Capitulo 28

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Kim Hyun Joong (POV)

Hoy ha sido un día muy ocupado, no he tenido tiempo de ver ni hablar con Saeng. Tuve que ir a visitar a algunos proveedores, uno de ellos fue a las afueras de Seúl así que ya es un poco tarde para ir a buscarlo a su casa.

Voy conduciendo, pasando por algunas calles del centro de la ciudad, entonces veo un letrero, un letrero conocido para mí. Lo dudo por un momento, tal vez voy demasiado rápido, pero siento la necesidad de hacerlo para mantenerlo a mi lado.

Busco un lugar para estacionar el carro, camino hasta ahí, me detengo frente al aparador. Otra vez me pongo a dudar, tal vez piense que estoy loco si hago esto. Hace apenas un mes que acepté mis sentimientos hacia él y ahora estoy parado frente al aparador de ésta joyería.

*¡Wow! Sí que son bonitos los anillos aquí. Fue aquí ¿verdad? Aquí compraste nuestros anillos*

Fijo mi mirada en un par de anillos de cuero negro, con ribete de plata y un acabado rústico, sencillos, discretos. Me quedo pensando cómo se vería en la mano pálida de Young Saeng. Sonrío de solo imaginarme su cara.

* Hyun, esos están bonitos también. ¡Oh! ¡Mira! ¡¡Mejor regálale eso!!*

Volteo para seguir viendo el aparador y me topo con algo más: un dije de plata en forma de corazón, adentro tiene una perla negra.

- Me gusta Kyu ¿A ti que te parece? – murmuro. Espero obtener un consejo aunque sé que no es posible.

*Sí. A mí también me gusta ese corazón*

Suspiro. Me río un poco de lo que estoy haciendo, creo que entenderé un poco a Saeng si me rechaza, hasta yo pienso que voy demasiado aprisa.

Salí de la joyería ya muy retrasado, guardé la cajita en la bolsa de mi pantalón para tenerla a la mano, tomé mi celular y comencé a llamarlo pero no obtuve respuesta. Tal vez esté ocupado en la cocina del restaurante así que no le doy importancia y me apuro a llegar al "Majestic".

Pasé por la puerta de la cocina y me asomé, como ya se me había hecho costumbre, pero no lo veo. Eso comienza a parecer un poco extraño. Voy a mi oficina, ahí está mi secretaria.

- ¿El Chef Heo no ha llegado?

- No señor.

- ¿Avisó?

- No, tal vez se le hizo tarde.

- Mmmm... Está bien. En cuanto llegue me avisas por favor.

- Sí señor.

Estoy un poco inquieto, no recuerdo que alguna vez haya llegado tarde ¿Y si le pasó algo? Empiezo a caminar de un lado a otro en la oficina, hasta que me detengo para respirar hondo. Tengo que tranquilizarme, no le va a pasar nada.

Me siento en mi escritorio para comenzar con los pendientes, pero por más que intento no puedo concentrarme. A cada momento volteo a ver el reloj en la pared, es muy tarde. Levanto el teléfono para llamar a mi secretaria.

- ¿Aún no llega el chef Heo?

- No, aún no señor ¿Quiere que llame a su casa o a su celular?

- No, no es necesario.

Tomé mis llaves y salí de nuevo del restaurante, tengo que buscarlo, algo me dice que está pasando algo. Me siento demasiado inquieto, mi corazón no deja de latir acelerado y siento un hueco en el estómago.

Llegué a su casa pero las luces están apagadas ¿No está? ¿En dónde está entonces? Recordé que guarda una llave debajo del tapete y afortunadamente ahí está, no quiero invadir su privacidad, pero no puedo quitarme éstos nervios.

Cosas que nunca te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora