Desde cero

XX

-¿quién soy?
- Mira que hay que ser idiota para  taparle los ojos a una ciega, Mark.
-Ups, pues también es verdad

Hago un facepalm,  este chico es  increíble. Por suerte parece que lo lleva bien, aunque de tanto en tanto se olvida y hace alguna tontería como esta.

Junto con él llegan la mayoría de compañeros de clase, algunos se paran a saludar y preguntarme cómo estoy ya que no es un secreto, aunque tampoco me hace ilusión ser protagonista del día.

Por el fondo se oyen chismorreos, lo normal en clase, pero  me hubiese gustado que no los hablasen e mí  en voz tan alta, desde mi asiento puedo oirlas. Aunque la verdad es que no son muy originales: que si pobrecita, que si Mark está conmigo por pena, etc...

Llega un momento en que paso de los chismes de las cotorras de turno y centro mi atención en el profesor, quien empieza a dar la clase. Ya están todos avisados de mi situación así que no se extraña del portátil y no me hace leer en voz alta, ya que todavía no me han llegado los libros en braille.

Las clases pasan sin nada interesante que contar. Suena el timbre del descanso, bendita libertad. Empiezo a recoger las cosas y me voy con Ellie a la cafetería a por el almuerzo.Sigue dirigiéndome ella ya que  he dejado el bastón en la mochila. De pronto mi hombro es golpeado por alguien

-¡Hey , mira por donde vas!

-Como si pudiera...- susurro más para el cuello de mi camisa que para el imbécil que me ha atropellado por los pasillos.

-Hey, mírame cuando te hablo- como si fuera tan fácil, además ¿siempre tiene que empezar la frase con hey?

Me coge la cara con la mano y la levanta hacia lo que supongo que será su altura. En ese momento se calla por completo, justo cuando me ha visto los ojos.