*Narra Paolo*
Cuando llegue a mi casa ya era algo tarde. Tenía miedo de llegar, pues mi padre es demasiado estricto con los tiempos y yo se suponía que debía estar fuera por una hora.
-¿Por que haz tardado demasiado?.- Preguntó mi padre apenas entre.
-Lo... Lo siento padre... Es solo que quería estar mas tiempo en la tumba de mi madre... El estar ahí fue tan reconfortante para mi.- Mi padre siguió leyendo el periódico y Catalina bebía té.
-Por cierto, te tengo una sorpresa. De hecho creo que la sorpresa es para los dos.- Dijo mi padre, y yo y Catalina nos miramos.
-¿A que te refieres padre?.- Me atreví a preguntar.
-Veras. Hace tiempo he estado hablando con los Graham, una de las familias mas ricas del estado del norte. Y bueno, ellos tienen una hija mas o menos de tu edad.
Y hemos pensado en un compromiso para ambos. En pocas palabras, los Graham están de acuerdo que ella sea tu prometida.- Esto no me lo esperaba de ninguna forma.
Catalina casi se desmaya y yo junto con ella.-¿Una... Prometida?, pero aún soy muy joven para contraer matrimonio.- Me excuse.
-Así es querido, creo que te estas precipitando.- Añadió Catalina.
-Claro que no. Es el momento perfecto, además, cuando yo muera, quiero verte felizmente casado y con hijos. Serás el hombre de negocios que siempre soñé, con una familia perfecta.
Mejor momento no pude haber escogido.- Aseguró mi padre.-Pero... Ni siquiera la conozco... ¿Como voy a formar una familia perfecta con alguien a quien nunca he visto?.- Trataba por todos los medios de persuadir a mi padre para no comprometerme.
-No te preocupes por eso, el señor Graham y yo lo hemos arreglado todo. La chica vendrá a vivir con nosotros durante medio año. Tiempo en el cual ustedes se conocerán, y considero que es tiempo suficiente para que así sea.- No tenía más excusas, no sabia como decir que no. Además, a mi padre le hacia tanta ilusión el verme casado. Pero yo estoy enamorado de Estéfano, no quiero casarme con alguien mas.
-Bueno, debo irme, aun tengo varios negocios que cerrar.- Añadió mi padre mientras tomaba su saco y llamaba al chofer.- Y tu hijo, ve a estudiar, quiero que seas un hombre inteligente capaz de manejar todos los negocios que te he de heredar.
No sabes lo feliz que me siento al saber que dentro de unos meses seras un señor respetable y tal vez dentro de un par de años, serás todo un padre de familia.- Mi padre me dio un abrazo y después se acerco a Catalina para darle un beso, después salió a toda prisa de la casa.-Tienes que ayudarme ahora mas que nunca.- Me diriji a Catalina.
-No me gusta que me des ordenes.- Dijo mientras le daba un sorbo a su taza de té.
-Si me caso con ella, a ti no te va a tocar nada. Aunque igual mi padre te deja un poco de dinero para que sobrevivas por algún tiempo, pero entonces te tendrás que olvidar de la herencia, ¿acaso eso es lo que quieres?.- Su expresión cambio apenas toque el tema de la herencia.
-Demonios, aunque me cueste admitirlo, tienes razón, no puedes casarte, ¡no debes casarte!. Pero esta bien, te voy a dar todo mi apoyo para que ese compromiso y esa boda no se lleven acabo. Aunque no me malinterpretes, si te voy a ayudar, será para mi propio beneficio, porque te sigo odiando y eso jamas va a cambiar.
-Por mi esta bien. Entonces, tenemos un trato.
-Así es, seremos aliados, y al final yo me quedare con todo el dinero y tu... Tu te quedaras con tu... Amante.- Ella extendió su mano y yo la estreche.
Prácticamente sentía que había hecho un pacto con el diablo.
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E L C I R C O (Yaoi)
Teen FictionEn pleno 1935, Paolo es un joven de 16 años, futuro heredero de una gran constructora, pero su padre lo presiona tanto, que no lo deja salir, no tener amigos, por lo cual, Paolo prácticamente desconoce el mundo exterior. Hasta que un día, el circo l...