Todo cambio

Capítulo 12: Mis sueños apestan

Toqué el pequeño timbre que había ahí y un señor me abrió, se veía amable, le dije que venía para ser voluntaria y me dijo por donde ir. Caminé por donde me indicó y vi una pequeña sola mientras todos los jugaban, las niñas a la casita y los niños algún deporte, ella se le veía que de verdad quería jugar pero tal vez todos la hacían a un lado por ser diferente, aunque era muy linda, tenia pelo castaño oscuro rizado y ojos dorados.

-Hola, ¿Te puedo ayudar?-me preguntó una señora y me sobresalté.

-Ah sí, ¡Hola! Me llamo Melisa Jones y vine para ser voluntaria.

-Ya veo, tú eres la chica que me mandó Lucía-yo asentí-Entonces ¿Quieres ser voluntaria?

-¡Sí! Este lugar se ve muy bonito-volví a mirar a la niña-¿Quién es la pequeña?

-Ella es Camille, tiene 6 pero es muy tímida y le cuesta relacionarse con la gente, no tiene amigos pero siempre quiere jugar con los chicos-me siento muy identificada con esa pequeña, aparte tiene un nombre hermoso.

-¿Qué le pasó a sus padres?

-Un incendio, solo ella sobrevivió pero estaba muy pequeña y lo único que dice que recuerda es fuego, sigue con esperanza de que algún día encuentre padres. Serían grandes amigas, no pareces de las chicas que tienen muchos amigos, sin ofender, claro.

-Tiene razón, soy muy parecida a ella en ese sentido ¿Qué tengo que hacer para ser voluntaria?

-Acompáñame a mi oficina a llenar los papeles y a ver que horario te sirve.

-Por supuesto-llené todo los papeles con mis datos y con los horarios para ir, iría martes y viernes después de la escuela.

-Necesito que te lleves esto para que tus padres lo firmen y para que Lucía también lo haga ¿Está bien?

-Sí, claro-tomé los papeles y los metí en mi bolso.

-Aquí preferimos camisetas para que los chicos identifique a los voluntarios que les pueden ayudar, la camisa cuesta 10 mil colones para que los pagues cuando puedas y tengas la camisa lo más pronto posible, puedes venir el viernes a ver el orfanato y que te den el recorrido oficial.

-De acuerdo y aquí tiene, tengo el dinero de una vez-abrí la cartera y saque el dinero más otros 5 mil para que lo utilice en lo que sea.

-Son 10 mil nada más, aquí tienes los 5 extras.

-Consérvelos, úselos para alguien que los necesite, no interesa para que los use-le sonreí.

-Pero yo no...

-Pero nada, vine aquí a ayudar y eso es lo que estoy haciendo, las bendiciones no se cuestionan solo se aceptan-le dije sin aceptar el dinero.

-De acuerdo, muchas gracias-me sonrió y se vio un pequeño brillo en sus ojos, la Señora Collins era morena, de pelo castaño oscuro rizado hasta los hombros, ojos negros y una sonrisa enorme, no era gorda pero tampoco era del todo delgada y era un poco más alta que yo.

-Bueno, me voy-tomé mi skate-Vendré el viernes con los papeles al recorrido, gracias.

-De acuerdo, hasta luego-salí del orfanato pero antes me dirigí a la niña.

-Hola, pequeña ¿Cómo te llamas?-le dije amable y suave para que no se asustara mucho.

-Camille ¿Y tú?-tenía una voz preciosa, apuesto a que canta.

-Me llamo Melisa ¿Como estas, Camille?

-Aburrida-dejo caer sus brazos de verdad fastidiada.

-¿Quieres jugar con las niñas?-asintió tímidamente-¿Y porque no vas a jugar con ellas?