No sé muy bien porque continúo con la chorrada del diario de chicas pero bueno.
Tracie es la única que de momento tiene tres días para ella. Es la que de momento más me cuesta. Bueno, no me cuesta. Es sólo que cuando vamos a hacerlo, nos interrumpen.
La cosa es que hoy era viernes y estaba agotado con una resaca impresionante. Había un teléfono en la habitación y marqué a recepción.
- Recepción del centro.
- Rocío. Estoy fatal con esta resaca.
- Mi Erick, ¿quieres que vaya a verte?
- Solo invéntate algo. Por favor.
Colgó y me quedé tendido en la cama. Cerré los ojos y soñé en los pechos de Tracie. ¿Cómo sería follarla?
- Erick.
Abrí los ojos al cabo de dos horas y vi a una sonriente chica. Me levanté y vi que pintas tenía yo. Mi pene estaba erecto por soñar ciertas cosas.
- Voy al baño.
- Espera. No hace falta que lo hagas tú.
Tracie me besó y se sentó sobre mis piernas. Su coño tocaba indirectamente mi pene y mientras nos besábamos, se lo restregaba. Gimió y se desabrochó la camiseta. Yo le seguí besando. Había algo en sus besos que me ponía. Fui a lamerle el coño pero un golpe me paró.
- ¡Tío! ¿Estás bien?
- ¿Eh?
Scott se rió y vi a los otros dos con él. Miré la habitación en busca de Tracie pero había sido un sueño. Un jodido sueño que me ponía demasiado.
- Pensábamos que estarías follando con Julia.- Les miré sin entender.- Ella tampoco ha venido a clases.
Pensé que sería por el pedo de ayer y reí. Me levanté y fui al año. Me peiné un poco y me vestí decentemente.
- ¿A qué habéis venido?
- Queríamos saber si estabas bien.- Miré a Scott y se frotó la sien.- Ya le comentamos a éste que estabas borracho y que no sabías que decías.
Hank se tumbó en mi cama y me dió una palmada en la espalda. Yo estaba sentado en el borde.
- Me tomé la mitad de una botella de wishky.
Los otros se sorprendieron. Yo no era de esos. Tomaba normalmente como mucho una cerveza a la vez que agua para no notar el efecto del alcohol.
- Becky y yo somos una pareja formal ahora.- Miré a Roben y le sonreí.
- Genial, tío. Al menos no empiezas la relación porque ya te la follaste.- Nos reímos y Scott apretó la mandíbula.
- No como Scott que decías que Katie era su novia.- Marc miró a Scott que abrió los ojos más.
Nos volvimos a reír. Esta vez yo no lo hacía con ganas y él me miró serio. Yo encogí los hombros.
- Estaba borracho, me acuerdo de beber y después estar aquí.- Era mentira. Pero como era la primera vez que tomaba alcohol y tanto, ellos lo vieron normal.
- ¿Volverás a tomar? Porque así vamos al completo.- Roben me miró interesado y negué con la cabeza.
- Creo que no debo beber mucho. No quiero ser alcohólico.
Asintieron y se fueron yendo a las siguientes clases. Scott se quedó apoyado en el armario con los brazos cruzados.
- Los borrachos a veces dicen la verdad.
- Va. Tonterías. No me creo que estés con Katie.
- ¿Y si lo estuviera?
- Pues te joderías tú.
- Tener novia no es joder tu vida entera.
Me reí. Él se quedó de pie esperando que parase y me tomase las cosas en serio. Me levanté y saqué mi ropa de la bolsa. Le pedí que se apartase pero no lo hizo.
- ¿Qué me dices de Julia y tú? Te vienes a su cuarto. Eso es casi una relación formal.
Tocaron a la puerta y abrí. Tracie. Jadeé al verla. Iba con una camiseta que le apretaba y le sacaba una preciosa cintura. Su escote dejaba ver un poco sus pechos y esta vez no intentaba disimular su tamaño. Sus pantalones cortos apretados le resaltaban el culo y me fijé que no era tan plana como creía.
- ¿Erick?
- Tracie, ¿qué haces aquí?
- Rocío me dijo que alguien me llamaba desde está habitación.
Le sonreí y le besé en la boca. Le pilló de sorpresa pero me respondió. Noté unos pasos tras de mí y me giré.
- Buenas, Scott. Estás muy guapo, ¿a dónde te irás después?
- A la ciudad, ¿quieres venirte?
- Me gustaría mucho.
Scott me miró y negué en silencio. Pasé mi brazo por detrás de Tracie y la atraí a mí.
- Pero, ¿recuerdas que debes ayudarme con literatura?
Me miró un momento desconcertada y asintió. Scott le dijo que ya quedarían y se fue. Respiré hondo y me senté en la puerta.
- ¿Qué ocurre exactamente con Scott?
- No hables. Por favor.
Vino a mí y me besó. Se sentó sobre mis piernas, como en el sueño, y le restregué mi miembro por su sexo. Gimió y se acercó más a mi cintura para sentirla más.
- Joder, cómo me la pones.
Bajó su mano por mis pectorales y agarró la camiseta, me la quitó y miró mi cuerpo. Se mordió el labio y me besó de nuevo. Su mano bajó hasta mi pantalón y me quitó todo lo que estorbaba.
- Es muy... Grande, ¿no?
- Gracias.- Me reí y la besé. Mi mano empezó a masturbarle y escondió su rostro en mi hombro mientras me agarraba fuertemente la espalda y gemía.
- Creo que debo decirte que...
Le besé y la tumbé debajo mío. Bajé hasta su entrepierna y le chupé. Sus gemidos eran tan suaves y tan entrecortados que pensé que nadie le había hecho esto.
- ¿Alguien te ha chupado como yo?
- No.
- Perfecto.
- Pero Erick.- Paré de chuparla pero con el dedo le iba masajeando.- Soy virgen.
Paré de inmediato y me erguí. Ella cerró las piernas y me miró avergonzada. Me froté la cara y di un golpe al armario.
- Joder. Casi te follo.
- ¿Qué ocurre con eso?
- No quieres perder la virginidad con un mujeriego que va de chica en chica. Quieres perderla con alguien a quien de verdad quieras.
Abrió la boca y la cerró inmediatamente. Se puso un mechón de pelo detrás de la oreja y movió las piernas mientras miraba el suelo. Estaba nerviosa.
- Pero.- Alzó la mirada hacia mí y sus ojos brillaron.- Yo te quiero.
Me quedé de pie. Me arrodillé ante ella y apoyé mi cabeza sobre sus piernas. Me daba igual que estuviéramos desnudos. Sólo me quedé sorprendido.
- ¿Por qué?- Ella me dijo que a qué me refería.- ¿Por qué te enamoras de alguien como yo?
- Eres amable aunque intentes negarlo. Eres un chico que cuando sonríe alegra a todos. Eres muy bueno y eres especial.
- Pero, soy un mujeriego, follo con todas las que puedo. Me gusta sentirme el rey y soy mandón.
- No te digo que no lo sepa. Pero igualmente debajo de esas acciones hay otras buenas.
Me quedé callado. Ella también. Al cabo de media hora se levantó y se vistió. Aún quedaban dos clases. Quería retenerla aquí. Conmigo. Pero no pude decirle que se quedase.
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El Lobo Es Malo
Teen FictionEn el instituto siempre hay un chico malo y la chica que cae ante las garras de su depredador.