Seguimos así durante un rato. Nay y Morata me regalaron ropa deportiva diseñada por ella, mi madre y Koke me regalaron cuatro entradas para el concierto de Dani Martín, las WAG's del equipo me obsequiaron con una tarjeta regalo para que fuera a elegir la ropa personalmente, y Elena y Alvaro me regalaron una caja con la mayoría de mis películas favoritas.
—Bueno, creo que eso es todo. —Dije, soltando un largo suspiro.
Álvaro volvió a poner en marcha la música y todos volvieron a sus conversaciones, creando pequeños grupitos. Elena y yo nos pusimos a recoger los papeles y las bolsas de todos los regalos, para que me los pudiese llevar luego a casa.
—Espera, Martina. Queda uno. —Me informó Elena pasándome el último paquete, que había quedado escondido debajo de todos los papeles.
Lo cogí con cuidado y miré la tarjeta que llevaba, leyendo lo que ponía en ella. "Espero que esto reemplace la pérdida. Lo siento mucho. ", leí. Desenvolví cuidadosamente el paquete, encontrándome con una cámara réflex exactamente igual a la que se me rompió hacía un par de semanas en el entrenamiento.
Levanté mi mirada encontrándome con la de Lena, quien me miraba con curiosidad.
—¿Y eso? —Preguntó, extrañada, antes de tomar la nota y leerla. —Oh que mono. —Puso una cara tierna cuando terminó de leerla.
Yo sonreí involuntariamente y me puse a jugar con el papel de regalo, causando que Elena se acercase a mí y me tomase de las manos.
—Es un bonito detalle por su parte, ¿no crees? —Preguntó de nuevo, a lo que yo asentí. —¿Por qué no la pruebas?
Asentí de nuevo, abriendo la caja de la cámara y encontrando otra nota en su interior, adherida a un pequeño sobre de papel. "Ojalá te guste. Feliz cumpleaños." Leí en la tarjeta.
Abrí el sobrecito, bajo la atenta mirada de Lena, sacando de su interior una pulsera con una M plateada. La puse al instante en mi muñeca, pidiéndole ayuda a Elena, y luego saqué la cámara, comprobando que, efectivamente tenía batería y una tarjeta de memoria.
Miré por el visor y saqué una foto de Elena, la cual se encontraba recogiendo los papeles de los regalos. Después, aún observando a través del visor, comprobé que la cámara estaba bien configurada, enfocando hacia donde estaba el resto.
Vi a mi hermano charlando animadamente con Morata, Nay y Griezmann, así que decidí tomarles una foto. Antoine alzó la cabeza y me miró, antes de sonreír. Sentí la necesidad de fotografiarlo, me parecía adorable cuando sonreía.
Después de tomar un par de fotos más, noté como alguien se colocaba a mi lado.
—¿Te ha gustado el regalo? —Preguntó el francés con una sonrisa, observando en la misma dirección que yo.
Aparté la cámara, pulsando el botón de apagado, y me giré hacia donde estaba él.
—Sí, me encanta. —Sonreí. —Es genial, aunque no tenías por qué.
—Sí tenía. Fui yo quien la rompió, qué menos que devolvértela. —Respondió. —Además, es tu regalo de cumpleaños.
—Pensaba que el regalo era la pulsera. —Señalé, alzando la muñeca para que la viera.
—Ah, no. —Volvió a responder. —La pulsera la eligió Erika, le sabía mal venir sin traerte ningún regalo.
—Oh, claro, Erika. —Sonreí falsamente y volví a fijar mi mirada en la cámara, dispuesta a alejarme.
—Espera, Martina. —Tomó mi brazo y volteé a mirarle de nuevo. —¿Pasa algo? —Preguntó, visiblemente preocupado.
—No, nada. —Respondí cortante. —Elena me estaba llamando. Voy con ella. —Mentí, antes de zafarme de su agarre e ir a buscar a mi mejor amiga.
[...]
Después de la pequeña fiesta de anoche, algunos decidieron salir de fiesta a un pub de Madrid, cosa que yo no hice, ya que hoy tenía la exhibición en mi academia. Me levanté temprano para tenerlo todo listo cuando fuera la hora, y en ese momento estaba terminando de guardar todo en mi mochila para irme. Cerré la cremallera y eché la mochila a mi espalda, antes de salir de mi cuarto. Bajé las escaleras con prisa, encontrando a Elena sentada en el sofá. Me acerqué a ella y dejé un beso en su mejilla.
—Me voy ya al teatro, os veo allí. —Dije, antes de dirigirme a la puerta. —A las diez y media, no lo olvidéis. —Exclamé, antes de salir por la puerta y subir a mi coche.
Sorprendentemente, todo pasó bastante rápido. Cuando menos me di cuenta, estaba entre bambalinas, esperando a que anunciaran mi nombre y la música empezase.
Había dedicado gran parte de mi tiempo y dedicación a hacer que esto saliese bien, por lo que no estaba nada nerviosa ni preocupada. Simplemente dejé que mi cuerpo sintiera la música y que ésta fluyese a través de mí, ejecutando cada paso calculado al milímetro. Cuando terminé, me giré hacia el público e hice una reverencia, viendo a mis amigos en primera fila. Les sonreí antes de desaparecer de nuevo entre bambalinas. Bajé al camerino que se me había asignado y me cambié de nuevo, poniéndome un vestido de manga corta junto con unas manoletinas. Dejé mi pelo recogido en el moño que llevaba para la actuación y esperé a que me avisaran de que ya había terminado todo el acto. Pocos minutos después, mi coreógrafa entró en el camerino para felicitarme por la actuación y avisarme de que ya había terminado y podíamos salir. Cogí mi mochila y salí del pasillo de camerinos, subiendo al hall del teatro.
—¡Martina! —Escuché como alguien me llamaba.
Busqué con la mirada y me encontré con Santi, el cual sostenía un ramo de rosas rojas en una mano. Me acerqué a él con una sonrisa y le abracé.
—Has estado maravillosa. —Me dijo entregándome el ramo.
—Gracias. —Respondí, tomándolo con cuidado y agachando la cabeza, algo sonrojada.
—Oye, sé que no es el mejor momento para decirte esto. —Dijo él tomando mi mano con suavidad, lo que ocasionó que yo alzara de nuevo la cabeza y le mirara extrañada. —Pero es que si no te lo digo ahora creo que no seré capaz de hacerlo.
—Santi, me estás asustando... —Dije, empezando a preocuparme por sus palabras. —¿Pasa algo? Con Sofía, o...
—¿Quieres salir conmigo? —Preguntó, interrumpiendo la frase y haciendo que yo quedara totalmente en shock.
N/a: Hola, hola. Ya sé que llevo un mes sin subir, y que no es jueves, y que he estado muy desaparecida. Pero si os soy sincera, la imaginación se había esfumado totalmente.
Pero bueno, el caso es que he vuelto, y espero quedarme por un tiempo. Si todo va bien, antes de fin de año tendréis otro capítulo de Ocean Eyes, y uno nuevo de Hija de la Luna.
Sin más que decir, me despido. Espero que os haya gustado el capítulo, y nos vemos prontito.
Nes.
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Ocean Eyes || A. G.
Fanfiction‹ I've been watching you for some time.› Esta no es una historia sobre amor, es una historia sobre fútbol. ‹ Can't stop starring at those ocean eyes. › Aunque, bueno, tal vez os hable un poco de cómo conocí al amor de mi vida... No os prometo una...