Esta mañana hablé con los otros tres de mi grupo sobre lo que hice ayer con Katie y se rieron al saber que nos pilló su compañera.
Sonó la campana para indicar que ya debíamos estar en clase y salimos de mi cuarto. Siempre íbamos tarde, jamás nos metíamos prisa. Era algo normal.
- Roben Bullock, Marc Howland, Scott Mans y por supuesto tú, Erick Frederiksberg, llegáis tarde a clase.- Miré descaradamente a sus pechos. Me di cuenta de que no llevaba sujetador y sus pezones se transparentaban un poco. Ella nos hizo sentarnos.- Todos ustedes estarán castigados.
Nos miramos en silencio y los otros comprendieron que sólo yo iba a ir. Era una especie de castigo siempre ir. Si llegaba bien me castigaba por cualquier otra cosa. A quién engaño, jamás llegué a tiempo y siempre de todas formas espero que me castigue.
- Estúpido mujeriego.
Me giré a esa voz sorprendido de que alguien se me enfrentase. Vi de inmediato unas buenas curvas y otros buenos pechos. La falda estaba ligeramente mal puesta y veía unas preciosas bragas de Batman.
- ¿Quién eres?
- Soy tu compañera de química, Andrea.
- ¿Así?
- ¡Sí!
Dejé de mirarle a los ojos y me concentré en su culo. Sí, era ella. Su culo respingón siempre me daba sin querer en mi entrepierna cuando estábamos en el laboratorio.
- ¿Qué quieres niña sin respeto a su mayor?
- Tenemos que hacer el trabajo de química, ¿recuerdas?
- No pienso ayudarte. Encima ya tengo un diez en el proyecto.
- Mira estúpido crío. Que te folles a la anoréxica y te ponga buena nota vale, pero a mí no me sube.
- ¿Y a mí qué me importa que suspendas?
Me giré hacia delante y dejé de mirarla. De reojo vi que intentaba llamar mi atención pero pasaba un poco. Su cara estaba llena de granos y sólo pensar en su boca rozando mi pene y tener todo eso... Me dió un repelús.
Después de clases fui con mi grupo a un bar. Era viernes y por supuesto no iba a estar en mi habitación encerrado. El señor del bar nos señaló unas mesas traseras y nos sirvió cerveza.
- Erick, ¿qué tal la reunión con tus padres?- Me puso su mano en el hombro y me acordé de golpe.
- Es mañana.
Asintió y se fue a servir a otros clientes. En ese momento oí la voz de mi compañera de química y me volteé a ver. El dueño me señaló y vino a mí quitando su sonrisa.
- ¡Vamos!
Me agarró de la camiseta y me tiró. Yo me la quité y vi como me miraba fugazmente.
- Si quieres verme desnudo completamente, podemos ir a esos baños.
- ¡Estúpido!- Golpeó la mano contra la mesa y los vasos se movieron un poco.- Vas a venir a ayudarme y punto.
Cogí la camiseta y me despedí de mis amigos. Le seguí hasta el laboratorio y sacó todos los instrumentos. Mientras iba a por los ingredientes, yo cogí una probeta y me pregunté si eso daría placer a una chica si lo metía.
- Deja eso en su sitio.
Lo solté y vi que se estaba poniendo una bata. Yo sin embargo iba sólo con un pantalón. Me acerqué a ella y me miró desafiante mientras hacía una coleta.
- Esto parece la típica película porno.
- ¿Por qué?
Me acerqué a ella y le cogí de los pechos, ella se fue para atrás para separarse pero se chocó con una mesa. Le desabroché la bata y bajé su escote hasta que pude sacar sus pechos.
- Por lo que va a pasar.
Me miró intensamente y comprendí que ella en todo momento quería está situación. Recordé que ella siempre sacaba buenas notas y me reí mientras le subía la falda.
- ¿Alguna vez lo has hecho en el laboratorio?
- No.
- Me gusta saber que soy la primera en algo.
Le excité un poco y entré en ella. Se quitó la bata y la camiseta. Me hizo bajarme del todo los pantalones y le subí a la mesa para moverme con más libertad.
- Espero que volvamos a... A hacer un proyecto juntos.- Andrea se colocó la falda y me miró pícara.
- Jamás.
Me vestí y me fui sin hacer caso de sus preguntas. Volví al bar y me encontré que estaban en una tercera ronda de cervezas.
- Julia ha venido preocupada buscándote.
- ¿Dónde está?
Scott me señaló el baño y me dirigí hacia ahí, no antes sin quitarle el vaso de su mano y pidiéndole que parase un poco.
Toqué varias veces la puerta y ella me abrió. Le miré y vi que se subía la falda, sin nada debajo. Puse mis manos en su cintura y le paré.
- ¿Qué ocurre?
- Mañana vienen tus padres.
Asentí y le besé lentamente. Subí mis manos hasta sus pechos y le masajeé. Ella me bajó la bragueta pero le paré.
- Estás nerviosa y lo entiendo. Te haré olvidarte de todo.
Le quité la ropa y le dejé desnuda frente a mí. El baño era pequeño y se sentó en el váter, abriendo las piernas.
- Joder, ¿y esto?
- Es para ti, ¿te gusta?- Asentí y jadeé, se había depilado todo.
Abrí con los dedos los labios mayores y metí la lengua. Un fuerte gemido salió de su boca. Seguí chupándole y cuando casi llegó al climax paré con un fuerte, y lleno de reproche, jadeó. Le metí dos dedos y volvió la cabeza hacia atrás. Me sujetó la cabeza con sus manos y me atrajo a ella. Al cabo de unos pocos segundos, se vino.
- Siempre llego justo a tiempo.
- Justo.
- Soy tu mejor alumno.
- El favorito de la seño.
Sonreí y le besé. Ella me devolvió el besó y salí de ese mini cubículo y del baño. Una señora que entraba me miró raro y volví con los otros.
- Scott, joder, deja de beber.
Los otros dos me hicieron una señal que lo dejase y no comprendí porqué.
- ¿Qué te pasa?
- ¿Qué me pasa? Pues que la nalgona esa quiere algo más porque la follé. Dice que no soy de esos que follan y abandonan.
- Pero sí que eres de esos.
- Pues ella está medio loca ahora.
Se tomó toda una jarra de trago y pidió la quinta cerveza. El dueño me miró y yo negué con la cabeza, él me entendió y se fue.
- Lo arreglaré, hermano.

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El Lobo Es Malo
Novela JuvenilEn el instituto siempre hay un chico malo y la chica que cae ante las garras de su depredador.