9. Conexión

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POV KALEE

En cuanto volvemos a la fiesta busco a Alexander entre todos los presentes para encontrarlo apoyado en uno de los enormes ventanales, mirando al suelo mientras dos chicos y tres chicas conversan animadamente delante de él. Los mira serio, escapando de todos los gestos y coqueteos de ellas e ignorando las risas y comentarios de ellos. Entonces, como por arte de magia, levanta la cabeza y me mira. Camina decidido hasta mi y me sonríe levemente al llegar a mi lado.

- ¿Dónde estabas?

- Con Daniel, hace tiempo que no nos veíamos... - el rencor se palpa en mi voz.

- Ya... - suspira - ¿quieres bailar? - niego con la cabeza - ¿beber algo? - vuelvo a negar - ¿qué coño es lo que quieres? - me pregunta esta vez con rabia.

- Quiero ver al humano - le miro seria, sin pestañear - porfavor.

Alexander suspira cansado, abatido. Veo que sus ojos pasan de turquesa a gris.

- Oye, verás a tu humano, ¿de acuerdo? pero primero intenta pretender que estás a gusto aquí conmigo, aunque sea solo un rato - me acaricia el brazo con una suavidad que me sorprende y vuelvo a sentirlo.

- Sí, está bien - le sonrío forzosamente y sé que mis ojos se ven dorados - vamos, tengo sed.

- ¿Qué piensas de todo eso? - suena preocupado.

- ¿Yo? - me río - ¿qué quieres que piense? me has traido aquí contra mi voluntad, me tienes prisionera en tu casa y vas a casarte conmigo a la fuerza. No entiendo qué pretendes con esa pregunta.

- Kalee... yo nunca quise que esto fuera así. Simplemente no entiendo qué nos pasó, yo te amaba con todas mis fuerzas. Aún lo hago. Pero tu decidiste apartarme sin previo aviso y eso me destrozó, sabes que me rompiste en mil pedazos.

- ¿Y ahora pretendes romperme a mi? - las lagrimas luchan por salir - yo no te aparté, tú solo te encerraste en ti mismo. No eras el mismo... - ahora corren libremente por mi rostro - yo también te amé Alexander.

Noto como su cuerpo se queda completamente tenso y él deja de caminar.

- Tu... - las palabras salen como borbotones - ¿tu me amabas? - solloza y veo como una lagrima emborrona el vibrante dorado de su mirada.

- Ven - no sé por qué estúpido motivo me compadezco - nadie puede ver llorar al principe - le sonrio tomándole el brazo para salir de allí.

Al salir al jardín, el temido y cruel principe sin compasión se rompe en un llanto lleno de arrepentimiento y dolor por todo aquello que perdió. Se arrodilla y sigue llorando abrazado a mis piernas sin dejar de susurrar mi nombre y preguntar '¿por qué?' más para si mismo que para mi. No puedo contener más las lágrimas y lloro en silencio, acariciándole el pelo.

- Todo esto no tendría que estar pasando - susurro.

- Lo sé - me responde - pero ya es demasiado tarde.

Tras casi haber olvidado al humano, una preséncia hace que me gire de golpe. La madre de Alexander se encuentra justo a nuestro lado, mirándome.

- Querida, quisiera tener unas palabras contigo - me sonríe amargamente - ¿puedes disculparnos hijo mio?

Alex asiente y se incorpora secándose las lágrimas para marcharse sin decir una palabra. La reina camina tranquila y yo la sigo en silencio, sin rechistar.

Behind the mistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora