"-¿Te gusta la pelirroja, Hak?"

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- ¿Cómo se llamaba? dijo la pelinegra

- No se lo pregunté, nunca me lo dijo y me arrepiento de no haberlo preguntado... Agarré sus manos mientras intentaba ligar con ella, quería que se enamorara de mí, tan rápido como lo había hecho yo de ella, tan profundo como lo sentía en mi pecho. Había poca luz en la calle, la luna era nuestra acompañante... pero de repente nos dejó a la luna y a mi plantados.

- ¿Desapareció? - preguntó Yona

- Me desperté por la mañana en una posada, solo, ella había pagado mi habitación, corrí a por el dueño y le pregunté por su nombre, pero no se acordaba...

- ¿Y no la volviste a ver? - inquirió Lili

Jae-ha negó con la cabeza.

- No, pero no pierdo la esperanza todavía, volveré allí, a Awa, y  la encontraré...algún día.

Yona sonrió

- estoy segura de que la encontrarás.

- eres la primera que me dice algo así, Yona-chan

- ¡Yo también lo creo! - exclama Lili.

El capitán sonrió.

- bueno chicos - habló el joven de pelo verde- ¿traéis algo para comer?

- un jabato.- contesta Shiro.

- Jovencitas, estos son Kuro y Shiro.- Las chicas asintieron.- Podéis volver a la tienda mientras la comida se prepara

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- ¿Te gusta la pelirroja, Hak?

Todos los hombres se acercaron a él. Hak no contestó al momento, sus ojos se posaron sobre ella. No estaba seguro de nada que tuviera que ver con ella.

- Hak no sabe qué es una mujer.- habló Jae-ha - Tampoco sabe cómo hablar con ellas.

- Jae-ha cállate - contestó Kuro

- Esto es trabajo, no placer - habló por fin el ojizarco

- Os lo dije - continuó el capitán- Hak será un témpano de hielo hasta que se muera.

Todos lo acribillaron con la mirada, pero el pelinegro tenía la mirada perdida mirando un poco más a ella; sus ojos ojos eran muy grandes y de un extraño color violáceo, su cara era redonda, su piel se asemejaba a la porcelana, parecía suave, sus manos finas y pequeñas, su pelo corto, rebelde y levemente despeinado de color rojo ardiente como el fuego y brillante con destellos rojizos y fucsias.

Sí era guapa. Y sí, sentía que debía protegerla a costa de su vida y que, entregarse a la muerte por ella merecía la pena sin dudarlo.

Yona observaba como su amiga intentaba dormir mientras ella se quedaba junto a ella. Estaban secuestradas por gente contratada por sus amigos, pero seguían estando secuestradas...

Hak estaba apoyado en un árbol a escasos metros de ella, él sí se había dado cuanta del pequeño detalle de que ambos estaban a solas, ocasión preparada por sus compañeros, oportunindad que no aprovecharía él.

Pero sus planes se vinieron abajo cuando cruzó la mirada con ella. Suspiró intentando pensar en otra cosa, pero no funcionó.

- Soy Hak- se presentó cordialmente

- Yona...- susurró.

Un silencio ocupó el espacio, Yona comía un poco más delante de la tienda donde estaba Lili y Hak simplemente disfrutaba de la tranquilidad.

- No me gustas Hak- reconoció la pelirroja- estás lleno de odio y tienes sed de venganza.

- Tienes razón, pero no voy a cambiar - sopesó 

- Lo sé- contestó Yona asintiendo con la cabeza- y no quiero que cambies

Hak intentó no pensar en sus palabras mientras admiraba el cielo.

- Pronto estaréis en casa, y nosotros cobraremos nuestra recompensa.

- Espero que esto no se repita, no lo digo por vosotros, sois muy simpáticos pero, no quiero volverme una propiedad del rey, y no quiero que ninguna mujer pase por ello.

- Lo entiendo

Y cómo no lo iba a entender su e¡él había vivido dentro de esos muros junto a aquellas injusticias. El sonido de caballos galopando los interrumpió

- Dos hombres...

- Llevan merodeando desde esta mañana - explica Kuro poniéndose al lado del pelinegro.

Yon los miró sorprendida.Lo sabía, estaba segura de que el rey tomaría represalias. Y no dudó de ello cuando ese extraño caballero apareció.

Un hombre subido a un precioso caballo blanco hizo su aparición.

-¡Hak! - se escuchó gritar- ¡Estás en busca y captura por robar propiedades del rey!

El nombrado sonrió empuñando su lanza

- ¡Cuánto tiempo sin vernos, Serpiente Albina! ¿Cómo has estado?

Hak, el pirata «Akatsuki no Yona»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora