Capítulo 14: "El juego termino"

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(Últimos capítulos)


Un nuevo día amaneció, un sol radiante ingresaba por la ventana de una habitación dónde una jovencita pelinegra se levantaba con una radiante sonrisa de su cama para dirigirse a dar un baño.

Minutos después:

La bella jovencita desayunaba con su padre con una radiante sonrisa:

¿A qué se debe tanta felicidad?, dijo su padre.

A qué al fin el juego termino, dijo la pelinegra.

¿El juego termino?, dijo su padre sorprendido.

Si papá, dijo la pelinegra contándole brevemente todo.

Qué alegría hija que todo ya se solucionara, pero que decepción con Vegueta, pensé que era un buen muchacho, dijo su padre.

Y lo es, solo que aveces por despecho y orgullo se cometen muchas estupideces, yo fui parte de ese juego y por despecho hice las peores tonterías, dijo la pelinegra.

Si hija tienes razón, ¿y ese muchacho, ya lo sabe?, dijo su padre.

No papá, pero hoy se lo diré, dijo la pelinegra con una radiante sonrisa.

¿Pero hoy no trabajas?, dijo su padre.

Pedí el día libre, dijo la pelinegra.

Departamento de Gokú:

Eso es todo joven, decía un hombre delgado de lentes recibiendo los documentos que Gokú había firmado hace unos minutos.

¿En cuánto tiempo estaré divorciado?, dijo Gokú.

Si la señora firma hoy, en dos a tres semanas, dijo el abogado.

En eso el celular de Gokú timbro, el joven al ver el nombre de su princesa se le ilumino el rostro.

¡Disculpe¡ dijo Gokú yendo a otro ambiente de su departamento para recibir la llamada.

¡Alo, princesa¡ dijo Gokú feliz de oír después de tanto tiempo su voz.

Gokú, necesito verte ¿podrás venir en media hora a mi casa?, necesito hablar algo importante contigo, decía la pelinegra.

Está bien, yo también necesito decirte algo, dijo Gokú.

Entonces te espero, dijo la pelinegra cortando la llamada.

Gokú volvió con el abogado.

Casa de Milk:

Hoy lo conocerás papá decía la pelinegra mientras preparaba el almuerzo, con una gran sonrisa.

Minutos después:

Un joven de cabello alborotado estacionaba su auto frente a la casa de la pelinegra. El joven bajo con un ramo de rosas rojas en la mano caminando lentamente hacia la puerta debido a que se encontraba muy nervioso.

Toc toc toc

Tocaba el joven de cabello alborotado la puerta, cuando de repente la puerta se abrió y un gigantesco hombre apareció por ella.

¡Buenos días¡ ¿se encontrará Milk?, dijo Gokú nervioso ante la presencia del hombre que él supuso era el padre de su amada.

Si, pase joven, mi hija lo está esperando dijo el padre de la pelinegra con amabilidad.

Gokú tomo asiento, mirando cada ambiente de la modesta vivienda, cuando en eso vio bajar a su amada pelinegra con un hermoso vestido color azul.

Gokú, dijo la joven corriendo a abrazarlo.

El joven al sentirla cerca correspondió el cálido abrazo, mientras miraba por momentos al padre de la pelinegra que los observaba.

Milk tomo la mano de Gokú y lo llevo junto a su padre y dijo: Papá te presento a mi primer amor, el hombre al que ame en el pasado, al que amo en el presente y al que amare en el futuro.

Gokú al oír esas palabras sonrío.

Mucho gusto joven mi hija me ha hablado mucho de usted, dijo el padre de Milk, haciendo sonrojar a Gokú.

El gusto es mío señor, dijo Gokú, estrechando la mano del padre de su amada.

Los dejo solos para que platiquen dijo el padre de la pelinegra.

Papito yo te aviso cuando este servido el almuerzo, dijo Milk con una sonrisa.

Una vez que su padre entro a su habitación, la pelinegra se acerco a Gokú y coloco su brazos alrededor de su cuello y le dijo: Ahora si salúdame como se debe.

Gokú sonrió y acerco su rostro al de la pelinegra sin hacerle ningún cuestionamiento y la beso apasionadamente por algunos minutos.

Luego que se separaron ambos dijeron, ahora sí hablemos.

Ambos jóvenes se sentaron juntos a platicar, Gokú dejo que la pelinegra empezara, pues el no imaginaba que lo que ella quería decirle era prácticamente lo mismo que él.

Gokú todo este tiempo hemos sido parte del juego de dos personas caprichosas que sin pensar en hacer daño a otros nos envolvieron en su juego, dijo la pelinegra.

Estás hablando de Bulma y Vegueta ¿verdad?, dijo Gokú.

Sí, ¿cómo lo sabes?, dijo la pelinegra.

Porqué Bulma me confesó todo el daño que ella y Vegueta nos hicieron, sus mentiras para separarnos, e incluso el hijo que me hizo creer que era mío, dijo Gokú con tristeza.

¿Bulma hizo eso?, dijo la pelinegra.

Sí, incluso, me dará el divorcio. ¿Y a ti princesa quién te lo dijo?, decía intrigado Gokú.

Vegueta, el me confesó todo, luego de terminar conmigo, dijo Milk.

Me dio tanto coraje enterarme, si me contuve es porque Bulma es mujer, pero no te imaginas como me dolió enterarme que por culpa de ellos te hice y dije tantas tonterías dijo Gokú con tristeza.

No solo tú, yo también hice y dije cosas manipulada por Bulma y Vegueta, dijo con tristeza la pelinegra.

Si amor, pero el juego ya termino, ya todo acabo, dijo Gokú abrazándola.

Sí al fin podremos ser felices, dijo la pelinegra.

Milk ahora no puedo pedirte formalmente que seas mi novia, porque aún sigo casado con Bulma, pero en cuanto tenga el divorcio en mis manos te lo pediré delante de tu padre, dijo Gokú sonriendo.

Horas después:

Milk, su padre y Gokú, compartían el delicioso almuerzo preparado por la pelinegra en medio de pláticas y risas.

Departamento de Bulma:

La peli azul estampaba su rúbrica en unos documentos.

Eso es todo señora, decía el abogado.

La peli azul entrego el bolígrafo y le dijo: ¿Cuánto demora el trámite?.

De dos a tres semanas ya que es de mutuo acuerdo, dijo el abogado.

Quiero que Gokú conserve sus bienes ¿se puede?, dijo la peli azul.

Si, no hay ningún problema, ya que el joven Son me pidió prácticamente lo mismo que usted dijo el abogado.

¿Le pidió que él conserve lo suyo?, dijo la peli azul.

No, que usted conserve su parte. Are que el divorcio sea por separación de bienes, el joven me pidió que este departamento quede a su nombre, dijo el abogado antes de retirarse.

Gokú, después de todo el daño que te hice, sigues siendo muy generoso conmigo, pensó la peli azul.

VUÉLVEME A QUERERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora