Aviso

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Cherik


El aviso a la entrada de aquel hermoso paraíso decía claramente "Prohibido el paso, solo personal autorizado", pero al castaño poco le importo aquella prohibición, de todos sus lugares favoritos para ver el mar justamente ese era su favorito, como suelen decir "lo prohibido llama mas la atención", aunque nadie podía juzgarlo, aquel lugar era maravilloso, las apuestas de sol desde ahí se veían sumamente hermosas y lo que era mejor... lo podía apreciar completamente solo.

Como todas las tardes, cruzo la linea de ese aviso sin sentir remordimiento alguno y se fue a sentar en una gran piedra que estaba algo corroída por el agua salada del mar, se quedo ahí, mirando el horizonte de aquel inmenso mar, la brisa de algunas olas llegaban a caerle, haciendo que se sintiera fresco a pesar de el calor que hacia en ese día de verano, podía observar a lo lejos algunas embarcaciones y una que otra ave volando en aquel cielo azul y a pesar de que no estaba en una playa turística le encantaba la sensación de estar sentado ahí, con el mar mojando sus pies. Su única compañía en esos momentos era aquella agua salada y uno que otro cangrejo que se acercaba a la piedra donde el reposaba... por eso amaba esa playa.

-¿Cuantas veces piensas cruzar el anuncio de "prohibido el paso"?-  pregunto una voz, rompiendo el bello sonido de las olas chocando con el mar, sonrió al escuchar esa voz, el no solo amaba esa playa.

-Las veces que sean necesarias- respondió el menor con mucha naturalidad, como si esas platicas fueran tan comunes en su vida diaria... y de hecho lo eran, sobre todo los lunes, martes, miércoles, jueves y toda la semana.

-Este es un lugar privado, pertenece a la marina... no deberías estar aquí- volvió a decir la persona a su lado, el menor solo sonrió alzando la vista, topándose con esos hermoso ojos azul-verdosos, siempre le daba curiosidad la tonalidad de aquella mirada.

-Técnicamente el suelo donde piso es propiedad de la nación, y yo soy parte de la nación, así que si puedo estar aquí... digamos que yo soy un personal autorizado, pero sin mucha autorización- respondió con algo de astucia y broma el menor, mientras se cautivaba con la pequeña sonrisa que el mayor estaba mostrando en esos momentos.

El cobrizo sonrió ante esa respuesta, el menor siempre le respondía con cosas similares los días que solía verlo, era como si le encantara llevarle la contraria, aunque debía admitir que amaba las respuestas ocurrentes del chico, por algo jamas lo habia delatado con sus superiores.
El menor llevaba mas de 5 meses yendo a esa playa, aun recordaba su primer reencuentro, "me dio curiosidad, ademas lo prohibido te tienta mas" habia sido su respuesta y por alguna extraña razón eso le habia sonado con doble intención, pudo haberlo parado, pudo acusarlo y que tuviera asuntos legales, pero en vez de eso, el lo acompaño esa tarde y todas las que le siguieron.

-Pues no te veo uniformado o con un gafete que autorice tu presencia aquí- le respondió con profesionalismo, aunque en su interior sabia que siempre, siempre terminaría cayendo ante esa mirada azul y esos labios rojos.

-Bueno... el gafete pude haberlo perdido en el camino- le respondió mientras se bajaba de la pierda y se iba acercando lentamente al cobrizo.

 -¿Y el uniforme?-  pregunto con una ceja alzada - ¿también lo perdiste por el camino?- el ojiazul se detuvo enfrente de el, muy cerca de el-porque yo te veo muy bien vestidito- ambos sonrieron cuando el cobrizo soltó esas palabras.

-Eso se puede arreglar, ademas... bien podría quitarte a ti tu uniforme- dijo el menor, prácticamente sobre los labios del cobrizo, posando sus brazos alrededor del cuello del mayor.

El cobrizo solo pudo responder de la misma manera que siempre le respondía al castaño, besándolo con mucha intensidad y algo de salvajismo, como siempre al ojiazul le sorprendía esa forma de ser atacado, pero al final le respondía los besos de la misma manera.

-¿Sabes que quitarle el uniforme a un oficial esta prohibido?- le pregunto entre suspiros y jadeos, desabotonando  la camisa mientras le mordía y besaba el cuello, dejando una que otra marca.

-Lo prohibido me gusta mas- fue lo ultima frase que se escucho en aquella playa.



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¡Al fin regreso!, no me maten T.T, no mentiré diciendo que no tuve tiempo, porque la verdad si he tenido y mucho, pero no me he sentido con mucho animo estos últimos días y la inspiración no me llegaba... lo único que me llego es una idea para un nuevo fic, pero no inspiración xD
He estado algo melancólica y sensible estos días y eso no me deja con inspiración.

Espero que el capitulo les guste, gracias por el apoyo que le dan a estos one-shots, en serio gracias, ¡errores no duden en decírmelo!... y espero que para la próxima actualización ya ponga el final de los fics que tengo pendientes, de hecho ya tengo uno, pero quiero tener los dos para subirlos el mismo día :D.

Recuerdos de un corazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora