Promesas

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Disfruten la lectura :3

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The Truth Behind The Mask

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CAPÍTULO 8:

Promesas.

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Respiró profundo y bostezó apretando a su pecho sus libros. Estaba cansado. Que el amanecer le atrapara dibujando no ayudaba y si sus calificaciones seguían bajando por estar dormido en clases sin dudas terminaría metiéndose en líos con sus padres. Suspiró y cruzó la calle una vez más, solo una cuadra y llegaría a la escuela, solo una simple cuadra.

―¡Nos vemos, mamá! ―exclamó Marinette―. Saldré con Alya después de clases. No me esperen.

―Marinette... ―salió de sus labios impulsivamente y la aludida se volvió en su dirección.

―Buenos días, Natheniel ―saludó sonriendo.

―H-hola, Marinette ―respondió desviando su mirada nervioso―. ¿Vas a clases?

―Claro, estuve ausente una semana prácticamente. Tengo que ponerme al día con todo.

―Si quieres... puedo darte mis apuntes luego...

―¿En serio? ―Preguntó acercándose―. ¡Eso sería genial, Nathaniel! Te estaré eternamente agradecida si lo haces.

―Será un placer, Marinette ―dijo sonriendo, llevando una mano a la parte trasera de su cabeza.

―¡Marinette Dupain Cheng! ―Aquel grito chillón hizo que ambos giraran sus rostros hacia el cruce―. ¡Nos dirás todo ahora mismo! ―Gritó una de las jóvenes arrojándole una revista con fuerza, donde de portada estaban ella y Adrien compartiendo más que palabras en aquel baile.

―Tengo que irme ―dijo agitando su mano frente a Nathaniel, dejando caer la revista al suelo―. ¡Nos vemos en clases! ―Gritó mientras la turda furiosa de fans de Adrien le perseguía el resto del camino hacia la entrada del colegio.

Tomo la revista entre sus manos y aunque se sentía un poco deprimido, cómo si hubiese descubierto la peor noticia que pudiera descubrir. Suspiró y sonrió. Si bien su autoestima no era precisamente alta, siempre estuvo claro que llegar a Marinette sin siquiera hablarle prácticamente, era imposible. Por eso, que Adrien le hubiera "ganado" en una competencia que nunca inició realmente era algo que estaba dispuesto a aceptar, sobre todo si Marinette era feliz.

Además, no estaba dispuesto a sentirse mal, no dejaría que los malos sentimientos fluyeran en su mente una vez más, no quería volver a ser akumatizado y hacer daño a otros, en especial a Ladybug y Chat Noir puesto que ya les había causado suficientes problemas anteriormente, al punto de que incluso tuvieran que involucrar a Marinette para atraparle. No quería sentir esa maldad nunca más.

―Será mejor ir a clases ―dijo para sí mismo, subiendo a toda velocidad, negándose a ver la escena que se daba en la entrada con Marinette y los demás. No quería tentar a su corazón.

The Truth Behind The MaskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora