"-Escuchen a este marinero experto que os contará una historia"

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Y el otro sentimiento era odio, ira, un sentimiento que los ojos azules y brillantes de Hak no hacían más que el intento de ocultar mientras irradiaban furia en su máximo esplendor. Sus manos, relajadas, ahora se aferraban a su arma tan fuerte que amenazaban con romperla en cualquier momento, mientras su mirada se perdía y su mente recordaba.

Él había sido la mano derecha del rey, su amigo, su fiel aliado, su compañero que soñaba junto a él en hacer desaparecer la maldad del reino, en hacer desaparecer las injusticias; pero, en cuando Soo-won subió al trono su personalidad cambió drásticamente, haciendo a su mejor amigo huir de su hogar para que no le mataran... 

Su mirada brillante y alegre, sus ojos brillantes y expresivos, todo eso desapareció, y sus promesas de paz nunca llegaron a ser leyes o normas a seguir.

Lo odiaba, lo hacía con toda su alma y cualquiera con dos dedos de frente podría notar eso.

Los ojos rasgados de Jae-ha miraron de reojo al azabache habiendo notado su creciente ira y su sed de sangre. Decidió cambiar el tema de conversación a algo más divertido y alegre... tenía que ser algo que hiciera a Hak reír a carcajadas o, al menos sonreír.

Y pronto se le ocurrió.

- Jovencitas, escuchen a este marinero experto que os contará una historia.

- ¿De aventuras? - preguntó Yona entusiasmada

La mirada del ojizarco se posó en ella.

- No, de amor.- contestó el capitán

Se pudo escuchar a Shin bufar y rodar los ojos haciendo reír a las dos chicas.

- Todo pasó una noche en la que bebí demasiado. La luna estaba lo más alta posible. Debo decir, que andar por tierra no es lo mío, soy un hombre de mar, por lo que casi me caí...¡pum! Pero no. Un segunda vez...¡pum! Pero tampoco. Dicen que a la tercera va la vencida y, hubiese sido así si no fura por unas delicadas y pequeñas manos que agarraron con fuerza las mías...- Arven se acerca a la fogata- Yo no tenía ni idea de quién me había ayudado, no había levantado la vista aún. Sus manos eran suaves, tanto que no quise soltarlas, perecían porcelana, parecía que si las sujetaba con las fuerza se romperían en ese mismo instante y me quedaría sin la calidez que me daban. Musité un "Gracias" y levanté la mirada. Sus ojos eran marrones, eran los más hermosos que había visto nunca, eran grandes, expresivos y me miraban con preocupación, tal vez el color de sus ojos fuera usual, pero era tan único en ella... Mi corazón dio un vuelco cuando me preguntó si estaba bien, nunca habría imaginado que alguien tan pequeño me hiciera sentir emociones tan grandes que hicieran mi corazón latir deprisa y desbocado. - hizo una pausa y miró a Hak, que sonreía.

- entonces...¿te enamoraste de ella? - preguntó Lili

Shiro y Kuro se sentaron cerca de Shin.

- ¿Que si me enamoré? Por supuesto que si. En cuanto me sonrió supe que me había enamorado de ella. Era hermosa, realmente hermosa.

- Jae-ha - vociferó Arven- esto es aburri- Las dos chicas lo fulminaron con la mirada-  Nada, no he dicho nada.

Hak, el pirata «Akatsuki no Yona»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora