«Parte 8»

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Minseok; 10               ChanYeol; 16

Chen; 11                     SuHo; 17

Lay; 15                       Baekhyun; 18

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—¡VAMOS LAY, LLEGAREMOS TARDE!— ChanYeol comía apurado el desayuno mientras Lay casi recientemente se acaba de vestir, se notaba que ChanYeol no había cambiado nada al igual que él.

—Ya estoy ya estoy, ¿ves? Vamos anda.— Tiró de una de las orejas de ChanYeol para ver como sus mejillas se ponían rojas, sin duda, no había cambiado nada de nada.—¡Nos marchamos Papá!

—Id con cuidado.— Y después de Kai poder decir eso, la puerta fue cerrada.

Todos vivían en una misma casa, Lay y ChanYeol compartían cuarto, Chen y Baekhyun otro y Minseok y SuHo el otro, llevaban viviendo así desde que, aproximadamente, Minseok llevaba dos años de vida.

—Oye Lay, ¿crees que Baek mejore? Se le notaba muy mal...— ChanYeol quería mucho a Baek a pesar de que este como siempre lo mirara apunto de matarlo o comérselo literalmente hablando.

—¿tanto te importa? No te importó mucho cuando te enteraste de que estaría en tú clase.— Si, había repetido y ahora se encontraba junto a ChanYeol, ya que solo era un año menor que él, solo que aún no había cumplido los 17.

—Es mejor no hablar contigo tío, desde luego, y siempre así...— Las mejillas de ChanYeol se habían puesto de nuevo rojas mientras miraba a otro lado y decía todo aquello.

—¿hablando de Baek? Se dice por ahí que está con alguien.— Yuta se colocó en medio de ellos.

Yuta era un amigo bastante risueño que habían conocido en el colegio, y también era alguien bastante, pero bastante cotilla, se enteraba de absolutamente todo tanto de clases menores como de clases mayores o de las de su año, como las típicas viejas.

—¿cómo va a ser eso? Él odia el contacto humano.— ChanYeol miró mal a Yuta, quien solo le dió una mirada pícara haciendo que de nuevo, las mejillas de Chan fueran rojas, le daba bastante timidez hablar de estas cosas.

—¡Oh vamos! A mi no me digas, yo solo digo lo que escucho, no me invento nadita.— Lay miró hacia otro lado para encontrarse con SuHo caminando solo con los cascos puestos.

—Oye chicos, voy con SuHo.— Se despidió de un Yuta picando las sonrojadas mejillas de Chan.

—¡Hey SuHo! Holi.— Una sonrisa salió de los labios de SuHo cuando Lay se acercó para besar tiernamente la frente de este.

—¿Qué tal unicornio?— Desde lo que había pasado cuando eran pequeños le encantaba llamar a Lay “unicornio” para tan solo ver como sus mejillas se ponían como las de ChanYeol siempre y sonreía como nunca.

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¡hey Chen!— Un pequeño Xiumin llegó corriendo hasta donde estaba JongDae con una gran sonrisa, al parecer algo bueno o alguna travesura tenía entre sus manos.

—Hey enano, ¿qué tramas?— Minseok sonrió aún más para enseñarle una pequeña rata de color blanco con manchitas marrones.

—¡Mira! Las daban en el colegio, a si que traje una, ¿a que es mona?— Minseok acarició la cabecita de esta mientras Chen también se acercaba para acariciarla, para ellos era bastante mona.

—Sabes que a tú padre Kai le dan miedo, ¿verdad?— Y la sonrisa traviesa de Minseok no tardó en llegar a su boca.

—Lo sé, je, por eso vamos a gastarle una broma, ven.— Sabía que a esta hora los únicos que estarían en casa serían Jackson y Kai, los dos que les tenían miedo a las ratas, a sí que les sería mucho más divertido.

Tocaron a la puerta escuchando un “ya voy” de Kai, a si que Minseok escondió la pequeña ratita con una sonrisa inocente para su papá.

—¡Papá mira!— Y según abrió la puerta un Minseok con una rata en mano que se la puso cerca de la cara le hizo gritar y cerrar la puerta en la cara de los chicos, quienes se descojonaron vivos cuando abrió de nuevo la puerta.
—¿¡qué haces con eso Minseok!?— Su padre Kai no gritaba nunca, y escucharlo en ese momento impresionó a ambos, Kai era como el bueno entre el y D.O.

Minseok bajó la mirada para ver la ratita, se había pasado esta vez.

—Yo...regalaban ratitas en el cole, a si que cogí una...¿podemos quedarnosla?— Habló en plural cogiendo la mano de Chen, quien al principio se sorprendió pero luego asintió con una ligera sonrisa.

—Está bien, pero la cuidareis ustedes y estará en la habitación de alguno de ustedes dos y, además, desde que se escape tendréis que buscarle un dueño, ¿okay?— Ambos asintieron para salir corriendo escaleras arriba sin mostrárselo a Jackson, no querían asustarlo al pobre.

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