Hilos y enredos

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-Sabias que hay una leyenda que trata sobre un hilo que esta atado al meñique que nuestro dedo y nos une con nuestra persona predestinada... Dicen que no importa que tanto se estire o por que lugares pase, o que problemas ese hilo jamas se romperá... ademas hará que en algún momento te encuentres con tu pareja- una rubia le hablaba muy alegre a su hermano.

-Raven no deberías creer todo lo que te cuentan- al cobrizo le preocupaba las cosas que le contaban a su pequeña hermana.

-Erik no seas tan amargado, cree un poco en la magia, en las leyendas... ademas no crees que seria algo lindo la leyenda... que haya una persona predestinada para ti, que te amara sobre todas las cosas- miro a su hermana con algo de preocupación, a saber quien le había metido esas ideas a la cabeza.

-Raven esas son niñerías, no hay una pareja predestinada, solamente son parejas que tu mismo escoges, aveces funcionan y aveces no, tu determinas cuanto dura una relación- la rubia ante esa respuesta mostró cara de disgusto.

-Eres un amargado Erik, contigo no se puede hablar- le dijo antes de irse molesta.

¿Quien le estaba metiendo ideas extrañas a Raven?, debería investigar... Eso que su hermana llegara siempre con una nueva leyenda le extrañaba, ademas de que le estaban metiendo ideas raras... Aun recordaba que primero llego hablando de un zodiaco chino, después sobre el callejón del beso, mas tarde sobre personas que se transformaban en animales, días después sobre estrellas fugaces y  así siguió, cada semana que su hermana salia quien sabe a donde le traía una leyenda nueva, aunque esto era al colmo, ¿hilo del destino?,¿quien creería eso aparte de su hermana? ¡Eran mentiras!, la pareja la escoges tu y punto... Lo mejor era seguir a su hermana antes de que le hablara sobre extraterrestres o algo parecido.

...

Espero una semana entera, soportando a Raven hablar sobre dicho hilo una y otra vez, este solo la cuestionaba para que dejara de creer eso, en algún punto su hermana se enojo y le dijo "tu que sabes si nunca has tenido pareja ni te interesa tenerlo, eres un amargado... pero te aseguro que cuando encuentres a esa persona vas a cambiar"... Oooo la que iba a cambiar era Raven de eso se aseguraba el.

-Hermano regreso en una hora- le dijo muy sonriente su hermana-.

-Espera- le detuvo- yo quiero ir contigo-.

-¿En serio?, ¡Wooouuu Erik sabia que entrarías en razón!- una venita salto en su cabeza, la que entraría en razón seria ella y la persona que le estuviera metiendo ideas.

Fue siguiendo a su hermana, hasta llegar a un pequeño parque, ahí habían muchos niños, jóvenes y algunos adultos sentados formando un semi-círculo, un chico de cabello azabache repartía diferentes golosinas a los que estaban ahí.

-¡Azazel!- vio a su hermana gritar y saludar efusivamente al azabache, ¿que diantres estaba haciendo ahí su amigo?, esperaba que este no fuera el que contara las historias.

-Hola Raven, siempre tan puntual, en unos minutos empiezan las historias- le dijo alegre cuando se acerco a la chica, le deposito un beso en la mejilla. Erik solo observo atento todo eso, definitivamente no dejaría que su hermana saliera de nuevo sola, ni tampoco con su amigo.

-No me lo perdería por nada, por cierto hoy mi hermano decidió acompañarnos- los dos se escanearon con la mirada un rato antes de saludarse, el cobrizo ya quería que empezaran a contar sus historias,estaba dispuesto a cuestionar tanto que la persona se olvidara de esas leyendas y entraría en razón.

-Deberíamos sentarnos, Charles seguro ya empezara- Raven se sentó en medio de Azazel y Erik.

El cobrizo estaba atento, vio que enfrente un chico de cabello castaño, ojos azules, tez morena y algo delgado se paraba en el semi-círculo, evitando darle la espada a las personas.

Recuerdos de un corazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora