"- Soo-won tiene el aparato de adorno"

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Hak y Jae-ha miraron la pintura con detenimiento.

Una chica delgada y esbelta lucía una tez algo morena acompañando su largo y liso cabello negro como la noche y sus ojos azules. La otra joven, un poco más baja que la anterior tenía la piel más pálida con unos ojos violáceos y un extraño pelo rojo como el más abrasador de los fuegos.

-¿Las venderán?

Zeno asintió.

- Serán las damas de compañía del mismísimo rey.

- ¿Del rey Soo-won?- el capitán rió- Soo-won tiene el aparato de adorno, no sería capaz de tocarlas...

- Todos pensamos que el rey es alguien puro e inocente.- concluyó Yoon

- Pero realmente, nada es lo que parece con él.

Y Hak lo sabía bien, lo había vivido en sus carnes. El actual rey y él habían sido amigos desde que tenían uso de razón, él mismo iba a ser su mano derecha cuando fuera coronado, pero, de la noche a la mañana, y por orden del rey; le expulsaron del palacio exiliándolo de por vida.

Jae-ha lo miro de reojo con diversión, el moreno era una buena persona. Pero su sed de sangre era demasiado grande y crecía más cada día...

- El rey ha ordenado que dos de sus hombres las acompañen en su viaje... Pero, esos dos hombres no aparecerán.

- Y ahí entramos nosotros...- susurro el chico de la coleta.

- Queremos que seáis vosotros quiénes las escolten y que luego las llevéis a casa.

- Este no es un trabajo para un pirata. No tengo porqué ser la niñera de dos niñas. - contestó Hak

- ¡Lo haremos! - exclamó su superior- pero quiero la mitad de la recompensa ahora.

Yoon asintió y sacó una bolsa llena de doblones de oro.

- Zeno, os lo ruega. - habló el rubio mirándolos fijamente - Zeno no quiere que ellas paguen por culpa de sus padres...

Jae-ha colocó una mano en su hombro.

- Tranquilo, estarán sanas y salvas de regreso aquí muy pronto.

Yoon y Zeno hicieron un leve reverencia antes de darles la bolsa.

Hak bufó en cuanto salieron de allí y llegaron a la zona de comercio.

- ¿Estás bien?

- No soy un guardaespaldas, Jae-ha...

Él se rió

- ¿Te molesta tener compañía femenina?

- Me molesta ser un niñero.

El pelinegro observó a su alrededor, dándose cuenta de que a su lado, pasaba una fila de esclavos en fila india.

Eran, niños y mujeres jovenes, ancianos, adultos todos alli solos, por alguna que otra razon que no tenia el derecho de robarle la libertad con la que todos nacen...

El joven de ojos morados apoyo su mano en su hombro

- será un trabajo fácil y corto... he pensado que podríamos ser tú y yo junto a cuatro camaradas mas y dejar a los demás idiotas descansar por un tiempo...

Hak no dijo nada hasta que la fila de esclavos pasó y terminó negando con la cabeza para despues mirarle con su penetrante mirada.

- acepto el trabajo.

Jae-ha sonrió de oreja a oreja y agarró delicadamente su mano.

- Hak~ eres perfecto~ mi mejor hombre~ mi hombre favorito~

Su compañero lo miró asqueado y corrió alejándose de él, mientras su capitán reía.

Un pequeño cuerpo chocó contre él y corrió a agarrarlo con sus brazos. El cuerpo provenía de una pequeña mujer de fina y delicada figura cubierta por una capa que cubrio su cabello y parte de su cara, aún así Hak logró ver aquellos ojos azules que derrochaban temor.

- perdone la torpeza de mi esclava por interrumpir su camino...

El joven pirata gruñó cuando aquel hombre quiso agarrar a la muchacha.

La mano de su capitán se volvió a posar en su hombro

- suéltala, Hak. Debes de controlarte.

- pero... es solo una niña...- habló mientras el hombre se alejaba con ella y con otras mas...

El chico de pelo verde elevó la vista al cielo.

- pronto los salvaremos a todos Hak, todos tendrán su ansiada libertad.

Hak, el pirata «Akatsuki no Yona»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora