IV. Peter

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Título: Hermandad de los Lobos

Autora: Clumyskitty

Fandom: MCU-Omegaverse

Parejas: OC/Tony luego entonces Stony.

Derechos: ¿pues cuáles?

Advertencias: Universo Alterno con Omegaverse y m-preg. Estoy loca, enferma y desquiciada. Post Civil War con cambios porque necesito satisfacción. Shalom. Namasté.

Gracias por leerme.



IV. Peter.


Las vacaciones habían sido geniales y más que geniales, comenzando por el viaje a Nueva York del cual Peter no había parado de hablar con cuanto ser humano tuviera al alcance. Su Manada Familiar estuvo muy contenta con los chorrocientos regalos que les dio, sobre todo con los celulares que mami trajo para que pudieran jugar en la mansión a los Pokemones como lo había visto en la ciudad tan llena de cosas muy bonitas y brillantes pero con muchísima gente, aunque fue divertido ver a tantas personas tan chistosas andar de un lado para otro. Y las hamburguesas no tuvieron punto de comparación. Samara le dejó sus mejillas rojas de tantos besos que le regaló porque además le trajo una canastilla especial para su conejito, así podría nadar con él cuando fuesen de paseo al lago junto a la mansión como acostumbraban en cada descanso de Padre Lars.

Todos los adiestradores se organizaron para que aprendieran a jugar con los celulares y atraparan sus animalitos. La suerte de tener a mami tan pero tan inteligente era que no necesitaban depender del juego original porque estaban muy lejos, mami hizo que los Pokemones anduvieran por todos lados y corrieron en los bosques y campos correteándolos. Peter hizo trampa porque se fue sobre los hombros de Christopher, ambos riendo hasta que les dolió la panza de tanto buscar a los más raros. Luego tocó el turno de los campamentos que hacían la Hermandad, así todos podían ir aprendiendo de sus habilidades. Se emocionó mucho porque le tocaba una actividad con Padre Lars por primera vez, ahora que tenía tiempo. Peter estuvo muy nervioso, a nada de morderse sus uñitas.

Es que la prueba era bien difícil, todos los pequeñitos Alfa como él debían escalar una cuesta de colina donde había raíces gruesas para apoyarse y llegar a la cima. Se escuchó muy fácil y más de uno brincoteó diciendo que lo lograría hasta que los adiestradores fueron con ellos, poniéndoles sus rodilleras, coderas, un casco y unos guantecitos. Pero lo que puso a todos de ojos bien grandes es que les colocaron un chalequito que tenía en la parte de atrás un bolsillo ancho donde unos Hermanos les fueron dando barras pesadas. Iban a tener que subir la cuesta con peso en su espalda, y el suelo estaba lodoso aunque tuvieran botas para eso. Así ya no fue tan sencillo. Padre Lars le dijo a todos sus hijitos que cuando tocara el silbato salieran corriendo y a subir. El corazón de Peter casi se le salió del pecho.

Pero salió corriendo con todas sus fuerzas, era más trabajoso con el peso en su espalda, en más de una ocasión casi se cae porque era como sentir que se hundía en el lodo. Se aferró bien fuerte a las raíces al comenzar a escalar. Samara le gritaba desde abajo, animándole igual que Christopher quien le daba consejos, bueno a todos, pero Peter sentía que eran para él. La fuerte voz de Padre Lars les animó a seguir, ordenando que no pararan, si paraban nunca tocarían la cima. Una de sus hermanitas se cayó, rodando hacia abajo. Se asustó pero no se soltó, mirando hacia arriba la punta de la colina que se veía muy lejos todavía. Peter miró a mami, quien estaba muy atento, con su rostro preocupado junto a Rumiko, una Omega joven y amiga suya. No iba a decepcionar a mami, él era un Alfa y los Alfa eran fuertes.

Hermandad de los LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora