Amores.

«Parte 17/ "Antigüedad"»

LuHan caminaba golpeando una piedra con sus manos en los bolsillos mientras iba a la escuela donde estaba SeHun, un chico de diecisiete años con el que estaba saliendo.

Muchos chicos y chicas de edades distintas pero todos menores que él salían de la escuela para él sentarse en un banco mientras miraba su móvil hasta sentir que un cuerpo delante de él, a lo que LuHan miró hacia arriba para sonreír.

El de cabellera rubia, alias SeHun estaba parado delante de él con una gran sonrisa para LuHan se levantara y le diera un pequeño beso en la mejilla, a lo que SeHun agarró la cintura de LuHan para besar sus labios y luego abrazarlo.

A SeHun le importaba bastante poco el hecho de que LuHan fuera más grande que él, después de todo no lo parecía e incluso parecía una chica, y la verdad, es que poco le importaba si la gente le veía que era mayor que él, lo amaba.

—¿Vamos a casa Lulu?— Este asintió cogiendo la mano de SeHun y poniendo su cabeza en su hombro hasta que varios chicos se paraban delante de ellos poniendo tenso a SeHun.

—Hola, SeHun, ¿y esto que es? ¿una chica plana con el pelo de hombre? ¿travesti?— Se acercaron a LuHan mientras este se ponía detrás de SeHun, a pesar de ser el mayor, parecía el más pequeño entre los dos.

—Oh chico, déjanos en paz, ¿qué os importa a ustedes? Es mío, Y ES ÉL.— LuHan cerró los ojos fuertemente mientras agarraba fuerte la chaqueta de SeHun, tenía miedo.

—Sehunnie Sehunnie, ¿no compartirás el hermoso rostro de este hermoso chico?— Agarró el mentón de LuHan haciendo que este levantara la cabeza y abriera un poco los ojos sintiendo como SeHun quitaba la mano de ese tío y ponía la cabeza de Lu en su pecho mientras lo abrazaba por la cintura.

—No, es mío, solo mío, y ni lo compartiré contigo, imbécil, ¿no qué tienes novio? Pues ya está, lárgate— SeHun se llevó cogido a LuHan mientras este lo abraza por el cuello con lágrimas en los ojos.

Si no supierais la edad de ellos dos, ¿cuál pensaréis ustedes que es el mayor y cuál el menor? 

«...»

SeHun amaba como los ojos de LuHan brillaban con un brillo especial cuando lo veía, amaba como se movía cuando cuando bailaban o hacian tonterías, cuando le decía alguna cursilada sus mejillas se volvían rojizas y se volvía tímido.

Amaba la cara de niña que tenía.

—Sehunnie, ¿estás despierto?— LuHan tenía a un SeHun medio dormido en su pecho quien negaba a la pregunta de su novio.—Te tengo que decir algo.— Rápidamente se levantó asustando a su ciervo.

—¿Qué es?— LuHan lo miró para suspirar, a pesar de que parecía no estar nervioso lo estaba, y bastante, pues SeHun aún no había cumplido sus veinte y no quería que estuviera atado a él por la noticia.

—Sehunnie...— Se sentó en la cama mientras SeHun lo miraba atentamente.— SeHun yo...estoy embarazado, yo...lo siento, sigues siendo jóven, ¡no tienes ni veinte! Y yo sí...aún eres jóven, tienes la edad para salir de fiesta y demás, ¡no quiero que estes aquí encerrado por un niño! Perdóname...perdón.— LuHan tapó sus ojos con sus manos mientras lloraba.

SeHun no decía nada, se había quedado inmóvil, era perfecto...crear una familia con su novio, era lo que siempre había querido.

Se movió hasta LuHan para quitar las manos de sus ojos y besarlo apasionadamente mientras acariciaba la barriguita de LuHan para luego darle una hermosa sonrisa y abrazarlo no muy fuerte por si acaso, ya que no estaba muy seguro de como iba todo.

—¡Gracias Lulu! Formaremos una pareja, me da igual si no tengo todo eso, Lulu, tendré una familia contigo, ¿qué me importa el salir de fiesta? Dios...pero...más tarde, cuando estés preparado si eso...¿podemos tener otro bebé? Ya sabes, un hermanito para él...— Acarició el abdomen de LuHan, en el cual aún no se notaba nada.

—Está bien, pero tranqui, que solo llevamos un mes.— SeHun sonrió mucho más, hace un mes lo hicieron por cuarta vez en su relación.

—Seremos buenos papás.— LuHan asintió con una gran sonrisa para besar los labios de su hermoso niño, cual después de todo abrazó la cintura de LuHan y puso su cabeza en el pecho de este para mirar tiernamente a LuHan, quien se sonrojó y miró a otro lado con vergüenza haciendo reír al menor.