Mitades [FreddyxGoldenxFred] FNAFHS #SAVEGOLDDY [Pausada]

Capítulo 1: Rompamos la rutina

El ambiente se había animado, el alcohol en sus venas había subido, y la noción del tiempo, la realidad y los sentimientos se había distorsionado. Ambos cuerpos bailaban a compás de la fuerte música que salía desde los altavoces de la discoteca a la cual habían ido con todo el grupo de sus amigos a celebrar su gran victoria. La banda se había consolidado, y un manager había accedido, más que gustoso, a conseguir un concierto en forma de debut para los cinco muchachos, de ahora diecinueve años de edad.

Chica y Foxy habían desaparecido de la visión de ambos jóvenes, y el pelimorado lo había hecho muchísimo antes, dejándoles en claro con una rápida llamada de teléfono (por parte de un Foxy preocupado) que estaba bien. Aquella llamada apenas duró treinta segundos, pero bastó para calmar los nervios.

- I want your bite! Wanna feel your teeth on my neck! - Exclamó el castaño, junto a la canción que resonaba por toda la discoteca.

La gente los apretó más, más juntos, más cerca. Sus ojos chocaron, y unas sonrisas cómplices se dibujaron en sus rostros. Hacía solo un cuarto de hora el castaño se reservaba de bailar, poniendo excusas tontas, mas el rubio se negó a dejarlo y le arrastró a la pista, en la cual ahora ambos estaban, prácticamente, dándolo todo. Sus frentes tenían ya una no especialmente ligera capa de sudor, a pesar de que ellos no se sentían para nada cansancio. Sus labios gritaron la letra de la canción, bueno, un par de frases. Una vez más sus miradas chocaron y pareció que saltasen chispas. El castaño ni si quiera podía ya escuchar la lejana voz de Fred, gritando quién sabe qué dentro de él, le daba igual.

Los cabellos de ambos se pegaban en su frente y mejillas. Sus miradas se conectaron y se negaban a separarse. Un extraño cosquilleo se hizo presente en ellos, cosa que achacaron al alcohol. Ambos se acercaron aún más, y no, no era culpa de la masa de personas empujando esta vez.

Para los ojos azules la camisa del rubio cada vez apretaba más el cuerpo contrario, y cada vez se marcaba más su pecho y abdomen. Por otra parte, a los ojos del rubio, la camiseta del castaño le dejaba ver cada vez más el cuello, las clavículas, el pecho y los hombros del muchacho. Sea como fuere, ninguno de los dos se iba a quejar por las vistas... definitivamente no.

Quedaron atrapados rápidamente en sus mentes, mientras sus cuerpos se movían extrañamente al compás de la canción, que acababa, prácticamente, de cambiar.

<<Estás borracho>> Le reclamó Fred.

<<Déjame en paz Fred, ya te lo he dicho>>

El chico exhaló con desgana, cruzándose de brazos, sentía su mirada incordiarle.

- G-Golden -Llamó al muchacho, y el rubio le miró rápidamente, dándole a entender que le estaba escuchando-. Voy... Voy al baño...

- Te acompaño. -Dijo el muchacho de ojos dorado-grisaceos.

- ¡No hace falta!

- Insisto. -Repitió el rubio, sonriendole.

El castaño suspiró, asintiendo y encogiéndose de hombros. Ambos muchachos caminaron entonces por medio de la gente, a empujones, no demasiados rudos. Entraron al baño y el rubio fue quien se encargó de cerrar. Allí dentro olía a sudor y cigarrillo mezclado con un suave olor a desinfectante para nada fuerte. La música sonaba algo lejana pero fuerte, casi rebotando en las paredes de yeso azulado. El castaño miró bajo las puertas, y no le extrañó ver dos pares de pies en uno de los cubículos, probablemente haciendo cosas no especialmente lícitas. Miró de reojo al rubio, mordiendo un poco su labio.

<<¡Estás completamente borracho! Que desagradable...>> Masculló aquella grave voz del moreno, haciéndole apremiar su búsqueda de un cubículo vacío, cuando entró cerró rápidamente, apretando su cabeza, negando un poco.