Desolación

17.5K 1.6K 151
                                    

Título: Hermandad de los Lobos

Autora: Clumyskitty

Fandom: MCU-Omegaverse

Parejas: OC/Tony luego entonces Stony.

Derechos: ¿pues cuáles?

Advertencias: Universo Alterno con Omegaverse y m-preg. Estoy loca, enferma y desquiciada. Post Civil War con cambios porque necesito satisfacción. Shalom. Namasté.

Gracias por leerme.



DESOLACIÓN.


Las Manadas eran vitales para sobrevivir.


Primero había sido su familia, aunque su padre jamás se comportó como el Alfa que debía haber sido. Y ellos murieron. Luego fueron los amigos pero jamás estuvieron lo suficiente para formar un Vínculo. De todos ellos, solo quedó Rhodey. Después sucedió lo de Afganistán, y poco o nada pudo hacer contra ellos. Igual que con Obadiah Stane y su horrible traición. Entonces apareció Nicholas Fury con su iniciativa Vengadores. Una nueva Manada, de las más fuertes, una Manada de Guerra.

Loki y los Chitauris, Ultrón. Sokovia.

No había sido culpa de Steve, realmente, porque jamás establecieron un compromiso formal. Él quiso ayudarle, nunca hubo contrato de reciprocidad. Fue su exclusiva responsabilidad haberse enamorado del Alfa. Pepper se dio cuenta, era inevitable. Aceptó los reclamos sin chistar. Ella se quedó para ayudarle por última vez, era lo último que haría, porque a pesar de todo, le estimaba lo suficiente para no abandonarle en tan precario estado. Una equivocación del destino, una burla a su vida, probablemente. Ya le habían confirmado que sus Celos eran infértiles debido al envenenamiento del Paladium. Por eso...

Fue muy duro el primer trimestre, porque sin su Alfa correcto el descontrol de su cuerpo fue total. Pero Steve no respondía sus mensajes. Después se enteró que estaba buscando pistas del Soldado de Invierno. Su mejor amigo, probablemente... El segundo trimestre fue más estable pero hubo días en los que se juró perdería la vida junto con el pequeño que llevaba en el vientre. Lloró igual que el cielo gris. Tuvo tanto miedo. Se sintió tan bajo con Pepper, mendingando su protección en el último trimestre cuando se acercó la fecha del nacimiento. Pero no tenía a nadie más. No podía decirle a nadie más. ¿Quién iba a creerle? Era un Omega mayor y con la peor reputación. Más lágrimas vinieron a su rostro cuando tuvo a su pequeño en brazos, había nacido con los mismos ojos azules de su padre ausente. Había renunciado al reactor, a las armaduras con tal de dedicarse de lleno a su hijo. Pero seguía sin tener una Manada de respaldo. Algo peligroso para el futuro de Peter.


Acuerdos de Sokovia.


Steve dijo no, todos dijeron no. Él dijo sí. Por Peter.


Nunca pudo averiguar qué cosa era Barnes, pero dada la forma en que el capitán le protegió, fue resignándose a la idea más que lógica. Lo más simple tiende a ser lo cierto. Jamás fue culpa de Steve. Nunca acordaron nada. Pero dolía peor que todas las acusaciones de los Vengadores.


Siberia.


Abandono. Traición.


Tenía lágrimas congeladas en el rostro cuando Visión fue a su rescate. Bucky era el Omega de Steve. Rhodey había caído, defendiéndole. Visión estaba deshecho, protegiéndole.


Una carta. Un teléfono.


No tenía una Manada, jamás sería parte de una. El dinero, la vanidad y su genio no podían darle algo que jamás sería para él. Ni para Peter.


No...


Peter debía tener una Manada, un niño sin padre no tenía probabilidades de sobrevivir en un mundo de feroces Alfas e indiferentes Betas. Tony dejó en su cama a Rhodey para que durmiera, tendría una nueva hospitalización para su columna. Cocinó junto a Visión lo poco que sabía. Apagó las luces de un complejo más que solitario, entrando a su habitación. Peter dormía, sereno en su cama, con su pijama de algodón, cercado por almohadas y peluches con una lámpara de luces dejando escuchar una canción de cuna. Sonrió al recostarse a su lado, abrazando a su pequeño quien de inmediato se pegó a él, buscando el calor de sus brazos.


Tony lloró en silencio.


Sin una Manada, no iban a sobrevivir.

Peter no iba a sobrevivir. Él estaba demasiado débil para luchar una vez más.

Ya no podía luchar.

Estaban solos.

Hermandad de los LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora