Capítulo 27: Yo soy mejor

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Me preparé rápido y salí para la escuela, me puse unos jeans celestes rasgados, una camisa de cuadros gris y negra, un gorro gris, botas estilo militar negras, un anillo de plata y un collar de plata también. Al llegar a la escuela me di cuenta de que no tendría clases hasta medio día y no sé a dónde ir porque seguro mis amigas estarán con sus novios y yo he tenido unos pésimos días.

 Al llegar a la escuela me di cuenta de que no tendría clases hasta medio día y no sé a dónde ir porque seguro mis amigas estarán con sus novios y yo he tenido unos pésimos días

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-¿Qué pasa solecito?-escuché a Chad decir al llegar cerca de mi casillero donde estaba pensando que hacer.

-1) No me digas solecito y 2) No te importa-respondí.

-Oye dime, no tenemos que ser enemigos.

-Bueno-rodé los ojos-No tengo clases hasta medio día y no quiero ir a mi casa.

-¿Tus amigas?

-Estarán con sus novios seguramente.

-¿Quieres venir a mi casa? Estoy seguro que Sofía y mi madre querrán verte...

-¿Enserio? ¿Después de cómo me comporte?

-Tienes esa mala costumbre de hacer que la gente te quiera mucho.

-De acuerdo, vamos-me subí a su auto y llegamos a su casa, al entrar me recibieron mejor de lo que esperaba.

-¡Ay! ¡Mi chiquita! ¡Que dicha que viniste! ¿Tienes hambre? ¿Quieres algo?-me preguntó Sofía como siempre tan linda.

-No gracias, Sofía, estoy bien pero te agradezco.

-Si necesitas algo solo pídelo-asentí con la cabeza.

-Bueno, estaremos en mi habitación-dijo Chad.

-Claro, chicos-subimos al cuarto de Chad y yo cerré la puerta con seguro, quiero tener sexo y sé que Chad estará dispuesto a eso.

-¿Por qué cierras...?-no lo dejé terminar porque lo besé, él me tomó de la cintura y yo lo tiré en la cama-Melisa, yo...-lo volví a besar y me quité las botas sin despegarme de él-¡Espera!-dijo mientras se separaba.

-Chad, quiero esto, no me detengas porque sé que tú también lo quieres.

-Pero está mal, no debería cuando tú...

-...cuando yo acabo de terminar con Jake.

-Sí...

-No me importa, ya lo superé-volví a besarlo y él no se esforzó por separarme, pasé una pierna sobre él quedando así sentada en su abdomen. Mi teléfono empezó a sonar y yo lo tiré por la cama.

-Tu teléfono...-dijo Chad empezando a jadear.

-Déjalo que suene-dije mientras lo besaba y le quitaba la camisa, dejo de sonar pero al ratito volvió a sonar, me quité la camisa para que Chad no se desconcentrara-No importa-dije mientras lo seguía besando, sus manos empezaron a jugar con mi sujetador y yo empecé a desabrochar su pantalón, volvió a sonar mi teléfono.

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