Título: Hermandad de los Lobos
Autora: Clumyskitty
Fandom: MCU-Omegaverse
Parejas: OC/Tony luego entonces Stony.
Derechos: ¿pues cuáles?
Advertencias: Universo Alterno con Omegaverse y m-preg. Estoy loca, enferma y desquiciada. Post Civil War con cambios porque necesito satisfacción. Shalom. Namasté.
Gracias por leerme.
I.Peter.
La enorme campana sonó, meciéndose lentamente como si tuviera pereza en lo alto de la torre con techo rojo. Era hora del recreo y Peter salió corriendo como el resto de sus compañeritos, gritando a todo pulmón cuando tocaron el césped en donde esperaban toda clase de juguetes para su edad: enormes pelotas de colores, cuerdas para dar saltitos, aros forrados con listones brillantes, palitas con cubetas en el arenero. Todos habían terminado a tiempo sus ejercicios escolares, dejando en orden sus sillas y mesitas antes de ir al comedor donde tomaron el desayuno muy apurados entre charlas sobre el orden de los juegos para ese día. Peter tenía varias y muy bonitas Manadas, tenía su Manada Escolar, con todo su grupo incluyendo a la Hermana Teresa que era su guía. También estaba su Manada de Amigos, con Gwen, Jacob y Tommy. Luego se pegaban otros niños pero era cuando sus Manadas no iban.
Su Manada de Amigos se había puesto de acuerdo antes de terminarse la gelatina que lo mejor era comenzar por las cuerdas porque casi nadie las agarraba pero ellos cuatro eran geniales para los saltos hasta que se quedaban sin aire. Luego tomarían el arenero para descansar y finalizarían con unas carreras con pelotas. Ése había sido el plan, pero cuando ya tenían las cuerdas, un niño muy grosero estaba jalando de sus coletas a una niña recién llegada a la Comuna. Peter primero hizo como que no veía pero esas cosas siempre le ponían muy de malas, así que no pudo más y fue a decirle a Rupert –así se llamaba- que dejara en paz a la niña nueva. Rupert fue el primero en empujarle contra la arena, ensuciando todo su uniforme de diario, sabiendo que les castigaban si alguna de las Hermanas llegaba a verles manchados. Bastante listo como grosero. Pero Peter no se dejó, levantándose para hacer lo mismo y de repente, estaban revolcándose con todos alrededor gritando.
La Hermana Teresa llegó con otras Hermanas a poner orden, para la mala fortuna de Peter, también había salido la Madre Súper. Le decían Súper porque les costaba decir el otro nombre –Superiora- que tenía. Era la Alfa jefa de las Hermanas, nadie sabía su nombre, hasta contaban en las largas mesas del desayuno que ya vivía ahí cuando se fundó la Comuna. Quién sabe. Peter fue llevado de la mano por la Madre Súper a su oficina, en el tercer piso de la escuela donde ya no se escuchaba nada, todo era un silencio muy preocupante, con esas figuras de piedra gris mirándole con ojos cansados y un reloj haciendo tic tac. Se sentó muy derechito en la enorme silla con respaldo acolchado donde le dejó la Madre Súper, mientras ella rodeaba un enorme escritorio de madera roja oscura con muchos papeles encima, una lámpara en cada lado y un bote con bolígrafos.
-Peter, esta es la tercera vez que has peleado.
Él suspiró mirando sus manecitas con sus pies meciéndose nerviosos porque además de estar en la oficina de la Madre Súper, se había dado cuenta que se le había soltado una de sus agujetas de su calzado. Una faltota que podía costarle deberes comunales, menos horas de juego. Pero no había manera de alzar su pie y anudarla de nuevo sin que se diera cuenta esa Alfa de rostro duro como las figuras de piedra que le rodeaban, con algunas arrugas a los lados de sus ojos y en la frente pero con unos ojazos de miedo. Parecían cuchillos queriendo entrar en su mente, en color gris claro. En la Comuna, todos los miembros de la Hermandad tenían los ojos color gris muy bajito como una nube que apenas empieza a engordar. Solo los de fuera como su mami y él los tenían de color muy diferente.
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Hermandad de los Lobos
أدب الهواةLas Manadas son vitales para sobrevivir, las Manadas son la fuerza que inspira para lograr lo imposible. Sin una Manada, se corre el riesgo de morir. Eso lo sabe muy bien Tony Stark, y después de la Guerra Civil, no tiene un refugio que le proteja a...