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Los cincuenta y cinco están reuniéndose de nuevo en las afueras del edificio central y entran esparcidos en el. la gente que trabaja y vive su vida alrededor observa cómo los hombres caminan con sus rifles en las espaldas, desde hace una época que no miraban tantos hombres armados salir al mismo tiempo de la parte baja, James camina junto Laneto y el resto de viajeros hacia el centro del edificio, un enorme ascensor que sube y baja todos los días y a todas horas, moviendo y permitiendo el transporte de mercancías, vehículos y personas entre el subsuelo y la ciudadela de la superficie, siendo la conexión de las dos partes de Nueva Alba. 

Los cincuenta y cinco están en el ascensor llenando el espacio casi a la mitad, James mira que algunos llevan consigo armas nuevas, posiblemente las espadas y rifles que guardaban en sus casas, y querían estrenar.James voltea a su derecha, el patrullero viejo que erizó la piel de todos cuando contó su anécdota está ahí, mirando la nada como si estuviera atrapado en su mente.

James voltea hacia su amigo cuando el viejo notó que lo estaban mirando y empieza una plática con el.

—¿De dónde era el veterano?

—Creo que era patrullero de rango mayor en el sector tres...exterior creo.

—Nunca lo había visto en todo mi trabajo.

—Es porque tu siempre trabajaste en el sur, el era Norte exterior, ¿Te acuerdas del caso de las madrigueras en los caminos?.

—Los asaltantes, si me acuerdo.

—El ayudo a encontrarlos, encontró la enorme red de ladrones y asesinos.

—Eso fue hace ocho años.

—Bueno el es viejo, y tiene un historial de casos y apoyos en planes, eso es lo que perturba.

—¿A qué te refieres?.

—Un hombre como él, con experiencia y tiempo de su lado...contando aquello como si fuera real.

James sabe que es lo que dice, la palabra de un hombre que trabajaba y trabajo como patrullero diez años antes que él empezará a trabajar como guardia es difícil, sino que imposible de negar.

El ascensor comienza a subir, los viajeros miran alrededor observando su ciudad por última vez, uno de ellos camina hacia el borde y se despide de su familia, quienes están abajo mirando como el desaparece de su vista cuando llegan al techo.El ascensor está subiendo por un agujero enorme de piedra, granito y metal, hasta que sube por completo deteniéndose en el centro de un edificio, la segunda parte el edificio central, donde está el control de las torres y la seguridad de las personas que viven arriba.El edificio está lleno de gente, la mayoría personas civiles que tienen sus trabajos en zonas de comercio por encima, Nueva Alba es conocida por su balance encima y debajo la tierra, dos terceras partes de los edificios son de negocios y hoteles para los que llegan en los barcos y orugas. Una tercera parte del dinero producido proviene del sector turístico, haciendo que la ciudad subterránea crezca más y la clase baja y media baja desaparezca por completo.

Un hombre escoltado por cuatro guardias camina hasta estar frente al grupo armado. James sabe quién es, el mismo que los manda a caminar cien kilómetros con migrantes.Un hombre del grupo camina hacia el y se une a los guardias.

—El hombre que está a mi lado es el líder de la misión, Louis Buttard, capitán y estratega del grupo.

El hombre levanta su mano saludando al resto por momentos, mientras que el resto de los viajeros lo observan.

—El tiene experiencia en trabajo con emigrantes y será la voz de la central, llevará una radio de largo alcance. 

Dos ingenieros caminan hacia el frente del grupo, ambos llevan mochilas con radiocomunicadores.

—Ellos se encargaran de la comunicación del grupo, cada quien tendrá una radio con la que podrán seguir juntos en caso de si los grupos se separan, en cuanto crucen la salida de Nueva Alba cinco carrozas de suministros, armamento, comida, y lo más importante, un puesto de comunicación primario para el asentamiento.

Esa palabra fue como un taladrar de oídos para todos, el decir que van a asentarse en Galia significa que estarán allí por un tiempo.

—Los planos los tiene la ingeniera Yelena, por mi parte es todo lo que tengo que decir...tengan cuidado.

Los hombres empiezan a caminar hacia la salida de la ciudad, observando por última vez su hogar antes de que partan a un viaje largo, Louis Buttard es el que guía al grupo por una calle rodeada de edificios altos y rojos hasta llegar al portón abierto, mostrando un Prado verde con flores y un sendero en medio, a lo lejos se ven unas montañas, no altas, pero lo suficiente como para que James sepa que después de cruzarlas...El terreno será traicionero.  

GALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora