— He hablado con el Cholo. — Dijo Koke mientras terminaba de comer.
Me había tocado preparar otro plato de ensalada para él, ya que no me había avisado de que vendría a comer. Yo asentí, mientras terminaba de recoger mi parte de la mesa. Puse todo en el lavavajillas, girándome para mirarle.
—Al parecer el presidente le ha dicho que necesitan a alguien joven que haga de relaciones públicas. O sea, llevar la cuenta oficial del equipo en twitter, y la web, y todo eso. Además, también buscan alguien que haga fotos en los entrenamientos y todo eso. —Me explicó.
—¿Y qué tengo yo que ver en eso? —Pregunté sin entender.
—Le he propuesto que tal vez tú podrías...
—¿Qué? — Volví a preguntar, interrumpiéndole.
—Oh, vamos, Nina. Sabes que se te da bien eso, además te pagarían bien. Sé lo poco que te gusta tener que depender de mi para el dinero. Además, trabajarías sólo a media jornada, dependiendo de tus clases. —Me explicó. —Vamos, no pasa nada por probar...
—Koke, esto es algo que debería haber decidido yo. No puedo estar dependiendo de ti hasta para encontrar un trabajo. Ya es suficiente con que me des techo, alimento y un coche. —Repliqué.—Además, también está lo del conservatorio, y todo.
—Nina. Al menos dime que lo pensarás. —Me pidió. —La fotografía es algo que te gusta, y no conlleva demasiado esfuerzo. Y lo de las redes, basta con tener la cuenta abierta en el móvil y listo. Además, vendrías a todos los partidos y viajes.
Resoplé, dejándome caer en la silla de la cocina. Era verdad que se trataba de algo que me gustaba, como la fotografía. Además, me serviría para ganar un dinero que podría usar para la universidad y para amueblar por mi cuenta mi nuevo cuarto, sin depender de Koke.
—Está bien. —Respondí al cabo de un rato.—Pero sin compromiso, lo puedo dejar cuando quiera.
—Genial. —Koke sonrió. —Seguro que te encanta, hermanita. Te lo vas a pasar en grande.
—Por favor, Koke. —Bufé. —No soy una cría.
Él rió ante mi comentario y me revolvió el pelo, a lo que yo repliqué. Se levantó de la mesa y se dirigió a la puerta de la cocina.
—Prepara la cámara. Esta tarde vienes conmigo al entrenamiento. -Anunció, antes de salir de la habitación.
Intenté replicar, pero ya estaba lejos. Subí a la habitación de invitados y busqué la maleta con la cámara. La puse encima de la cama y saqué los objetivos. Elegí los que creía que me podrían servir mejor, y los puse en una mochila. Cogí un par de baterías por si acaso, y la cámara también, y lo guardé todo junto con los objetivos. Cuando lo tuve todo listo, tomé mi Mac y abrí el programa de diseño en el que había preparado el plano de la habitación. Jugué un poco con los colores, escogiendo cuál sería el idóneo para mi nuevo cuarto, y al final me decidí por pintar las paredes de rojo, y mantener los muebles blancos salvo algunos detalles. Cuando estaba terminando con mi diseño, apareció Koke por la puerta de la habitación.
—¿Estás lista? -Me preguntó.
Asentí con la cabeza, cerrando el portátil. Guardé mi iPad en la mochila con la cámara y cerré la cremallera, antes de colocarla en mi espalda.
—¿Vamos en tu coche? —Volvió a preguntar, observando mi semblante serio.
—Claro, sin problema. —Le respondí.
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Ocean Eyes || A. G.
Fanfiction‹ I've been watching you for some time.› Esta no es una historia sobre amor, es una historia sobre fútbol. ‹ Can't stop starring at those ocean eyes. › Aunque, bueno, tal vez os hable un poco de cómo conocí al amor de mi vida... No os prometo una...