extasis!

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Narra michelle

Mateo estaba siendo malo conmigo me estaba pidiendo que suplicara por su atención cuando fue él quien hizo que mi cuerpo no fuera capaz de estar ni un día sin sus caricias, besos, pero no me importo!! le dije que deseaba su pene ensuciando todo mi cuerpo, entonces coloco sobre mi cara su pene el cual Lamí con desespero tenía su esencia me ordeno que no usara las manos las llevo a su abdomen el cual tenía bien formado mientras él follaba mi boca entrando y saliendo lo sentí muy adentro de mi garganta frotándose con cada embestida hasta que se corrió yo me bebí todo como si se tratara de la cosa mas deliciosa.
Mateo se levanto me limpio el rostro con pañuelos desechables me dijo que hoy quería verme en la cena con muy linda ropa de chica yo corrí a alistarme ya que mi padrastro no estaba.
Cuando mi madre me llamo para cenar yo estaba listo salí ya estaba mi madre en la mesa con Mateo el cual me alago por que estaba lindo mi madre me regaño por salir así que pensó que ya había perdido esa costumbre, Mateo dijo que no habría porque enojarse y que era mejor cenar me hizo tomar asiento frente a él mientras mamá estaba en la cabecera de la mesa no había puesto ni dos cucharadas de comida cuando siento el pie de Mateo frotando mi entre pierna hice caer un gesto que mi madre pregunto si estaba bien, si le dije pero su pie llego a mi pene y ahora lo estaba frotantando abrí mis piernas dejando que se moviera a placer mientras trataba de cenar no se detenía seguía estimulando mi pene trague agua para sofocar un gemido que casi escapa de mi boca, mientras Mateo comía y me dirigía una maliciosa sonrisa no aguante mas y me corrí solo así él retiró su pie.
Terminamos de cenar mi madre se acomodo en el sofá de la sala mientras yo lavaba los servicios Mateo estaba en la cocina comiendo helado no me di cuenta en que momento cuando se coloco detrás de mí rodeo mi cintura con sus manos me besaba el cuello levanto mi vestido dijo que debía estar incomodo la ropa interior toda mojada y me la quito, espera mi mamá nos puede ver dije jadeando esta dormida me dijo mientras subía besando mis muslos sentí que no podía mantenerme de pie.
Me subió al mesón desabrocho mi vestido me lo bajo la parte de arriba hasta la cintura lamió y beso desde mi abdomen hasta mis tetillas las cual gustaba morder pellizcar eso a mi me gustaba me excitaba más me tape la boca sentí sus dedos entrando en mi culito.
Esta parte de tí tiene hambre mira como se traga mis dedos tendré que Alimentarte para saciarte susurro a mi oído para luego mordisquear mi oreja,saco su pene lo frotaba en mi entrada pero no lo metía desesperándome lo tome de su remera penetrame ya!! hazme gritar tu nombre enloqueceme de puro placer le dije todo rojo.
Fue así como me embistió no pude evitar gemir  ah ah ah!! En cada embestida  llevame a tu cuarto no quiero despertar a mi madre le dije esperando que no se hubiera despertado ya.
Me levanto del mesón sin salirse de mi culo me llevaba así a su cuarto me besaba porque en cada paso entraba mas profundo me recorría como electricidad en todo mi cuerpo.
Llegamos al cuarto me dejo en su cama no la saques le pedí , quiero sentir cada parte de tu cuerpo y se saco sus ropas me dijo mientras me quitaba ahora mi vestido que estaba hecho todo un desastre.
Abrí mis piernas extendi mis brazos de inmediato se acerco de mi volvió a penetrarme me sostuvo de las caderas haciéndome arquear la espalda su pene llenaba mi culito de semen caliente y todavía estaba duro, me dijo que quería que lo monte se acomodo en la cama me coloque sobre él acomode su pene en mi entrada baje mis caderas hasta tenerlo todo dentro, él lo estaba disfrutando su rostro lo decía comencé a moverme Mateo acariciaba mi pecho con una mano y con la otra tomaba mi pene me sentía que moriría de placer.
No pude mantener el ritmo por lo que Mateo comenzó a moverse me acosté sobre él mientras el separa mis nalguitas para poder moverse mejor,mis gemidos eran incontrolables no me dejo descansar hasta que se sintió satisfecho quedando yo exhausto dormido en sus brazos.

Solo contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora