Capítulo 1 - Majora's Mask

13.9K 875 1.1K
                                    

Todos recordamos alguna vez esa frase la cual dice «No apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos», bien, pues esa frase me estaba tocando lo intocable en este preciso momento.
Me encontraba, junto a mis padres, frente a mi casa la cual una vez fue admirable en todos los sentidos; ahora, más bien, era restos de un ayer.
Esta fue la sorpresa que nos llevamos tras el viaje de negocios que tuvo mi padre el cual toda la familia fue involucrada.
Es decir, no había nada malo en ir a un viaje y desestresarse por una semana, ¿quién diría que podría haber pasado esto en nuestra ausencia?
Aquella casa que una vez fue hermosa, ahora estaba en ruinas.
Y no solo nuestra casa, sino todas las casas de la ciudad. Todo gracias a un terremoto de noséqué grados.
¡Muchas gracias, querida naturaleza! ¡Ahora estoy sin casa por tu culpa!
Entonces, una imagen apareció como screamer en mi mente... ¡Mis videojuegos!

No era posible..., no era posible...
¿Y ahora qué, Ayleen?
Mi vida acababa desde este momento...
Ahora tendría que salir todos los días, hacer deporte, socializar con la gente...

-¡Ojalá hubiese estado dentro de la casa cuando esto pasó! -exclamé en alto.

Mi madre me dio un golpe en la cabeza.

-¡No digas esas tonterías, Ayleen! -me regañó.

Enfadada, me crucé de brazos.
Vale, tal vez tenía diecisiete años y actuaba como si tuviese diez años menos, pero con una tragedia así, empezaba a tener trastornos de personalidad.
Bueno, tal vez no algo tan grave...
¡Pero mis videojuegos estaban extintos!
Mis únicos mejores amigos están muertos... Ah, sí, y me había quedado sin casa, pero eso no era lo importante ahora.

...

Al parecer, mi padre conocía un lugar donde podíamos quedarnos por un mínimo precio. Estaba a las afueras de la ciudad, pero eso no fue un problema para nosotros.
Mi madre conducía hasta aquel pequeño pueblo mientras discutían sobre las cosas que debían comprar.

No me apenaba tener que mudarme e ir a vivir a un pueblo pues nunca hice un solo amigo en aquella ciudad. No sé qué tenían en contra mía, si yo soy una chica adorable... me gusta coger ranas, gritar a mis compañeros, comer como una burra, echar flatulencias, jugar a videojuegos y reírme de las chicas repípis, ¿¡qué tenían en contra de todo eso!?

Ajusté mi gorra y empecé a jugar a un juego que acababa de descargar en mi smartphone.
Era aburrido como él solo, pero al menos hacía olvidarme -un poco- de lo sucedido.

Realmente fue una suerte el haber encontrado un lugar donde dormir en menos de cuatro horas; admiraba a mi padre y sus contactos.

Mi madre anunció que ya estábamos en el pueblo. Dejé lo que estaba haciendo y miré por la ventana: habían niños correteando, mujeres hablando desde los balcones, chicos montando en skate y bicicleta... Parecía un ambiente bastante acogedor, aunque poco rural. Muy distinto a como lo imaginaba.
La gente se quedó mirando embobada nuestro coche. Al parecer, no solía venir gente de fuera al pueblo.

Una vez hubimos llegado a aquel lugar el cual sería nuestra futura casa, me quedé bastante sorprendida. Pensé que estaríamos en una de esas casas bajitas sin doble planta, pero era todo lo contrario a mis expectativas: era grande, ¡tenía tres plantas! Y parecía muy vieja.

-¡Parece una casa muy misteriosa! Además está apartada de todo y eso es lo que a mi me gusta -comentó mi madre, ensimismada.

-El propietario tan sólo me dijo que dejó las llaves bajo la alfombra. Dijo que no estaba aquí y no tenía pensado volver. Me pareció que hablaba extraño, pero creo que solo fueron imaginaciones mías -recordó mi padre, agachándose hacia la alfombra y sonriendo al encontrar el llavero.

Tenía como veinte llaves en un mismo llavero.

Por suerte, llevamos bastante ropa en las maletas del viaje, por lo que nuestro problema principal no fue la ropa y demás.

Abrimos la casa -la cual tenía una puerta enorme- y penetramos en ella.
Tosí un poco pues tenía bastante polvo.

-¡Aquí hace falta limpieza urgente! -avisó mi madre con los brazos en jarra, mirando a mi padre y a mi consecutivamente.

¿Por qué me miraba? Pensé aterrorizada.

-¡Vaya, eso parece una espada antigua! Iré a ver... -dijo mi padre, intentando hacer olvidar a mi madre su principal idea sobre ayudarla a limpiar TODA la casa.

-Yo... elegiré en qué cuarto me quiero quedar... -dije yo, riendo obligadamente mientras subía las escaleras.

Menosmal, mi madre se quedó mirando una vajilla de porcelana y se olvidó del asunto de la limpieza, pero la suciedad es tan notoria que a los cinco segundos se volverá a acordar.

Cuando entré en la primera habitación, no hubo duda: ese sería mi futuro cuarto.

Imaginé la habitación preparada. En la mesita de noche, la cual tenía un televisor bastante antiguo, estaría junto a mi futuro videojuego. En mi cama habría una colcha roja. El armario estaría decorado de mis dibujos y las paredes estarían pintadas de color azul cielo.
Al abrir la maleta, visualicé el armario y lo abrí para ver cuánto espacio podía proporcionarme... hasta que vi las puertas del cielo abrirse, también.
¡Había una jodida Nintendo 64 en el armario!
Saqué la Nintendo y la besé, luego me arrepentí de haberlo hecho pues estaba asquerosa.
Me fijé que en esta había un juego incrustado, era «Majora's Mask». Nunca había jugado a un juego de Zelda, pero las críticas de mis amigos hacia este juego eran bastante buenas y yo nunca había jugado a un juego tan antiguo.
Sin pensarlo dos veces, conecté el juego y... ¡Genial! Funcionaba. Además, había luz en la casa.
Bien, me pidió ingresar en una cuenta. Había una llamada «BEN» la cual supuse que era de su antiguo propietario y decidí borrarla. Total, si se me aparece su antiguo propietario le diré que jamás había visto ninguna Nintendo 64. Ahora era mía.
Texteé el nombre de la nueva sesión y me llamé «AYL», aunque podía ponerme un nombre más largo, pero nunca me llamaba por mi nombre competo en los videojuegos.
Empecé a jugar y ya de por sí me pareció extraño. Para empezar, la música parecía que se reproducía en reverso. Me dio escalofríos.
Al empezar el juego, éste me dijo: «You souldn't have done that, Ayleen»
Tiré el mando. ¿Cómo mierda sabía mi nombre completo?
Este juego daba bastante temor... aún así, seguí jugando.
De repente, en la pantalla apareció la imagen de un Link totalmente diferente, el cual me causó mucho miedo y no pude hacer otra cosa que gritar «¡Qué bicho más feo!».
Entonces, el juego se reinició y me pidió acceder de nuevo, pero... ¿dónde cojones estaba la cuenta que había creado? En cambio, me volvió a aparecer la cuenta de BEN.
¿Qué clase de juego era este?
Por temor, dejé de jugar.

¿Qué mierda le pasaba al juego?

Let's play『Ben Drowned』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora