Todo cambio

Capítulo 30: Siempre

POV Melisa
Me cansé de esperar a que Jake cambie, sé que él es una buena persona pero se deja llevar mucho por sus sentimientos del momento. Sé que me quiere y que se preocupa por mí pero yo ya no puedo estar más con él.

En la secundaria nos saludamos como amigos y sé que él está bien con que por lo menos nos saludemos y no sea como cuando lo ignoraba y lo insultaba a cada rato... no les mentiré ni me mentiré a mí misma, lo amo pero es mejor así.

Hoy presiento que algo va a pasar, me siento distinta, presiento que algo fuera de lo normal va a ocurrir pero no sé si es bueno o malo... la verdad espero que no tenga nada que ver con Jake. En mis primeras clases me sentía bien y no había pasado nada distinto, hasta ahora todo bien.

Lastimosamente mi siguiente clase era educación física ¡CHAN CHAN CHAAAAANNN! Okno pero no me gusta para nada educación física, me cambié y empecé a correr, no desayuné muy bien así que después de estar corriendo unos cinco minutos me empecé a sentir mareada, la vista se me nublaba, paré justo donde estaba el entrenador y apenas llegué me desmayé.

Me desperté en el hospital ¿Cómo lo sé? Voy tantas veces que me aprendí todas las paredes blancas con muy pocas en tonos celestes y amarillos muy claros, todos los aparatos y sus sonidos, todas las personas que trabajan ahí... en fin, conozco prácticamente todo el hospital.

Una enfermera de las más agradables entró cuando vio que estaba despierta, Sussy era de las que más sonreía siempre pero esta vez no sonreía, eso me llamó la atención, ella siempre anima a cualquiera en este lugar tan aburrido.

-Hola Sussy, estoy bien, no me duele nada, ya me voy-me levanté de la cama para quitarme los cables pero ella me detuvo.

-No, querida... algo paso, detectamos algo grave, tus padres están de camino.

-¿Qué? ¿Mis padres? Pero ellos... no ¡No! ¡No pueden venir! ¡Estarán en peligro! ¡Ella los encontrará! ¡Y no podré ayudarlos! ¡Tengo que irme!-intenté soltarme para salir pero llegaron más médicos y ya no podía con tantos.

-Llamen al doctor...-dijo Caleb, un enfermero que no me agradaba mucho-...hay que sedarla.

-¡No! ¡Mis padres!-el Doctor Rodríguez entró con una inyección y la puso en mi cuello, el líquido entró en mi sistema provocándome sueño-¡Ellos están...!-no pude terminar la advertencia porque me dormí.

Al despertarme otra vez vi a mis padres junto a mí, se veían tristes y preocupados pero a la vez se les notaba un poco de felicidad al verme... creo.

-Mamá-ella me abrazó al escuchar mi voz y luego papá-¿Qué es lo que pasa? Sussy dijo que era algo "grave".

-Tenemos una buena noticia y una mala... ¿Cuál quieres escuchar primero?-preguntó papá.

-La mala primero-respondí.

-Hay un problema en uno de tus riñones, necesitas una operación y... un trasplante de riñón, tu sangre y tus órganos son muy especiales y casi imposibles de encontrar un donante.

-¿Y la buena?-pregunté.

-La buena es que encontramos a un donante.

-¡¿Enserio?! ¡¿Quién?!-pregunté un poco más animada.

-Creo que esa será una mala noticia para ti...es Jake-dijo mamá... ¿Jake? ¿Enserio? ¿Esto es una broma?

-¡¿Qué?! ¡¿Me están jugando una broma o qué?!

-No, es enserio...

-Bien-dije resignada-Si no hay de otra está bien, aceptaré la donación.

-De acuerdo-dijo el doctor apareciendo de la nada... creo que es como un ninja-Podemos empezar la operación de inmediato, el señor Evans dijo que él estaba listo para cuando sea.