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Perdonad por mi ausencia. Debido a ello sentía en una parte de mí que os lo debía. Así que se me ha ocurrido hacer un híper maratón de textos que os lo dejaré en este apartado y uno de frases que os lo dejo en el siguiente apartado. Espero que os guste la idea y disfrutad.
"Con las gafas oscuras me pasa lo mismo que con el maquillaje. Con uno siento que no veo el mundo como es, y con el otro siento que el mundo no me ve como soy.
Y lo detesto. Detesto los espejismos. Los engaños.
"Una vez más me acosté a lo lago de la cama. Una lágrima había caído en una forma lenta por mi mejilla mientras que te recordaba. Pero, a pesar de aquello, sonreí como si todo estuviese bien aún."
" Debemos ser flexibles y no apegarnos ciegamente a nada: las cosas que tienes, las personas que amas desaparecerán algún día. Nada es tuyo, la vida te lo alquila, te lo presta para que disfrutes mientras lo tienes. Tal vez un día. Tal vez cien años."
Cada persona que pasa por nuestras vidas es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
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Mi abuela una vez me dijo, las relaciones funcionan, cariño, y son 50/50. Algunos días cuando me levanto solo me siento en dar el 10%, entonces tu abuelo tiene que darme el 90% ese día. Pero siempre hay 100% de amor.
Torpe el hombre que intenta deshojarte primero la ropa antes que el alma. Torpe yo que te quiero tanto y a veces ha resultado tan poco. Torpe la poesía que me es innecesaria para describirte totalmente entera. Torpe tú, que no has tenido que callar palabras cuando lo que deseaba era repetir incansablemente te quiero, te quiero, te quiero...
Es increíble como la historia de amor que más me ha marcado en la vida, se convierte en una de las peores.
No porque no la haya amado, de hecho, la amé más de lo que merecía, la amé más de lo que me amé a mí mismo; tampoco porque sea una historia tonta, simple, sin hazañas fantásticas, porque estoy seguro que esta historia tiene todo lo que un buen libro necesita, amor, dolor, engaño, fracaso, decepción, peleas, insultos, reconciliaciones, perdón. Bueno, claro, lo único que faltaría es un final feliz, eso no lo tiene mi historia.
Después de un año logré superarla, estuve con otras mujeres en mi cobarde intento por sacarla de mí, amé otros cuerpos, besé otras labios, necesitaba olvidar su sabor, necesitaba olvidar sus ojos, sus manos, su quinta luna, quería quitarme las ganas de escuchar su voz antes de dormir, pero no lo logré, lastimé corazones y hoy me arrepiento de eso.
Creí tontamente que necesitaba perdonarla, pero eso no era del todo cierto.
La verdad, ella pidió perdón por todo el daño que me hizo, y yo también, le pedí perdón, la perdoné, y pensé que mi corazón tendría tranquilidad, pensé que había cerrado el libro, así, por fin con un final, tal vez no feliz, pero al fin al cabo un final.
Sin embargo hoy, a exactamente un año de haberla visto por última vez, fui débil, quería saber como estaba, quería recordarle que no la odio, quería hacerle saber que a veces la recuerdo y estuvo bien, volví a ver como su sonrisa se dibujaba de manera tímida, pero me di cuenta de algo; nunca necesité perdonarla y nunca necesité pedirle perdón.
Lo cierto es que a quien necesito pedirle perdón es a mi mismo, necesito perdonarme, necesito dejar de sentir que esta historia fue real para ella.
Necesito perdonarme por haberla amado, por haber permitido que me lastimara tantas veces, por dejarme llorar por alguien que no merecía mis lágrimas, pedirme perdón por extrañar a una persona que nunca me extrañó, por necesitar a una mujer que nunca me necesitó y por amar a una mujer que tal vez nunca me amó.
