"-Hacia el mañana..."

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El capitán negó con la cabeza lentamente.

- Kija-kun, no me digas que...

- Exacto. Él es el dragón que queda, el Dragón Amarillo.- contestó inclinando su cabeza hacia sus acompañantes.

En este punto la tripulación pirata se había hecho a un lado junto con Yona y Lili, mientras todos juntos observaban la escena de los míticos Cuatro Guerreros Dragón reunidos de nuevo. En cambio Hak, había decido no separarse de su buen amigo y miraba risueño la cara de sorpresa de Jae-ha; y Yoon se mantenía también cerca del Dragón Amarillo.

Zeno dio un paso hacia delante haciendo que la atención de todos los presente recayera sobre sus hombros. A pasos agigantados se acercó al joven de ojos violáceos y sonrió.

- Bien hecho, Dragón Verde, has rescatado a las señoritas y ahora yo debo cumplir mi palabra y pagarte la otra mitad de la recompensa.- habló acercándose a las dos jóvenes y sentándose junto a ellas- Por ello, te voy a revelar un secreto.

- Pero la primera vez que nos vimos hablamos de dinero no de cuentos chinos, nosotros no-

Las palabras del ojizarco con aura de bestia fueron acalladas por la mirada de su superior, quien siguió los pasos del otro dragón y se sentó en el suelo.

- Los secretos son mucho más valiosos que el dinero Hak, los secretos son los que te hacen rico en esta sociedad.

Kija y Shin-Ah no dudaron en acercarse al grupo y finalmente, y a regañadientes, Hak también se acercó y se colocó cerca de la pelirroja.

- En la leyenda de los Guerreros Dragón, hablan de un quinto, el Dragón Rojo, el que será elegido para gobernar el reino y traer prosperidad- empezó su relato- He estado buscando a ese elegido toda mi vida y, hasta que no llegué a ser compañero de Yoon no lo encontré. Cuando aparecí por su barrio nadie quiso acogerme excepto él, por eso nos hicimos amigos y, gracias a su amistad conocí a las dos señoritas que tenemos aquí.

Todas las miradas se posaron en ellas que, nerviosas alentaron a su amigo para que siguiera con su secreto.

- Ambas jovencitas poseen un puro corazón pero, Yona, tú eres mucho más que una buena jovencita, tu eres la reencarnación del Dragón Rojo.

Silencio.

Tras aquellas palabras todo a su alrededor se había sumido en un completo silencio en el que se intercambiaban miradas de asombro.

Los tres dragones fueron los más afectados por aquella noticia, sus ojos como platos y sus bocas entreabiertas de asombro se hicieron notar. 

El Dragón Azul fue el primero en acercarse a Yona, arrodillarse ante ella y mirarla a los ojos diciendo:

- Larga vida al rey dragón.

Kija sonrió a la joven y también se arrodilló frente a ella.

- Yo también te reconozco como mi reina.

El pirata miró a sus iguales y suspiró.

- No sabía que fueras alguien tan importante, jovencita, pero te ayudaré, porque sé que contigo lograremos muchas cosas aunque... yo no me arrodillaré por si acaso le molesta a Hak que me entregue a ti.

Nada más acabar la frase recibió una patada del nombrado que lo hizo arrodillarse.

Zeno sonrió diciendo:

- Larga vida al rey dragón

La pelirroja hizo movimientos con las manos para que todos se levantaran.

- ¿Estáis insinuando que yo soy la reencarnación de un guerrero dragón? Yo... no tengo poder...

- Tienes el poder de unir a gente distinta para un mismo fin- habló Hak dejando sorprendidos a sus camaradas del barco.- Alguien me dijo que teníamos que esperar para hacer justicia, y creo que tú nos brindas esa oportunidad.

Yona no pudo evitar mirarle sonriente y dedicarle una dulce mirada antes de levantarse y alzar su puño.

- Tenemos muchas cosas que hacer, debemos de mejorar todo el país desde dentro, debemos caminar juntos hacia el mañana... ¡Por un mejor mañana!

- ¡Por un mejor mañana!- gritaron todos a coro alzando sus puños al aire.



Fin.

Gracias por seguir la historia, sé que es corta, sencilla y con algunas faltas de ortografía pero vuestros votos y comentarios me alegran el día. Enserio, gracias por leer~~

Hak, el pirata «Akatsuki no Yona»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora