XXIV

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Tras contárselo todo, nos quedamos abrazados en silencio, pero no nos incomoda a ninguno de los dos. Es ese tipo de silencio cómplice, que no hace falta llenar con palabras, es suficiente con sentir sus brazos rodeándome. Tengo la cabeza apoyada en su pecho , con lo que oigo el rítmico latido de su corazón, es relajante. Noto sus manos acariciándome el pelo, es curioso como un gesto tan simple  puede hacerte sentir tan bien.

Pero de pronto suena el timbre del cambio del clase, con lo que nos levantamos .

- ¿Te apetece ir a clase o te vienes a tomar algo?

- Tendría que ir a clase, Ellie estará esperándome

- Te invito a un batido de chocolate- maldito, sabe que no puedo resistirme al chocolate

- Tu ganas, ¿me llevas? - le digo mientras le tiendo la mano.

- Por supuesto , my lady- me dice mientras posa mi mano sobre su brazo. Creo que es la primera vez que me salto las clases en mi vida, pero bueno, siempre hay una primera vez para todo

Desde ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora