X. Peter

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Título: Hermandad de los Lobos

Autora: Clumyskitty

Fandom: MCU-Omegaverse

Parejas: OC/Tony luego entonces Stony.

Derechos: ¿pues cuáles?

Advertencias: Universo Alterno con Omegaverse y m-preg. Estoy loca, enferma y desquiciada. Post Civil War con cambios porque necesito satisfacción. Shalom. Namasté.

Gracias por leerme.



X. Peter.


No me rendiré, no me rendiré.

Puedes desafiarme en cualquier lugar, no me rendiré.

Firme estaré, no claudicaré.

No me abatiré, ni me entristeceré, firme estaré.

Sé lo que está bien, y aquí viviré.

Aunque de lo opuesto me quieran convencer, firme yo estaré.

No me rendiré.

De pronto, cuando en peligro esté, ¡tal vez, más firme estaré!

No me rendiré.


Peter se limpió una vez más sus lágrimas, sorbiendo su nariz que talló un poco más, mirando al tranquilo mar en su ir y venir de olas. Había mucho frío, con un sentimiento de algo roto, en su interior. No más Comuna, no más Christopher o Samara, tampoco Laula o Annie. No Mark 42 ni Sensei. Estaban muertos. Igual que Padre Lars. Sollozó poniendo de nuevo la música de su película favorita, escuchando esa canción que un día le recordara un momento tan bonito que llenó de luz su vida. Cuando Ava le había dicho sobre el juego y las cosas de miedo, realmente había hablado en serio. Todo se puso muy feo, por nada estuvo a punto de correr para donde fuera pero la guía de su pulserita había hecho que tanto él como mami fuesen a un sitio seguro. Más les siguieron. Pero no todos. Todavía despertaba por las pesadillas que tenía, entre los brazos de mami que le calmaban enseguida.

Ya no había hogar ni Manadas.

Estaban rotos y solitos en aquella casa de Malibú, y Peter sabía que sin Manadas la cosa no estaba bien. Su hermanito necesitaba Vínculos fuertes para crecer sano, mami lo necesitaba también pero solamente tenían a su padrino Rhodey y a tía Pepper. Así no se podía. Sentado sobre la arena de la playa, con sus audífonos obsequio de tía Pepper, estaba pensando en qué tendría que pasar. Peter estaba bien consciente de algo, él era ahora el Alfa de su muy lastimada Manada Especial. Sin hermanas ni hermanos mayores, sin Padre Lars, quedaba solamente él como el único protector. Igual que cuando escaló en la colina, tenía que aguantar los tropezones duros para alcanzar la cima llevando a cuestas a su Manada. Dolía mucho y tenía muchísimo miedo porque era un niño muy pequeñito que nada sabía de cómo ser un buen Alfa fuera de la Comuna.

-¿Peter?

Se talló de nuevo sus ojitos, sorbiendo otra vez su nariz y levantándose con sus manos sacudiéndose la arena cuando su mami le alcanzó. Estaba muy débil, con una cosita en un dedo que estaba conectada a monitores que Ava vigilaba. Mami tenía que descansar el mayor tiempo posible, estar muy tranquilo por su hermanito. Tenía que protegerles, tenía que hacerlo por Padre Lars porque estaba seguro que era algo que él haría. Sonrió aunque tuviera sus ojos húmedos, tomando la mano de su mami, para regresar a la casa de enormes ventanas con muchas puertas por todos lados y muebles todos nuevos. Era un sitio completamente nuevo y desconocido. Visión le dijo que antes había sido el hogar de mami pero un hombre malo la destruyó. Creyó de buena gana que la mala suerte los andaba buscando siempre.

Hermandad de los LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora