Heo Young Saeng (POV)
He terminado de limpiar la cocina, la secretaria de Hyun Joong me ha dicho que él aún está en su oficina y probablemente se quede hasta tarde, así que ahora es el momento. Saco un trozo grande de carne, algunos vegetales y arroz.
Tengo que preparar algo rico y nutritivo para que pueda seguir trabajando. Pongo todos los ingredientes sobre la mesa, los veo, luego cierro los ojos y respiro hondo sonriendo. Quiero inspirarme, para que cuando lo pruebe él también sonría.
*La carne con vegetales son sus preferidas. Pon muchas papas*
De pronto siento como si no estuviera solo. Volteo a ver a mi alrededor pero no hay nadie. Me encojo de hombros.
- Debe ser mi imaginación – murmuro.
Sigo cortando papas para ponerlas en la carne, creo que a Hyun deben gustarle. Me quedo pensando un momento.
- ¡Aigoo! ¿Por qué lo estoy llamando por su nombre? – siento que un calorcito en mis mejillas. Si Minnie me viera se estaría riendo de mí.
Ya he puesto todo en el sartén, estoy moviendo la cuchara para que el calor llegue a todos los trozos, pongo sal y pimienta, no mucho, porque no quiero que se enferme. Tomo un poco y la pruebo.
* ¡Wow! ¡Saeng! ¡Te quedó riquísimo!*
- ¡Wow! ¡Ahora sí me esmeré! - me río al echarme ánimos yo sólo.
Lo deja a fuego lento en lo que busco algo que pueda darle de beber. Me quedo pensando ¿será bueno llevarle otra vez vino? ¿y si piensa que estoy queriendo embriagarlo? Aunque no es mala idea... Vuelvo a reír por tanta tontería que pienso.
Abro el refrigerador, veo unas latas de cerveza.
- ¡Perfecto! – tomo una, con una es suficiente.
Preparo la bandeja. Su secretaria ya hace mucho que se ha ido, vino a despedirse de mí, así que sé que está solo. Camino con cuidado hasta su oficina. Mi corazón otra vez está latiendo muy rápido. Toco la puerta, pero nadie contesta.
- Qué raro, se supone que no se ha ido - haciendo equilibrio con una mano, logro abrir la puerta.
Pero sí está. Sentado en su silla frente al escritorio, jugando con ¿un anillo? Me quedo helado. ¿Eso es un anillo? Lo observa muy concentrado, triste. Entonces siente mi mirada, voltea a la puerta y en cuanto me ve pone el anillo en su dedo.
- ¿Aún estas aquí? - tardo un poco en reaccionar, es que me he quedado pensando. Ese anillo ¿es de bodas?
- ¡Ah!... Sí... yo preparé algo para usted. Su secretaria me dijo que se había quedado de nuevo a trabajar.
Camino hasta su escritorio, dejo la charola sobre él y empiezo a poner los platos sobre el escritorio. Él observa cada uno de los platos y finalmente el bote de cerveza.
- ¿Me estás poniendo en engorda? - escucho que pregunta.
- ¿Eh? - estoy un poco confundido. Me le quedo viendo y entonces sonríe ¡¡Dios!! ¡¡Me sonrió!!
- Esto es mucho para mí solo - dice señalando el plato y lo volteo a ver.
- ¡Ah! Perdón, yo no me di cuenta...- siento que mis mejillas están rojas, mi corazón late de prisa.
- ¿Tú ya cenaste? - volteo a verlo otra vez confundido. Para estas alturas creo que ha de pensar que soy un idiota, cada pregunta que me hace, me quedo sin habla. Solo atino a mover mi cabeza para decirle que aún no he cenado - entonces deberías traer otro tenedor.
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Cosas que nunca te dije
FanfictionUna historia de amor que nace de un corazón. No les puedo escribir más porque sería quemar el fic completo, sólo les digo que hay un antes y un después. Inicia con los personajes siendo adolescentes.