Hermandad de los Lobos

XI. Tony

Título: Hermandad de los Lobos

Autora: Clumyskitty

Fandom: MCU-Omegaverse

Parejas: OC/Tony luego entonces Stony.

Derechos: ¿pues cuáles?

Advertencias: Universo Alterno con Omegaverse y m-preg. Estoy loca, enferma y desquiciada. Post Civil War con cambios porque necesito satisfacción. Shalom. Namasté.

Gracias por leerme.

XI. Tony.

-Por los dientes de Marie Curie...

Tony se mesó sus cabellos, dejando caer sus párpados mientras se sobaba su atormentada cabeza. Entre los mareos y las náuseas, se estaba convirtiendo en cliente consentido del baño. Tenía un apetito feroz superado por unos vómitos matutinos que empezaba a odiar. Había sido igual durante la gestación de Peter, lo había olvidado alegremente. Una toalla fresca vino a su frente pálida, levantando su mirada hacia el rostro tranquilo de Barnes, quien le ayudó a ponerse de pie, volviendo a la cama donde se tumbó, haciéndose ovillo con la firme intención de crear una osmosis con el colchón y desaparecer del mundo. Bucky rió al verle así, negando apenas con la cabeza, buscando la bandeja que había traído con su desayuno. El castaño solamente se giró, dándole la espalda no queriendo tener ningún aroma de comida lo suficientemente cerca de su nariz o volvería a saludar a la taza del baño.

-No tengo hambre.

-Sí la tienes, anda.

-Voy a vomitarlo.

-Te prometo que no será así.

-Te aseguro que sí.

Solo escuchó un resoplido antes del inconfundible sonido de una tapa siendo levantada. Tony abrió de inmediato sus ojos adormilados porque un delicioso aroma inundó su olfato sin provocarle esas arqueadas espantosas.

-¿Qué es eso? –se giró, mirando aquella sopa caliente que James le ofreció.

-Una receta especial para Omegas gestando.

-¿Cómo supiste...?

-La aprendí durante las misiones en Europa, de unas gitanas –Bucky se encogió de hombros, sonriendo al verle gatear hacia la orilla de la cama- Anda, prueba.

Lo hizo casi arrebatándole la cuchara, probando apenas un sorbo antes de llevarse más a la boca igual que un hambriento. Estaba delicioso por no mencionar que su estómago lo agradeció. Tenía verduras preparadas de una forma muy diferente, con trozos de pan seco y hierbas además del sabor del pollo. Podría superar esos duros meses con tan solo esa sopa. Tony arqueó una ceja, señalando con la cuchara su tazón.

-Eres un Omega lleno de monerías.

-También te quiero.

-Bucky, ¿cómo pudiste entrar al ejército siendo Omega?

-Supresores, había estado trabajando para ahorrar y bueno, luego con el sueldo del ejército fue más sencillo, en cierta manera. No fui el único haciendo esas cosas.

-La guerra hizo ciegos a los reclutadores.

-No fueron los únicos.

-Sigo sin creer que estés aquí. Digo, esta sopa está exquisita, pero me extraña que...