisiones en los cuerpos de las jóvenes y igual están sus huellas- ¡maldita sea! El hombre misterioso debió haberlas hecha cuando estaba inconsciente- Me temo que debo llevármela- una nueva lagrima rodó por mi mejilla.
-¿Qué pasará conmigo?
-Si la encuentran culpable, el pueblo ha pedido que la cuelguen.
-Morir, perfecto para las personas con el corazón roto- musité.
Ante la mirada imponente de Sherlock, John y Irene vieron cómo me esposaban, me aferre a la mano de John quien me miraba con tristeza, me susurró que me sacaría de allí, que no moriría, Sherlock me miraba con tristeza intento acariciar mi mejilla pero me aparté de el, haciendo que Clarkie me llevara al carruaje policial.
