XXIX

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-Alia, hay días en los que te pasas de borde...

-Perdóneme usted, Mr. Correcto, pero si no se quién es y pasa más de una hora delante de mi puerta pues como que no voy a saludarle con una sonrisa...

-Eres una exagerada...

-Lo que tu digas pequeñajo.

*****

Casi han pasado dos semanas desde que empecé el instituto y algo más de un mes desde el accidente. Durante este tiempo he hecho varias visitas al hospital para realizar varias pruebas, pero hoy es el día definitivo... hoy sabré los resultados y si hay alguna posibilidad de volver a ver, así que en casa se respira mucha tensión.

-Cariño, es hora de irnos- me dice mi madre mientras abre la puerta.

-¡Ya voy! Un momento que encuentre el teléfono.

- Si tenemos que esperar a que lo encuentres sola vamos bien- gran aportación por parte de mi querido hermanito- ya lo tengo yo, vamos - me dice mientras me lo da.

Me sorprendo cuando no aparta la mano después de darme el teléfono, sino que la aprieta con fuerza. La verdad es que han sido semanas muy difíciles para los tres, y Chris ha madurado mucho y muy rápido, haciendo que me sienta culpable.

Más de una vez he hablado de esto con él, diciéndole que no se preocupe por mí y que se vaya con sus amigos y haga la misma vida que antes de que empezara esta pesadilla, pero siempre me responde con algo tipo " Claro, y cuando vuelva estará la casa en llamas porque has intentado cocinar" o similares.

Así que guardo el teléfono en el bolsillo y aprieto su mano, realmente no se quién le está dando fuerzas a quién. Salimos de casa y nos subimos al coche de Sean. Sí, él también viene, prácticamente es parte de la familia y , además no me fío de mi madre conduciendo con este estado de nervios.

Cuando llegamos y salimos del coche, Chris y yo seguimos cogidos de la mano, y mi madre nos abraza a ambos en la puerta del hospital

- Pase lo que pase, vamos a poder con ello, os amo pequeños- susurra mientras nos fundimos los tres en este abrazo.

Estamos un rato en la sala de espera, hasta que dicen mi nombre por los altavoces.

Entramos los tres en la consulta del médico, Sean ha preferido esperar fuera, más que nada porque sino estaríamos llenando demasiado la consulta, aunque sé que también está nervioso y le hubiese gustado entrar aquí.

- Buenas tardes Alia,¿Cómo te encuentras?

-Nerviosa

- Es normal. Bueno, vamos a ver los resultados de las pruebas....



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