Capítulo 21: Lo amo demasiado

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-¿Hija? Pensé que aún estabas con la psicóloga...-dijo mamá al verme entrar por la puerta.

-Esa "psicóloga" es la estúpida madre de la zorra de Zoey, la misma por la que tengo que ir a donde esa psicóloga. No me importa que tan buena sea la tipa o que tantos títulos tenga, si la vuelvo a ver seguro la mando al carajo.

-¿Cómo te diste cuenta?

-O sea que tú lo sabías.

-Pues tu padre y yo no estábamos muy seguros e investigamos a la señora y pues luego me contaste lo de Zoey, la doctora es muy buena profesionalmente y solo queremos lo mejor para ti...-alguien toco la puerta y mamá fue a abrir.

-Disculpe, necesito hablar con Melisa-dijo Lucía... ¡Lucía! ¡¿Cómo se le ocurre a la tipa a venir?!

-No quiero hablar con usted-le dije yo-Mamá, que se vaya.

-Es importante, Melisa... Yo no sabía lo que pasó con Zoey-interesante... vamos a ver que tiene que decir.

-Deja que pase-le dije a mamá después de un rato y me senté con las piernas como indio en el sillón-Habla.

-Escucha, yo no sabía que mi hija salía con Jake de esa forma, ella me había dicho que tenía un novio pero nunca lo trajo a casa, creo que en alguna sesión me dijiste algo de una Zoey...

-Alto, acotación e información valiosa que seguro necesitaras saber y entender desde mi punto de vista, yo estaba en el hospital con siete meses en coma, Jake dejó de venir y cuando despierto veo que está con Zoey, los felicité y todo pero no había dicho nada porque no lo recordaba. Ahora, cuando Chad me pidió ser su novia Jake me dijo todo y recordé que lo había visto con Zoey en vez de conmigo, estaba en mi casa, le dije que sí a Chad y que no iba a ir a la escuela en un tiempo, no dejé que eso me afectara porque al día siguiente fui y vi a Chad besándose con Zoey. Para que sepas también coqueteó con Gabriel y esa perra que haces llamar hija me arruinó la vida.

-¿E-ella hizo t-todo e-eso?-preguntó confundida y tartamudeando.

-Sí, y no sé si lo sabes o no pero conociendo a Chad tu hija ya no es virgen e imagino que le anda rogando a todos los del instituto que se la metan...solo para que sepas que clases de hija tienes y antes de que me preguntes como lo sé es porque yo lo escucho todo, aunque la gente no lo crea sé lo que sucede en toda la escuela, podré ser la más callada de todos pero soy la que tiene más información y la más peligrosa.

-Yo no sé qué más decir...

-Puedes decir que yo tenía razón y que esa puta solo sabe ser puta, es una imbécil de la chingada, por mí se puede ir al carajo y ya creo que gaste suficientes palabras hablando de esa perra idiota. Ahora, adiós-le señalé la puerta y ella se dirigió allá en shock aún.

-Melisa, de verdad lamento todo lo que te hizo mi hija y quiero que sepas que esto no se quedará así, llamaré a Tomas para que venga a hablar contigo porque parece que no te ha dicho-simplemente salió de la casa dejándome con el clavo de que no me ha dicho Tomas. Me quedé completamente perdida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegó Tomas.

-Creo que me gustas más con el pelo negro, te daré un remedio para que te crezca el cabello y puedas cortártelo hasta que te quede totalmente natural.

-¿Cómo me conoces tanto?-le pregunté riendo.

-Soy genial, por eso-dos meses después mi pelo era de nuevo negro, el remedio de Tomas funciono a la perfección pero seguía sintiendo un vacío que no sé si será por los chicos o por mis antiguos amigos, debo admitir que pasé de los mejores días de mi vida con ellos y con Jake...

Todo cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora