05-10 -➽[FIVE]

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Después de dos meses de encuentros, Choi Yeon-jun sabía casi todo de Tae-hyun y viceversa.

Se confío por completo, habló largo y tendido de la cárcel, y de su intento de suicidio.

En donde el azar, sólo el azar, había decidido que se salvara.

— Parece que la muerte no quería nada contigo  — susurró Tae con una pequeña sonrisa.

— Así es — confirmó con sobriedad Choi —. En general no actúa a la ligera.

Tae-hyun asintió conforme, para luego tomar un poco de su vino tinto y sonreirle con dulzura. Choi le correspondió, tomándole delicadamente la mano.

— ¡Pero bueno, Tae!— dijo de pronto Yeon mientras sonreía ladinamente—. Mírate en el espejo, para que veas lo bello que te ves. Desde que comes conmigo casi todos los días has ganado algunos kilos, ¡mira si no lo hermoso que estás!

Era cierto. La sustanciosa cocina del bar a donde concurrian a menudo, había obrado milagros. Apenas dos meses antes no era más que un espantajo. Sin saber por qué, llevado por un simple capricho, había comprado productos de maquillaje, ropa nueva y, en especial, una camisa de colores alegres. Por la mañana, antes de ir a su estudio, tomaba el sol en un banco. De este modo, muy pronto estuvo levemente bronceado como tras unas vacaciones de playa.

— Ya sé que desde la separación, has vivido tiempos difíciles — insistió Choi—, pero hazme caso, deberías soltarte un poco más. Relajarte.

Por primera vez desde hacia mucho tiempo, Tae-hyun podía sentir en su pecho un sentimiento de calidez que había creído ya haber perdido.

No pudo evitar sonreír nuevamente —. Gracias, Yeon. De verdad.

— A ti, querido — respondió Choi mientras le abrazaba con delicadeza, con absoluto cuidado, como si de su tesoro mas valioso se tratase—. A ti.




— Te puedo llevar, si quieres — propuso amablemente Yeon, mientras le sostenía la puerta del taxi al que había acudido al salir del bar.

Tae meneó la cabeza —. No hace falta, Yeon. Ya haces mucho por mí al pagar siempre la cena — murmuró apenado, puesto a que, aun después de que él siempre se ofrecía para pagar, Yeon jamás se lo permitía.

— No te preocupes — respondió con rapidez Choi, para luego sonreír —. Tú vales mucho mas que eso — le dijo con ternura, mientras le acariciaba con delicadeza su rostro —. Cuídate por favor.

Al llegar a su hogar, se desnudó y estuvo bajo la ducha más de una hora frotándose con el guante de crin, envuelto en sus pensamientos. Luego se sentó con las piernas cruzadas en la cama, sacudido por violentos escalofríos que poco a poco fueron calmándose.

Ya mas tranquilo, tomó su medio comprimido de Lexomil y se durmió cuando ya rayaba el alba.

복수 revenge -➽ yeonhyun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora